Ciudad de Camagüey, febrero de 1948.

Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/ArchivoFoto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/Archivo“He propuesto cerrar la biblioteca pública por los gastos que se erogan por el alquiler de la vivienda que ocupa, además, todo el mundo sabe que nadie va a ese lugar”, dijo el Alcalde a la prensa tras concluir una reunión con los concejales del Ayuntamiento de Camagüey.

Luis Pichardo, periodista de la redacción de El Camagüeyano, le preguntó entonces cómo podrían leer las personas sin recursos. El Mayor de la ciudad se encogió de hombros: “Que compren un periódico y vayan a leer al parque”.

La ruinosa biblioteca La Avellaneda, enclavada entonces en la calle San Fernando,  no fue por suerte cerrada debido a la presión de algunos concejales y sociedades de la ciudad, pero quedó el precedente de que en cualquier momento todos sus libros y útiles podrían ser lanzados a la calle por falta de pago.

Luego de ocupar el elegante edificio del Liceo de Camagüey, centro de recreación de la rancia aristocracia lugareña, el joven Gobierno Revolucionario  se dio a la tarea de instalar en sus salones una moderna biblioteca, que con el nombre de Julio Antonio Mella fue sumando volúmenes e incorporando salas.

Hoy la Biblioteca Provincial es una de nuestras más importantes instituciones culturales del país, la cual atesora alrededor de cinco millones 100 000 volúmenes, con una numerosa oferta de servicios públicos en las diferentes salas de lectura, entre estas arte, música, fondos raros y valiosos, literatura general, hemeroteca y la infanto-juvenil, que incluye actividades para los niños de tres a cinco años, junto al programa Educa a tu Hijo, así como concursos de lectura, donde los pequeños exponen sus impresiones sobre el libro leído.

Foto: Orlando Durán Hernández /AdelanteFoto: Orlando Durán Hernández /Adelante

UN TESORO DE LA CULTURA LUGAREÑA

Inaugurada el 1ro. de junio de 1963, la Biblioteca Provincial también se sumó como parte de su programa de extensión a la Semana de la Cultura Camagüeyana, espacio donde efectúa el importante Encuentro de Escritores para otorgar el premio Puerta de Espejo al autor, que estando aun en ejercicio en cualquiera de los géneros de la literatura, resulte el más leído por los lectores camagüeyanos.

En estos programas brinda paneles, talleres, conferencias, conservatorios y presentaciones de libros. Y por supuesto que en la Feria del Libro, e incluso en la Fiesta del Tinajón, la biblioteca camagüeyana expone y forma parte de los soportes teóricos de esos eventos.

“Algunos se preocupan porque consideran que tal vez existe un decrecimiento en la lectura por el avance de la informatización de la sociedad”, apunta la Licenciada Carmen Diego Fonseca, directora de la institución. “Por el contrario, en realidad no es así, prueba es que hemos tenido que ampliar nuestras salas, a las que asisten estudiantes a buscar información, investigadores e historiadores, profesores, maestros, alumnos de las escuelas de arte, o sea, un público muy variado con diversidad de intereses.

Es verdad que la nueva generación necesita para el estudio y la lectura los soportes electrónicos, pero el libro nunca perderá vigencia. Lo más valioso de la Biblioteca Provincial de Camagüey es su sala patrimonial, que en fondos raros y valiosos atesora bibliografía de los siglos XIX, XX y XXI. Para nosotros lo más importante sería poder digitalizar el periódico El Camagüeyano, pero por ahora no contamos con la tecnología”.

LA FORMACIÓN  DEL BIBLIOTECARIO

Debe anotarse que la  Red de Bibliotecas Públicas Provinciales tiene 31 bibliotecas, doce de ellas con carácter municipal y otras 18 en diferentes instalaciones, más la Biblioteca Provincial, todas las cuales son atendidas y visitadas periódicamente junto con las visitas integrales que realiza la Dirección de Cultura. Por otro lado, la Biblioteca Provincial es sede de la filial de la Asociación Cubana de Bibliotecarios, ASCUBI, organismo  creado en 1988 en la Biblioteca Nacional José Martí, para aglutinar a todos los bibliotecarios del país  y todos los sistemas de información.

“Algunas personas no tienen muy en cuenta la formación de una bibliotecario, añade Carmen Diego en otra parte de la charla sostenida con la prensa, nuestros compañeros son profesionales de amplia cultura general integral para poder buscar la información que se les solicite. Hoy existe la carrera de Ciencia de la Información, de donde salen egresados graduados en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Hay que olvidar aquella estampa de los bibliotecarios viejos y tal vez achacosos, porque hoy el bibliotecario es muy joven, buen conocedor, personas con amplios conocimientos y ética de lo que hace. Y  vamos mas allá, servimos de asesores a todos los organismos que nos han solicitado ayuda para organizar sus archivos y bibliotecas, ofrecemos cursos de habilitación que duran un año con experimentados bibliotecarios como  profesores”.

A 55 años de su nueva vida, la prestigiosa Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella, patrimonio y orgullo de la cultura camagüeyana, inscribe en su historia el recuerdo de aquellos primeros bibliotecarios que contribuyeron a darle forma y espíritu en años de tesonero esfuerzo.