Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteFoto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteCAMAGÜEY.- La historia del teatro cubano desde la investigación documental ha ocupado por más de cuarenta años al actor, director, guionista y dramaturgo Carlos Padrón, autor del libro Lo que fuere sonará, presentado en esta ciudad.

“Lamentablemente no vine a actuar. He estado otras veces en ese rol. Vine a lanzar un libro de investigación, fruto de muchos años de trabajo en bibliotecas y archivos del país. Camagüey siempre me atrae mucho. Tiene un público al que hay que atender porque está acostumbrado a ver teatro”, afirmó.

Con el sello de Ediciones Alarcos, el libro de dos tomos y más de 600 páginas comienza con las formas predramáticas desde 1511 y llega hasta 1812, dentro del dominio colonizador de España sobre Cuba.

“El libro tiene una estructura atrevida, que no conozco en textos de habla hispana. Pretendidamente es una cronología, pero es comentada. Al mismo tiempo manejo un amplio aparato crítico, con índice de autores, de obras, de compañías”, explicó.

─¿Qué le interesaba contar?

─Hice hincapié en las relaciones de producción. Normalmente en las historias de teatro se habla de autores y obras. También hay que hablar del actor, los músicos, los diseñadores, los pirotécnicos, los empresarios, los críticos y la relación con el público. Menciono huelgas, choques entre empresarios y artistas, el salario de una actriz y factores extra artísticos decisivos en el desenvolvimiento del mundo teatral.

─ Según la historia, ¿de qué la evolución del teatro en Cuba?

─Lo esencial en cada uno de los intérpretes y los directores, ya desde que son jóvenes se sienten rebeldes, con el deseo de romper con determinados esquemas. No importa la edad, uno tiene que ser hereje, romper muros, ser creativo. Eso es necesario para que el teatro evolucione.

─ ¿Solo pensó en los lectores del libro de papel?

─No. Ahora que en la juventud no hay tanto afán de la lectura de libros de papel, sino en el teléfono, el tablet, la computadora, lo que viene digitalmente, estoy haciendo alternativamente unas viñetas, ya voy por 50 unas cuatro o cinco cuartillas para algún sitio digital. Pudiera interesarle a la web de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba o de Cubarte.

─¿Qué opina de la muestra del Festival Nacional de Teatro?

─Hay tendencias diferentes y eso le da salud al teatro cubano. No importa si uno se basa en el estudio de una dramaturgia universal, que uno crea sus textos o toma como referentes aquellos pero casi siempre los lleva a la actualidad y a la vida cotidiana. El teatro nunca es joven o viejo. El teatro es bueno o es malo. Hay que hacerlo bien.

─¿Cómo ha visto al público de Camagüey?

─El público abarrota los teatros y va a todo tipo de espectáculo, algunos más atrevidos, otros menos. En todo festival hay cosas mejores y peores. Tiene que ver con el gusto de la gente. El festival es muy necesario y debe continuar, lástima que solamente sea en Camagüey. Pudiera hacerse también en Matanzas o en Santiago de Cuba o en Holguín.

─¿Prefiere el festival sin competencias?

─La competencia no le va a añadir nada, al contrario, a veces trae malas interpretaciones. La competencia está bien cuando se hace un concurso como el de la Uneac, para premiar actores e intérpretes que necesitan un reconocimiento. Un festival como este no necesita competencias.