CAMAGÜEY.- La consulta médica de hoy puede interesar a personas con diabetes mellitus o no. Quienes saben que la padecen no son los únicos, hay un grupo nada despreciable que debuta cuando ya presentan algún daño o complicación añadida.

Disfrutamos de una conferencia a cargo de la Dra. Odalys Escalante Padrón, especialista de 1ro. y 2do. Grados en Angiología y Cirugía Vascular, presidenta del Capítulo de esa especialidad en la provincia y metodóloga de la Dirección de Postgrado de la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay y Profesora Auxiliar, que resultó el pretexto para pedirle su concurso y así dar a conocer y esclarecer dudas relacionadas con las úlceras en los pies de estas personas, y aceptó con mucha gentileza.

¿En qué consiste una úlcera en el pie de un diabético?

—En una llaga o herida abierta que en general se produce en la planta del pie, de causas vasculares y no vasculares; dentro de las primeras están las de origen arterial, venoso, linfático y las mixtas; las otras son secundarias a traumatismos de diversos tipos o producidas por otras enfermedades.

“Las de los diabéticos son el mal perforante plantar, un grave problema que las originan y son formadas debido a una combinación de factores, como la falta de sensibilidad en el pie, la mala circulación, deformaciones en estos, irritación —provocada por fricción o presión— y traumatismos, así como el tiempo que lleva padeciendo de diabetes. Buena cantidad de diabéticos por muchos años, sufren de neuropatía, la disminución o pérdida total de la sensibilidad en los pies como consecuencia de un daño nervioso provocado por la hiperglucemia —altas concentraciones de glucosa en sangre—, que llega a disminuir la capacidad del organismo para defenderse de una posible infección, e incluso retrasa la cicatrización”.

Esa insensibilidad, ¿a qué puede llevar al enfermo?

—A algo tan preocupante como a que sea indolora debido a esa neuropatía asociada, algo similar que ocurre en personas con enfermedad de Hansen (lepra) y puede confundirse con la de un diabético o viceversa. Hay que hacer un diagnóstico oportuno, y todos los protocolos médicos a seguir están para lograrlo.

Si ya una persona sabe que es diabética, ¿siempre padecerá de úlceras en sus pies?

—Los diabéticos que cuiden de su salud no deben sufrirla porque para que ocurra tiene que haber una hiperglucemia, es decir, el nivel de azúcar en sangre muy elevado y mantenido, y que no solo lo llevarían a esta dolencia sino a otras muy complejas.

“Si el diabético mantiene su glucemia en valores normales y controlados, nunca va a padecer de este tipo de úlceras”.

Aunque la consulta no radica en la diabetes como tal, sino a una de sus consecuencias, es bueno recalcar que si para lograr esos niveles ajustados a la normalidad, ¿solo deben mantenerse con medicamentos?

—No, la dieta es lo más importante, con las seis comidas que lleva al día y el chequeo médico periódico, tanto con el endocrinólogo como con el angiólogo, sin olvidar a los médicos de la familia, porque la atención primaria de salud es indispensable, ese conoce a su comunidad y está alerta de sus problemas.

Pensemos en un diabético, ¿cómo debe cuidarse los pies aparte de tener en cuenta sus niveles de glucemia en sangre?

—El cuidado debe ser exquisito. Tiene que lavarse los pies con agua y jabón todos los días, secarlos bien para evitar los hongos, pues estos son, en muchas ocasiones, la primera causa para que se produzca el llamado pie diabético.

¿Y si el paciente, debido a la diabetes, no tiene una buena visión para revisarse sus pies?

—La familia debe estar al tanto, observarlo.

¿Si encima ha perdido sensibilidad?

—Ese es otro de los riesgos, porque padece de una lesión y no la siente, incluso, ante algún objeto como una puntilla o una rozadura del zapato tampoco se da cuenta, y cuando nota la lesión está en estado avanzado.

¿Qué hacer para cortarse las uñas?

—Eso es muy importante. Debe hacerlo exclusivamente el podólogo, y de lo contrario, un familiar con buena visión, y si presenta hiperqueratosis —los llamados callos— tiene que atenderse con su podólogo una vez al mes.

¿Puede alguien no saber que es diabético y enfrentarse a algo así?

—Por supuesto, y la carta de presentación de su padecimiento resulta entonces una lesión en el pie que en ocasiones es pequeña y fácil de controlar; sin embargo, en otras no. Por ejemplo, cuando debuta con la diabetes tipo Dos es porque tiene daño arterial, y ya sufre de las arteriopatías del diabético, o sea, que la afluencia de sangre al pie es deficiente y no lo sabe. Por lo tanto, si se corta un dedo al picarse las uñas puede provocarle hasta una gangrena diabética. Es por eso que en ese debut pierde un artejo, parte del pie o hay que acudir a una amputación mayor, y esa manera de comenzar es muy triste.

“Se les hace un examen vascular y al interrogarlos responden negativamente porque no saben de su enfermedad, los chequeamos y en efecto, el nivel de la glucemia es elevado sin padecer de la sintomatología descrita en ellos como la pérdida de peso, mucha sed y otros”.

¿Conoce las probabilidades de padecer de úlceras en los pies de los diabéticos?

—Del seis al 15 % de los diabéticos desarrollarán una úlcera en el pie, pero hay más, cada 30 segundos se realiza una amputación a nivel mundial por esta causa y es la más frecuente de ingreso y tiempo de estadía hospitalaria. La infección es lo que mayormente determina ese ingreso. Hasta el 70 % de las amputaciones de las extremidades inferiores está relacionado con esta enfermedad.

¿Cómo se comporta en Cuba?

—En Cuba la disminución de las amputaciones es evidente por diversos programas como el del médico y la enfermera de la familia porque detectan estas dificultades temprano y es remitido al especialista; también la formación de especialistas en angiología y cirugía vascular es importante y van semanalmente a la atención primaria de salud, o sea, a la comunidad.

¿Esta disminución se corresponde a que se cuenta con el Heberprot-P?

—Sin lugar a dudas, ese medicamento cubano es novedoso, único en el mundo y efectivo, pero la amputación se realiza cuando fracasan todas las alternativas terapéuticas posibles y la muerte de tejidos es muy grande.

Si en Cuba ese medicamento está al alcance de todos, ¿puede haber cierta confianza y descuidarse un poco los pies de los diabéticos?

—Absolutamente no. Lo esencial es evitar la lesión, en la prevención está el éxito mayor.

Luego de una amputación cambia la vida de esa persona…

—De una manera radical y no solo para ella, también su familia es afectada. Es bueno conocer que por lo general el diabético tipo Dos es el que más sufre de úlceras en sus pies, por la edad —debutan después de los 60 años— y la enfermedad añadida, aunque los del tipo Uno no están exentos. No hay diabetes sencilla.

“Las amputaciones son un trauma. Las realizadas en los pies no se cierran. Las que son por debajo de la rodilla y por encima de estas deben cerrarse, y en ocasiones de inicio no se consigue en los diabéticos porque la infección no logra controlarse ni a esos niveles, y el cierre es secundario y hasta puede abrirse debido a la infección”.

¿Su mejor consejo?

—Ser rigurosos en el control metabólico, y se logra mediante la dieta, estilo de vida sano, realizar algún tipo de ejercicio, incluso, caminar, la marcha es fundamental, con esta se aumenta la circulación colateral que se desarrolla durante ese acto y se abren nuevas vías que trasladan sangre a tejidos que pueden estar hipóxicos, para estabilizar los lípidos y nunca descuidar el seguimiento de su médico.

“Utilizar zapatos cómodos, sin costuras, puntillas o clavos; lo ideal es que sean pegados, ligeros para la marcha, y de ser necesario hay un departamento de ortopedia especial donde le toman las medidas y se les hacen”.

Me queda una duda, si un diabético presenta una pequeña o simple lesión en un pie, ¿tiene que dirigirse a su médico de familia?

—Para un diabético no hay lesión simple o pequeña en sus pies, siempre es un problema y tiene que ir al angiólogo. Nuestro sistema de salud está diseñado para que haya guardia de esta especialidad las 24 horas. El médico calificado siempre estará presto a atenderlo. No es un lujo, no hay lista de espera, el tiempo apremia y si cumple con esto puede encontrar la solución.

Las estadísticas no son el fuerte en estas consultas; no obstante, ¿cómo se comporta la aplicación del Heberprot-P en lo que va del 2017?

—De acuerdo con las aspiraciones. Fuimos provincia pionera en esto y ahora estamos empeñados en que llegue a los necesitados, está al alcance de todos y el paciente lo acepta, el cubano confía en sus médicos, esa es una realidad. Este medicamento ha revolucionado el tiempo de cicatrización de la lesión, pero insisto, evitarla resulta el mayor éxito.