CAMAGÜEY.- Cuando comencé mi consulta de hoy me preocupé. Imaginen que usted llegue hasta un galeno, se interese por cómo hacer vivir mejor a las personas mayores, porque sabe de antemano -como yo en este caso- es quien domina el tema al dedillo y de pronto le diga: “Vamos a tratar con los mejores médicos del mundo para este asunto”.

Pero, con mi primera pregunta y su respuesta, esa preocupación fue dando paso a una tranquilidad absoluta, así hizo muy amena nuestra conversación y con mucha sabiduría, porque, como él dice, el adulto después de los 60 años enfrenta la vida con algunas diferencias al tener en cuenta las etapas de la niñez, adolescencia, juventud y adultez, para llegar a la vejez.

En mi modesta opinión, la etapa de la vejez ha sido calificada, a nivel mundial, de diversas maneras para suavizar cómo identificarla. Esto no lo comenté en su momento con el Dr. Ulises Sosa Salinas, especialista de II Grado en Ortopedia y Traumatología, Máster en Ciencias (en Medicina Natural y Tradicional) y Profesor Consultante de la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, de esta ciudad. También me sorprendió su estatus de jubilado, porque continúa sus consultas y entrega sus saberes sin límites donde lo necesiten.

¿Es lo mismo envejecer que vejez?

—No. El envejecimiento es un proceso progresivo, ocurre todos los días un poquito, mientras la vejez es una etapa de la vida. A partir de los 50 años de edad comienzan los primeros síntomas, continúa hasta los 60 y pasados los 80 viene la llamada cuarta edad, con importantes cambios.

“Lo primero a tener en cuenta es que: ‘la fábula, como la vida, no se valora por su longitud, sino por el contenido’, y esto lo dijo Séneca. La edad cronológica es la que tenemos; la biológica la que corresponde al estado funcional de nuestros órganos comparado con patrones similares y que sean sanos, o sea, en un concepto fisiológico relacionado con el funcionamiento de nuestra anatomía, en este caso tenemos la edad de nuestras arterias y nuestros órganos”.

¿Podemos preguntarle ya a esos mejores médicos del mundo?

—No, hay tres caminos; el primero es horizontal, que sería colocar los brazos abiertos y tener en cuenta una línea de mano a mano, representa vida biológica, la de todos, que lleva trabajo, deberes, compromisos. Nace, crece, reproduce y muere; tenemos después el descendente vertical desde el cuello hacia abajo, pasa por el estómago, el sexo… con todas sus consecuencias, por allí transitan el mal comer, la sexualidad, vicios o adicciones y es el más cursado, por así decirlo.

“El tercero es corto, del cuello hacia la cabeza, y lo llamamos ascendente vertical, no todas las personas llegan a él y es el vinculado con el intelecto, el esfuerzo, la negación de sí mismo, la renuncia a la vida disipada, la ida hacia el hogar, la familia, el buen vivir, que es la llamada realización del individuo”.

¿Ahora sí llegamos a esos médicos que me anunció y cuántos son?

—Sí. Son cuatro.

Preséntemelos…

—Con gusto. El primero es el Dr. Dieta, y luego le siguen los doctores Ejercicio, Alegría y Amor.

Visitémoslos por separado entonces…

—Por supuesto. Cuando llegamos al primero mencionado lo primero que nos recomienda es agua, esta es la base, y nos dice que debe ser potable, ingerir entre dos y tres litros diarios. Sin este líquido no podemos vivir; en segundo escaño nos coloca las frutas y las hortalizas; los almidones, que serían los cereales y tubérculos, como la papa, la yuca…; le siguen las proteínas, en la vegetal (los frijoles y semillas oleaginosas), y el pescado, con la inclusión de los mariscos, el pollo y el huevo.

“Como aderezos el ajo, el limón, la cebolla, el ají, el cilantro…, todo natural; las grasas sanas, que son los aceites vegetales en pocas cantidades y la soya. Recomienda los vegetales con colores verde —reducen la posibilidad de padecer cáncer— y amarillo intensos, pues son antioxidantes".

Este Dr. Dieta no mencionó las carnes, ¿por qué?

—Y hay más. Después de los 60 años este médico dice no a los alimentos fritos, carnes rojas, grasas saturadas, alimentos con aditivos químicos o enlatados, harinas blancas, embutidos y ahumados, a la azúcar blanca, y a la sal, café, refrescos y aderezos artificiales y al chocolate.

“¡Ah!, de comer carne roja de todas maneras, la del cerdo es mejor porque contiene la vitamina B”.

¿Qué comemos entonces los que pasamos de los 60?

—La mejor proteína animal es el pescado, de mar o de agua dulce y vegetales de todo tipo. La cebolla es un magnífico alimento, y además, cura y protege contra muchas enfermedades. Evita el efecto negativo de las grasas en el organismo y este doctor asegura que no pierde sus propiedades aunque sea cocinada.

“Las personas mayores padecen de estreñimiento con frecuencia porque toman menos agua, disminuyen sus movimientos; sin embargo, esto puede resolverse con una cebolla cortada en rodajas, se cocina en medio litro de agua con dos cucharadas de miel de abeja, se filtra, y se toma una taza en ayunas y otra al acostarse. También evita la diabetes mellitus al reducir los niveles de azúcar en sangre, y la hipertensión. Si la consume todos los días evade los ataques de asma.

