Dra. Marisol Suárez Meléndez Foto:Orlando Durán Hernández /AdelanteDra. Marisol Suárez Meléndez Foto:Orlando Durán Hernández /AdelanteCAMAGÜEY.- El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos, constituye un importante problema de salud pública a nivel mundial, principalmente en las regiones tropicales y subtropicales, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas.

El vector principal del dengue es el mosquito Aedes aegypti (hembra) y transmite el virus al picar a un individuo infectado y luego repetir esa acción a otro sano. Se cataloga como una de las enfermedades infecciosas reemergentes más importantes de la actualidad.

Esta dolencia se presenta en cuatro serotipos, y en la última epidemia en Camagüey, Cuba, circularon todos.

Así comenzamos nuestra consulta médica con la Dra. Marisol Suárez Meléndez, especialista en Pediatría del hospital infantil Eduardo Agramonte Piña, de la ciudad de Camagüey, por eso nos referiremos al padecimiento en los niños.

--Si contrae el dengue, ¿queda inmunizado?, o ¿puede repetirle?

--No queda inmunizado, precisamente por esto de que hay cuatro serotipos. El enfermar no exime de que vuelva a padecerlo, incluso, puede que aumente el riesgo de enfermar del dengue grave.

--¿Cuáles son las manifestaciones clínicas?

--Hay un período de incubación después de la picada del insecto que puede variar entre siete y 21 días. Cuando comienza no se sabe hasta dónde llegarán sus consecuencias y cómo terminará cada caso infectado.

“Presentan fiebre, que no siempre es excesivamente alta, con diversas frecuencias, o sea, aparece y se esconde; dolores de cabeza, detrás de los ojos, musculares, en las articulaciones, sale o no el rash, que es una alteración en la piel, en estos casos rojiza y se siente levantadita al tocarla, ser visible al tercer o cuarto día al caer la fiebre o concomitar”.

--¿Hay días peligrosos?

--Sí, el tercer y cuarto días, y a veces las personas se confían porque disminuye o desaparece la fiebre.

--¿Signos de alarma?

--El sangramiento por cualquier parte del cuerpo, o sea, por la nariz, las encías, la vagina en las niñas o ciclo menstrual fuera de fecha, una hematuria (presencia de sangre en la orina); lesiones en piel como punticos rojos o morados: también los vómitos frecuentes, dolor abdominal mantenido. De todo esto puede darse cuenta la familia de los niños.

--¿Y hay otros que se escapan a los familiares?

--Claro, como sucede con el aumento de volumen del hígado, la disminución de las plaquetas o el hematocrito –volumen de glóbulos en relación con el total de la sangre-- se eleve.

--Para saber estos resultados, con la seguridad, además, de que a veces los niños, según su edad, no saben expresar qué y dónde les duele, ¿qué hacer?

--Ahí es donde radica la importancia de que sea llevado al médico, el examen clínico resulta vital, aunque fíjese, esto no quiere decir que si las plaquetas están normales no haya problemas, porque las formas clínicas son diversas.

--Si conocemos que en una zona determinada no hay infección importante del mosquito, ¿esto quiere decir que tampoco habrá dengue?

--En lo absoluto. Primero, vivimos en un país tropical y este padecimiento es típico en los de estas características climatológicas, y ese es un factor a tener en cuenta, las personas se mueven de un sitio a otro o dentro de las mismas naciones viajan por las provincias, e incluso, en nuestro caso, hasta en la ciudad de un área de Salud a otra.

--¿Puede ocurrir que algún niño con dengue responda de manera favorable en cuanto a los estudios complementarios y de momento se enrede, como decimos en buen cubano, y se complique?

--Sí, y nos ha ocurrido. En momentos están muy bien y de pronto empeoran. Pero fíjese, cuando empiezan las dificultades refieren que pierden el apetito y el agua y alimentos les saben como a metal, algo difícil de expresar por ellos si son muy pequeños.

--¿Se tiene algún indicio para saber qué tipo de dengue evolucionará bien o mal?

--En lo absoluto.

--Entonces, ¿cuáles medidas adoptan ustedes los médicos?

--Por eso lo primero es saber que las personas tienen que acudir a un servicio de salud y cumplir con las orientaciones al pie de la letra. En el caso de los bebés con síntomas, los ingresamos porque dejarlos en el hogar es un verdadero peligro y aquí ante cualquier tropiezo tiene a su alcance las atenciones precisas.

--¿Si lo traen directo al hospital?

--Es atendido sin problema alguno.

--Al querer ingresar a los bebés, ¿observan resistencia en las madres?

--Sí, por lo general no quieren ingresarlos, pero las persuadimos, es por el bien del niño y si se niegan o se van lo reportamos a su área de salud y se adoptan las medidas.

--¿Usted ha ofrecido sus servicios en otros países?

--Sí, estuve dos años en Guatemala.

--¿Hacen lo mismo allá para evitar o tratar el dengue?

--No. Ni fumigan siquiera, esos recursos utilizados en Cuba y que el país invierte para erradicar los focos del vector más la atención médica, en caso de padecer el dengue, no, ocurre. Cuando uno está fuera es que valora verdaderamente nuestro sistema de Salud.

--En el caso de este hospital, ¿dónde son ingresados estos niños?

--Están creadas las condiciones para acoger a los que vienen con fiebre es una sala de vigilancia de febriles y sus signos vitales son chequeados cada cuatro horas

--¿Hay algún tratamiento específico?

--No hay tratamiento específico, es por eso que la detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada son tan importantes. Es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales.

--Si usted tuviera que valorar en qué radica la prevención del dengue, que es una espada de Damocles en países como el nuestro, ¿qué aconsejaría?

--La prevención y el control del dengue dependen de las medidas eficaces de lucha antivectorial.

Si conocemos cuáles son las costumbres, para decirlo de algún modo, de cómo y dónde habita el Aedes aegypti, es vital acabar con esos lugares mediante el autofocal en las viviendas y los alrededores, y aprovechar las oportunidades ofrecidas por el Estado cubano para erradicar el insecto, sin él, o con el índice de infestación adecuado para que no haya transmisión, no habría dengue.

“Tenemos el privilegio de saber los detalles del vector y cómo acabar con el caldo de cultivo para su procreación. Esas cosas no debemos despreciarlas, evitar el dengue sería lo mejor y más atinado.

“Hoy por hoy, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos, y si el autofocal es óptimo no podrán depositar sus huevecillos, y también debemos estar pendientes de no mantener los hábitats artificiales.

“A diferencia de otros mosquitos, este se alimenta durante el día; los periodos en que se intensifican las picaduras son el principio de la mañana y el atardecer, antes de que oscurezca. En cada etapa de alimentación, el mosquito hembra pica a muchas personas, y si evitamos que llegue a convertirse en adulto, también logramos que no pique, es una cadena a nuestro favor, si la cumplimos, claro”.