Foto: Leandro Pérez Pérez/ AdelanteFoto: Leandro Pérez Pérez/ AdelanteCAMAGÜEY.- El 7 de abril de 1948 fue designado como el Día Mundial de la Salud porque en esa fecha fue creada la Organización Mundial de la Salud y cada año se dedica a un problema diferente. En este el seleccionado fue la depresión, precisamente por la dimensión que ha adquirido este trastorno a nivel del orbe.

Con esta definición comenzó la consulta médica de hoy el Dr. Laureano García Gutiérrez, especialista de 1ro. y 2do. grados en Psiquiatría, Profesor Auxiliar y Máster en Psiquiatría Social, quien muy gentilmente hizo un espacio para nosotros en su servicio en la policlínica Ignacio Agramonte, de esta ciudad.

—¿Qué es la depresión y cómo se presenta?

—Un trastorno marcado por una serie de síntomas que le impiden al individuo realizar sus actividades habituales de manera eficiente y se manifiesta como tristeza, sensación de desesperanza, poca iniciativa para realizar su vida normal, perturbaciones del sueño o del apetito, dificultades para conservar la atención y, en el peor de los casos, conduce a la persona a la conducta suicida, es una de las causas más frecuentes de este desenlace. No todo el que se suicida está deprimido, pero sí es más normal que quien padezca de esta afección recurra a esa conducta.

—¿Cuán generalizada está en el mundo?

—Se considera que alrededor de un 10 % de la población mundial sufre de depresión o de ansiedad, y en los últimos 25 años ha aumentado en un 50 % este tipo de episodio.

—¿Hay más de un tipo de depresión?

—Tiene diferentes niveles, como: ser leve, moderada y grave. En el primer caso hasta una psicoterapia es suficiente a veces para ayudar al paciente y en otras ocasiones se necesita del uso de antidepresivos.

—¿Qué la motiva?

—Múltiples causas. Entre estas tenemos la pobreza, el desempleo, la pérdida de un ser querido, la ruptura de una relación de pareja, el consumo de alcohol…

—¿Y el cigarro?

—A diferencia de lo que se piensa, la nicotina no calma, mas produce ansiedad.

—¿Y en qué momento pedir ayuda?

—Cuando el comportamiento no es el cotidiano y se pierden los intereses por las cosas más usuales de la vida. Algunos tipos de depresión son producto de enfermedades crónicas con factores hereditarios.

—¿Cuáles?

—Ante un trastorno afectivo bipolar, caracterizado por cuadros de depresión y de manías; también el depresivo recurrente y en muchos casos son graves. Intervienen agentes bioquímicos y se les conoce como depresiones endógenas —engendradas en su interior, por su propio organismo—, en personalidades de tipo cicloides, aquellas con variaciones en el estado de ánimo.

—¿Qué hacer ante casos así?

—Estar atentos y prevenir el suicidio.

—El deprimido, ¿amenaza con suicidarse?

—Sí, está demostrado que de cada 10 personas que se suicidaron, nueve lo dijeron antes y la décima que no lo expresó verbalmente, lo hizo con cambios de conducta o lenguaje extraverbal; o sea, hubo un aviso, pero infelizmente en ocasiones no se le ofrece la importancia debida.

“El suicidio constituye la segunda causa de muerte entre 15 y 29 años a nivel mundial, cada año se suicidan cerca de 800 000 personas y en nuestro medio ha habido un incremento en los intentos suicidas en niños y adolescentes”.

—¿Quiénes acuden más a consulta por esta causa, los hombres o las mujeres?

—Ambos, tampoco las edades definen, ni profesiones, ni latitud. Cualquiera la sufre.

—He escuchado que personas con padecimientos mentales no tienen crítica de su situación, de ser así, ¿cómo darse cuenta de buscar ayuda médica?

—La mayoría de quienes presentan depresiones leves vienen a consulta espontáneamente porque se percatan de que no rinden igual, no sienten disposición para realizar las labores tradicionales, y cuando son más profundas los familiares y los más allegados son quienes se percatan de que algo anda mal y los traen.

—Si es grave y otros quieren traerlo, ¿hacen resistencia?