“Y el ajo posiblemente sea el producto natural más beneficioso para el ser humano. Contra la artrosis y la artritis pueden comerse tres dientes al día sin cáscara y machacados.

“La papa es muy saludable, con cáscara o sin ella, a gusto de la persona, solo contiene un uno por ciento de grasa, poca sal y rica en potasio y aporta diez veces los requerimientos de vitamina C, más que el limón, ofrece vitamina B1, vital para los trastornos neurológicos y articulares, y aquellas personas que padecen de las conocidas cucas puede que sea por déficit de esta y es rica en la B3, y también fósforo, magnesio, calcio, cobre y otros minerales fundamentales.

“En la calabaza hasta sus semillas son buenas, está cargada de vitaminas y nutrientes esenciales, rica en antioxidantes que prevén el proceso de envejecimiento y estimulan el buen funcionamiento del metabolismo, disminuye la glucosa en sangre y los niveles del colesterol malo.

“Los chinos aprendieron: que uno es lo que come, y si la alimentación es sana constituye la mejor medicina”.

¿Dónde deja los lácteos?

—Son perjudiciales. La leche y sus derivados no consumirlos exageradamente. Como dice el Dr. Rafael Díaz Chacón, nutriólogo venezolano que nos ha visitado, la leche de vaca solo debe ser para el ternero.

¿Cómo adquirir el calcio que tanto necesitamos las mujeres?

—En las espinacas, el cilantro, el perejil, el maní, las habichuelas, la col y la coliflor.

“Es bueno comer en las tardes una sopa quema grasa, solo a base de vegetales, nada de sustancias de carnes o huesos, como le decimos aquí. De esta manera para digerirla el organismo gasta más calorías que la consumida.

“Y puede estar segura, quien come inadecuadamente es más propenso a padecer de enfermedades del corazón, cerebrovasculares, obesidad, hipertensión, diabetes… No olvidar la importancia de masticar bien los alimentos y no agredir el sistema digestivo con medicamentos, ni comer excesivamente, con los años disminuye el gasto de energías, por lo tanto hay que reducir su cantidad, la obesidad en estas edades es fatal y no acudir a los tentempiés frecuentes, que son las picaditas entre comidas”.

¿Podemos visitar al Dr. Ejercicios?

—Este nos dice: “el movimiento es vida”, esa es su máxima. La terapia fortalece los músculos, tonifica y lubrica las articulaciones. Hipócrates dijo: ‘El aire puro es el primer alimento’, por lo tanto, hay que comenzar por el respiratorio y para favorecer los pulmones debe realizarse por la nariz —su guardián— y con la boca cerrada.

“Se aprieta una fosa nasal, se respira por la otra, aprietas esa otra y botas el aire por la anterior, y a la inversa. Si empieza por la derecha y cierra los ojos se siente el aire subir, se oxigena el cerebro, al hacerlo por el otro lado ventilas el resto de los órganos. Hay que hacerlo con la columna vertebral bien colocada. Hay otras indicaciones y caminar es un ejercicio sencillamente excelente.

“Este doctor añade que para la cervical es muy bueno hacer movimientos simples profilácticos y terapéuticos con la cabeza al levantarse y antes del baño y observará cómo desaparecen los crujidos. Otros son indicados para beneficiar el cuello, la espalda, las manos, algunos conocidos como las ocho joyas chinas, las de la longevidad, y sacados del tai chi, y otros de rutina que mantienen vitalidad”.

En Cuba, ¿dónde conocer de estos ejercicios?

—En los círculos de abuelos, en la Universidad del Adulto Mayor, grupos de baile, y se ejercitan física y psíquicamente. Y el ejercicio de meditación es muy bueno para darnos un tiempo y descansar sin dormir, trae vitalidad y conciencia a uno mismo, hacerlo con respiración abdominal, dejar la mente en blanco y solo pensar en la respiración y mantenerse así de 15 a 30 minutos, esto nos lleva a la paz mental que conduce a salud física.

Tocamos a la puerta ahora del Dr. Alegría…

—Como verá aquí el primer consejo a tener en cuenta es la actitud mental positiva. El mundo está lleno de pequeños detalles que nos llevan a la alegría, el secreto está en identificarlos. Debemos acercarnos a las personas que nos hagan reír. Hay que darle a la vida el frescor de la niñez. Hay que aprender a disfrutar la vida. Sin lugar a dudas, los nietos son motivos indiscutibles para llevarnos a la alegría.

Nos acercamos al Dr. Amor…

—Aquí prefiero sea la Dra. Amor. Ella es una dulce y hermosa mujer, nos recibe con voz suave, melodiosa y nos dice: “Quien se aleja del rosal por temor a las espinas, jamás obsequiará una bella flor. Quien no enciende el fuego por temor a quemarse, morirá temblando de frío. Quien no es capaz de sufrir y sacrificarse por los demás, jamás gozará de la felicidad de amar y ser amado.

“Las claves del éxito son: vida, amor y risa. La primera es solamente una semilla, la segunda es una flor, y la tercera su fragancia. Es mejor contar los recuerdos y los momentos felices que los años, y tenga presente que el amor logra que el tiempo se detenga.

“Esta doctora nos despide diciéndonos: ‘Espero tengas suficiente comprensión para hacerte dulce; suficientes pruebas para hacerte fuerte; suficientes tristezas para seguir siendo humano; y suficiente esperanza para que llegues a ser completamente feliz’”.