CAMAGÜEY.- El agua como un torrente del cielo ha provocado sobresaltos en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey, que en plena temporada ciclónica persiste con parte de la escena cubana de los últimos dos años.

Para el ejercicio de la crítica todos los momentos se han aprovechado, tanto los formales de las sesiones teóricas en el Centro de Convenciones Santa Cecilia como las puestas que se elogian con la sinceridad de los aplausos; y aunque la turbulencia del tiempo ha intentado diezmar o suspender las funciones, el público se ha mantenido para confirmar con la terquedad de los creadores la custodia de este espacio de resistencia cultural.

“El festival de Camagüey sigue siendo un espacio de confrontación, de lujo. Primero por el público; segundo, porque las autoridades de la provincia, de las instituciones se vuelcan para hacerlo; y tercero porque es de la zona cubana de teatro contemporáneo, lo que está pasando y lo que no. Te puede gustar más o menos pero es coherente con la policromía del teatro de la isla y por eso me encanta venir”. Rubén Darío, director Teatro de las Estaciones.

“Estuve en el 2016 y ahora porque soy estudiante del Isa y la universidad nos posibilita venir. Este año se ha hecho algo beneficioso con los desmontajes con el director y los actores en el teatro cuando acaba la obra. Lo veo útil porque el público opina o pregunta. Como se dice en buen cubano las cosas son mejores al caliente”. Grethel Giraudy, estudiante de Dramaturgia.

“El Guiñol de Camagüey como una de las sedes siempre trae expectativas. El público espera grupos reconocidos como Teatro de las Estaciones, de Matanzas, y Teatro Tuyo, de Las Tunas. También tenemos convenios con escuelas y llevamos niños a ver las obras. Es agradable todo lo que se genera”. Osiel Véliz, director del Guiñol de Camagüey.

“Participar es importante para los teatrólogos. Para el final del semestre tenemos un ejercicio de crítica. El festival es un espacio excelente para poder ver bastante en poco tiempo. A veces ha sido mal visto el crítico pero luego se entiende que somos compañeros. A los organizadores les sugiero sillas de reserva, hay mucho público, se han tenido que repetir funciones. Sería mejor que disfrutaran todos”. Christian Jesús Carralero, estudiante de Teatrología.

“El teatro con jóvenes goza de buena salud. No son muchos los intereses de los jóvenes por hacer teatro, porque lleva mucho tiempo, ocupa espacio y la vida se ha materializado y hace falta cosas económicas que el teatro no te resuelve. Me alegra porque he visto buenas puestas”. Gadia Vizcaíno, asistente de dirección de Teatro D´Luz.

Todos los espacios han sido propicios para el intercambio en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey.Todos los espacios han sido propicios para el intercambio en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey.