CAMAGÜEY.- Si un Programa es conocido y reconocido por la población dentro del Sistema Nacional de Salud Pública, sin dudas, es el de Atención Materno Infantil (PAMI). Este, para que mantenga sus resultados necesita de todo un engranaje al que no escapa la tecnología. Por esa razón llegué hasta la Dra. Amaralis Trull Martínez, especialista de Segundo Grado en Imagenología y Profesora Asistente del Centro Provincial de Genética Médica, adscrito al hospital materno infantil Ana Betancourt, de esta ciudad, toda una autoridad dentro de esta rama de la Medicina.

Ella comenzó el diálogo así: “Por aquí pasan todas las embarazadas de la provincia, solo ante una sospecha de algún tipo de malformación en el feto, aquellas con problemas anteriores de este tipo, las que traen por herencia algunas enfermedades detectables como determinadas cardiopatías, riñones poliquísticos... o sea, con algún riesgo genético, incluso, aquellas mujeres que tomaron diferentes medicamentos, se expusieron a radiaciones, les ha dado fiebre...

¿Hay algunos ultrasonidos concebidos en los protocolos?

—Está el del primer trimestre, conocido como integral en ese período, porque se han ido incorporando otras investigaciones. Obtenemos los marcadores genéticos en busca de las cromosomopatías (las mutaciones o aberraciones cromosómicas), como el Síndrome de Down, y malformaciones que aparecen en ese tiempo; también hacemos la cervicometría, la que radica en un estudio ecográfico por vía transvaginal y permite evaluar las características del cérvix (cuello) uterino materno, con el objetivo de establecer el riesgo de parto prematuro; e igual incorporamos el doppler de las arterias uterinas, siempre en busca del bienestar fetal, porque si es detectada alguna dificultad se le ofrece seguimiento adecuado. Estos son estudios ecográficos más sofisticados.

¿Si la embarazada ostenta algunos de los precedentes mencionados o no, y no viene hasta aquí puede quedar desprotegida?

—No. En el municipio de Camagüey hay nueve áreas de Salud y en cinco de estas hay equipos de ultrasonido con personal capacitado, y en las que no está el equipo se les facilita su acceso; además, en cada municipio está instalado uno con ese propósito, quiere decir que si en algún caso sale a la luz una mínima sospecha de anomalía es remitida acá para ser revisada y adoptar las medidas necesarias.

¿Continúa otro chequeo de este tipo?

—En el segundo trimestre, entre las 21 y 24 semanas de gestación. El propósito es encontrar malformaciones de ese período y que no vimos en el anterior, por ejemplo, las cardiopatías, las malformaciones del sistema nervioso central y digestivas. A las 28 semanas se realiza el tercer ultrasonido y luego a las 33 semanas, que es cuando el genetista da el alta o seguimiento a la paciente, y si continúa, la cita para evaluarla de acuerdo con sus intereses las veces que sean necesarias.

¿Terminan entonces con este tipo de consultas?

—No. Tenemos la ecocardiografía fetal, para lo que vienen los cardiólogos dos veces a la semana, detrás de las sospechas anunciadas en las áreas de Salud, y también con antecedentes de malformaciones congénitas cardiovasculares, si la padecen, o son diabéticas, o si sobrepasan los 37 años de edad, a quienes se les hace la amniocentesis, que es una prueba prenatal común en la cual se extrae una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto para analizarla, y que son beneficiadas ante la duda de si traen un feto con Síndrome de Down u otro marcador le dio positivo.

¿Después va con el genetista y qué sucede?

—Siempre depende de los resultados. La seguimos o no en dependencia de qué arrojaron los exámenes.

¿Si se dictamina un obstáculo sin solución en el nivel de provincia?

—Se envía a la capital.

De detectarse en el feto un padecimiento compatible o no con la vida, ¿qué determinan ustedes?

—La embarazada, su pareja y la familia son llevados a una consulta multidisciplinaria que cuenta con un psicólogo, allí son orientados de los pro y los contra.

¿De decidir continuar con el embarazo o no?

—La decisión es respetada, por supuesto, si sigue su curso todos los especialistas involucrados están impuestos de cuál es el pronóstico y de corroborarse no hay sorpresas, sino que se actúa de acuerdo con el caso requerido, y si no lo desea, el embarazo es interrumpido. Solo los involucrados determinan, ese es su derecho a elegir. Tenemos un programa para que cuando llegue la hora del parto todo esté preparado.

“Después del parto seguimos al bebé el tiempo que sea necesario y se le brinda toda la atención, en dependencia del padecimiento. Lo atendemos periódicamente hasta el año de edad, y si le desaparece le damos el alta. Hay casos que interconsultamos con nefrólogos y urólogos debido a ciertas dolencias e hidronefrosis (dilatación del sistema colector renal) en dependencia de su grado de complejidad.

“Si la enfermedad que trae el feto es incompatible con la vida y la madre y familia deciden continuar, son acompañados hasta el final, nunca se dejan solos, y si interrumpen el embarazo el sistema de Salud tiene instituido que sea corroborado con anatomía patológica y se le informa a esa familia cuál fue el resultado, incluso, en casos precisos se les orientan continúen en la consulta de Genética para seguir la consejería y evitar o avizorar cualquier repetición en este sentido”.

¿Un consejo para evitar malformaciones congénitas?

—La mujer y el hombre deben tomar el ácido fólico porque elude las malformaciones del sistema nervioso central y las cardiovasculares, y algo vital es asistir a su médico ante la menor sospecha de embarazo, la captación tardía es un problema, dificulta e impide la detección a tiempo de eventos importantes en cada etapa de ese estado, entonces las soluciones se complican. Aquí vemos hasta 30 mujeres en una sesión de trabajo.

“Nuestras puertas están abiertas para quienes lo necesiten, vengan o no con una remisión de su atención primaria de salud”.