CAMAGÜEY.- Si de algo se habla cuando de la salud se trata es acerca del infarto agudo del miocardio y a veces desconocemos una serie de detalles, a mi juicio, muy necesarios.

Esta vez conversé con el Profesor Consultante y especialista en Cardiología, doctor Justo Giraldo de Lara Abad y la doctora Lina de Lara Fuentes, quien se especializa en el mismo campo de la Medicina que su padre. Ambos laboran en el servicio de Cardiología del hospital universitario Manuel Ascunce Domenech.

¿Cuáles son los signos que las personas deben tener en cuenta, como una especie de aviso, de padecer de un infarto agudo del miocardio?

– El infarto cardiaco es el proceso actual que más problemas nos trae aparejado con el corazón. De lo primero que se quejan los pacientes es del dolor en el centro del pecho (retroesternal), con sensación de opresión; en un grupo importante de ellos les comienza en la madrugada y en horas tempranas de la mañana. No sienten alivio a pesar de utilizar, incluso, nitroglicerina debajo de la lengua. El dolor puede irradiarse hacia el cuello, mandíbula y ambos brazos. La sensación opresiva en el cuello, se denomina “angina”; acompañada en ocasiones con sudoraciones, náuseas y molestias digestivas.

“En las personas con factores de riesgo tales como hipertensión, hábito de fumar, colesterol elevado constituyen elementos importantes en sugerir que necesita atención médica, sin tardar. Mientras más temprano el paciente solicita ese servicio, así serán los resultados favorables”.

¿Puede haber una predisposición genética?

– Si la persona tiene antecedente de algún familiar que sufrió un infarto cardiaco en los cuarenta o cincuenta años es un elemento de valor. De allí la importancia de un control adecuado de sus factores de riesgo. La práctica sistemática de caminatas, entre 30 a 60 minutos diarios, al menos tres veces a la semana. El control de los perfiles de lípidos en la sangre (el aumento del colesterol y triglicéridos). La ingesta de vegetales y granos enteros varios días a la semana. Todos estos elementos nos ayudan a evitar que, si está la predisposición genética, llegue a enfermar.

Si se enfrenta a algunos de estos “avisos”, ¿puede actuarse para evitarlo, cómo?

– Un importante aviso es la presencia de la angina de pecho, que puede ser al realizar esfuerzos y en ocasiones en el reposo. Ante la duda, consultar a su médico.

“La hipertensión arterial se denomina el “asesino silente”, y solo la toma frecuente de esta nos permite conocer si padecemos de esa afección. El control adecuado de la hipertensión y el conocer cómo repercute sobre los principales órganos, digamos entre ellos: la retina (retinopatía hipertensiva), los riñones (nefropatía hipertensiva), los vasos periféricos (vasculopatía periférica hipertensiva), los vasos cerebrales (encefalopatía hipertensiva) y el corazón (cardiopatía hipertensiva), pues al presentar la presión por encima su trabajo está aumentado y como compensación aumenta su tamaño; por ello su nutrición por las coronarias no es adecuada. Al saber tempranamente que la presión arterial le sube, como oímos decir, es factible iniciar el tratamiento y las investigaciones para su control. La observación estricta del metabolismo en aquellos pacientes diabéticos, resulta vital y también el abandono del hábito de fumar”.

Si son adoptadas esas medidas o no, ¿Qué síntomas pueden servir de alarma para acudir al médico, y a qué lugar dirigirse? Por supuesto, en el caso de Cuba.

– La presencia de dolor en el pecho debe obligar a recibir atención médica inmediata en los cuerpos de guardia de las policlínicas y hospitales. Nada debe retardar el examen adecuado.

¿Hay algún tratamiento oportuno que minimice en algo el efecto de un infarto?, ¿Cuál?, y ¿en qué nivel de atención de Salud puede ser beneficiado el enfermo con ese tratamiento?

– En los pacientes que la característica del dolor haga sospechar de un infarto la realización inmediata de un electrocardiograma permite conocer si es un infarto cardiaco agudo con elevación del ST, vinculado con los espacios reflejados en el electrocardiograma y que el especialista observa. Este tipo de infarto cardiaco agudo cuando recibe su atención en las primeras horas permite que un medicamento cubano, la estreptoquinasa recombinante cubana (Heberkinasa) posibilite la eliminación de la obstrucción por un trombo en las arterias coronarias principales. Su procedimiento se denomina trombolisis sistémica, y puede beneficiarse en las unidades de cuidados intensivos municipales y en los servicios de emergencias de los hospitales.

¿En qué consiste ese proceder médico, de qué manera actúa en el organismo y cuál es el tiempo disponible para recibirlo?

– Cuando el paciente arriba al servicio de emergencias un médico le interroga, examina, descubre los síntomas y signos del infarto cardiaco agudo, de manera inmediata realiza un electrocardiograma que le permite encontrar ese infarto con elevación del ST. Un análisis minucioso permite detectar la presencia de indicaciones para el uso de la estreptoquinasa. Se ingresa en las camas de emergencias y el personal inicia el uso del medicamento, administrado en una infusión disuelta en 100 ml de dextrosa al cinco por ciento en agua, por vía intravenosa en el lapso de una hora. Bajo un estricto control médico y de enfermería el paciente recibe el medicamento. Los facultativos en las emergencias conocen sus indicaciones y contraindicaciones, la acción principal del paciente es acudir sin demora al servicio de emergencia.

“Es un medicamento excepcional cuando se administra en la primera hora del suceso y continúa su acción hasta la primeras doce horas del inicio del dolor, si no tiene esa elevación que mencionamos, no procede”.

De acudir tardíamente al médico, ¿puede aplicársele?

– La utilidad mayor de este medicamento es en la primera hora del comienzo de los síntomas del infarto. También hasta las primeras doce horas del inicio de los síntomas, pero luego de las doce horas no.

Después del infarto, ¿Qué hacer? ¿Cómo enfrentar la vida?

– Lo ideal sería corregir los riesgos a tiempo: que controle su presión arterial, su peso corporal, mantenga niveles adecuados de sus perfiles de las grasas sanguíneas, elimine el hábito de fumar, practique caminatas de treinta minutos y más, verifique su diabetes mellitus. Consulte sistemáticamente a su médico de familia, determine sus riesgos y cumpla con sus investigaciones periódicas, y si lo enfrentó, cumplir entonces con las indicaciones de su facultativo.

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