CAMAGÜEY.- Luna Manzanares sale al encuentro de su público, por la zona central de Cuba desde anoche, con el concierto en el Teatro Avellaneda, de esta ciudad, donde también estuvo el señor de 65 años de edad que la sigue en la primera gira nacional de la encantadora voz.

Para entender la fuerza cautivadora de Luna, hay que hablar de Andrés González Milanés, un profesor de la provincia de Las Tunas, inconforme con la única presentación de la muchacha en su ciudad, por eso se fue a escucharla también en Bayamo y Holguín, cuando la gira empezó a mediados de octubre por Oriente.

“Es una cantante de pueblo, una voz brillante, muy linda, y tiene un repertorio amplio que le gusta a la población”, enfatizó a Adelante Digital este maestro que dirige el instituto preuniversitario Francisco Muñoz Rubalcava, y que tal vez no sepa que Luna comparte su vocación de magisterio y sueña con fundar una escuela.

Además de lo que puede con su voz, todo lo que hace ella, encariña a los demás, basta con el gesto de salir del escenario directo al lobby de cada teatro a firmar afiches y gratificar al público, aunque en el concierto estuviera sumándolo a su performance, y elogiándole a la gente la afinación.

Igual resulta adorable su relación con la banda, en este caso integrada por Ángel Toirat (piano), Kendry González (bajo), David Hernández (drum), Namsan Fong (guitarra) y en los coros Katia Rivas y Anni Batista.

Luna se llevó múltiples reconocimientos: los institucionales a través de las directoras de Cultura y del Centro de la Música y Espectáculos, y los de la complicidad de cientos de personas sedientas por el Teatro Avellaneda, que con la Manzanares reabrió sus puertas, casi dos meses después del impacto en su cubierta del huracán Irma.

Mañana la gira tocará Morón y el domingo, el Teatro Principal de Ciego de Ávila, un itinerario que promociona temas representativos de esta cantante, recogidos en el CD-DVD Luna Manzanares en vivo, Premio Cubadisco 2017.

UN APARTE CON LUNA MANZANARES

“He logrado tener un contacto directo con el público y espero se repita en los próximos conciertos míos, que también deseo poder hacerlo en los municipios”, afirmó a este diario.

¿Cómo defines la canción en ti?

La canción es como mi alma, como mi esencia. Tuve el privilegio de una abuelita que cantaba muy bien. Mis nanas fueron Mariposita de primavera, Santa Cecilia, Longina, canciones hermosas de nuestra trova tradicional y de la trova en general. Esa es la base de mi formación, de mi música, de mi filosofía, aunque no siempre aborde la canción de la misma manera.

Se nota tu relación especial con los músicos. Cuéntame de la experiencia de la banda.

El haber estudiado en escuela: en Amadeo Roldán, en Paulita me da una sensibilidad especial para con los músicos, yo me siento parte. No es obligatorio tener, pero los solistas, por lo general, están como más adelante, lo que pasa atrás, pasa atrás. A mí me gusta interactuar con los músicos, porque además vengo del jazz, fueron mis primeros pasos. Este es un género de constante interacción, todo el mundo hace sus solos, tú eres un elemento más por un resultado.

En el escenario estás como en tu casa, ¿a qué atribuyes esa comodidad?

Mi mamá es directora teatral. Ser hija de artistas te hace como la maletica que hay que llevar para todas partes. Yo crecí en el gusano de teatro de la Escuela Nacional de Arte (ENA), del Instituto Superioe de Arte (ISA) y viendo a los alumnos en mi casa. El teatro como lugar, como plantel, es parte de mi vida. En el escenario me siento más yo que fuera. Es muy cómodo para mí.

Tienes 27 años, “la edad de los famosos”, hay cierto mito con eso, sin embargo, ¿cómo piensas tu carrera?

En esta carrera cumplir años es un privilegio. Pienso que mi carrera debe hacerse más sólida, expandirse a partir de este momento, porque es una edad muy interesante. Estoy saliendo un poco de los “ventipiá” donde todavía te estás explorando un poco, tú mismo te estás conociendo, estás experimentando. Ya voy evolucionando hacia otra etapa de la vida y musical. Mi próxima producción será más atrevida, pero no dejen de confiar en mí que la esencia es la misma.

“Los artistas debemos colaborar con nuestra cultura, con nuestra sociedad, con nuestra esencia y enseñar a los otros. Mi proyección es, además de seguir dando lo mejor de mí e ir descubriendo que más puedo hacer, en un futuro me gustaría hacer una academia. Poder trasmitir lo que sé”.