—Por lo general no. Cuando es profunda se sufre de inhibición motora, es más lento el curso del pensamiento y están muy quietos.

—¿Llega a ser crónica?

—Sí, en algunos casos ocurren a repetición.

—¿Es lo mismo tristeza y depresión?

—No, en lo absoluto. Alguien se siente triste en un momento determinado por una situación adversa, y cursa muy rápidamente, o porque se resuelve la causa o la enfrenta.

“En la depresión concurren una serie de síntomas ya mencionados que conforman un síndrome,  a los que podemos agregar el sentimiento de culpa, perturbaciones en la actividad sexual…”.

—¿El tratamiento va acompañado de medicamentos?

—No, cuando es leve, la psicoterapia la resuelve, en otros casos es necesario combinar esta con fármacos antidepresivos, y en las más graves sí los requieren.

—En caso de utilizar medicamentos, ¿son suspendidos bruscamente?

—Si lo hacen así corren el riesgo de empeorar, por eso son disminuidos de manera progresiva de acuerdo con el criterio médico.

—¿Llegan al ingreso hospitalario?

—¡Cómo no!, sobre todo cuando está catalogado de grave y si se comprueba el riesgo suicida.

—¿Recibe muchos casos con estos síntomas?

—Sí. Aunque no con depresiones graves en un gran número de ellos.

—Una vez en consulta, ¿estos pacientes se abren con el especialista?

—Claro y es muy importante porque debemos conocer las causas para ayudarlos a enfrentarlas.

—De ser grave, ¿cura?

—Los que son endógenos tienden a la repetición y dependen de las herramientas de las que se valgan para afrontar los problemas, y nosotros nos encargamos de orientarlos para ayudarlos.

—De acuerdo con planteamientos emanados de la Organización Mundial de la Salud, aunque hay tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90 % en muchos países) no los recibe por la falta de recursos y de personal sanitario capacitado, además de la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta, ¿cómo se presenta esa situación en Cuba, y cómo llega esa persona al psiquiatra?

—Es bien diferente. Disponemos del sistema de atención primaria de Salud, con los médicos y enfermeras de la familia, ese debe ser el primer eslabón, y lo ideal, entonces si se considera necesario el criterio de ser examinado por un especialista es remitido; pero, fíjese en esto, quien viene espontáneamente es atendido con gusto.

—¿Son buenos los resultados con la atención a esta afección?

—Cada individuo tiene sus propias características, de hecho la personalidad, que es un factor importante en cómo son enfrentadas las dificultades de la vida, no es igual entre uno y otro, son tantas las características de la personalidad como seres humanos, y ese es el sello distintivo de cada cual y los resultados dependen de eso. De todas maneras los logros son buenos en los casos atendidos.

“Es bueno aclarar que la depresión puede ser causa de enfermedades físicas, como la diabetes, la hipertensión arterial, los trastornos cardiovasculares y, viceversa.

—¿Y en las personas con cáncer?

—Por supuesto, ellas sienten pérdida de la vitalidad y fortaleza y se van notando incapaces de llevar su vida  cotidiana.

—¿Si alguien enferma podría ser consecuencia de que le bajen las defensas por otras causas?

—Sí, y predisponer al afectado a padecer de varias enfermedades que en condiciones normales no habrían aparecido.

—Actualmente tenemos casos de separación familiar por diversas causas, ¿atienden pacientes deprimidos por este motivo?

—Sí, sobre todo vienen ancianos que han quedado solos, otros institucionalizados tienen su atención de acuerdo con las áreas de salud, todos son atendidos.

—Palabras de aliento…

—A aquellas personas que se les cierra el camino, no ven una luz, piensen que con la ayuda de los trabajadores dedicados a la salud mental logran mejorar su visión de la vida, encontrar optimismo en la cotidianidad y comprobar que algunos problemas causantes de la depresión tienen solución y con la ayuda de un profesional encuentran la vía, que quizá solos no hallaban.

Si de algo me fui convencida de la consulta es que la vida tiene más de un camino y siempre podemos encontrar aquel que nos cambie, nos mejore o nos cure, mucho más con la ayuda profesional.