CAMAGÜEY.- La enfermedad de Hodgkin es una neoplasia del sistema linfoide que surge en las células del sistema de defensa del organismo, se caracteriza por un aumento de volumen de los ganglios de manera no dolorosa, a veces duros y no movibles, y en un 70 por ciento aparece en la región del cuello, en la parte cervical, aunque se presenta también como primer sitio de asiento en las axilas, el mediastino o en el abdomen. Es un tipo de linfoma, un cáncer de una parte del sistema inmunitario llamado sistema linfático.
Estas precisiones nos las ofreció el Dr. Orlando Olivera Morán, especialista de Primer Grado en Hematología, Profesor Instructor y jefe de ese servicio en el hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad, quien accedió con gentileza a nuestro pedido.
—¿Solo aparecería así, con la inflamación del ganglio?
—No. Encontramos los llamados síntomas B que son: fiebre y escalofríos, pérdida de peso y sudoración profusa sobre todo nocturna, todo sin causa aparente, se hacen sentir todos, algunos o ninguno, acompañados de otros cortejos comunes de las enfermedades malignas como el decaimiento, la pérdida del apetito y se les da importancia porque influyen en la evolución de la enfermedad.
—¿Los demás órganos están exentos de esta dolencia?
—No es así. Otros síntomas responden a la infiltración de órganos, como son: el hígado, el bazo, este último considerado linfoide.
—Luego de la sospecha, ¿cómo se afirma?
—Mediante la biopsia de donde está la tumoración, esta llama la atención al paciente y es cuando acude al médico.
“Después de diagnosticada buscamos en qué estado se encuentra de acuerdo con la recopilación de exámenes realizados con la inclusión de los complementarios y es a lo que se le llama estudios de extensión de las enfermedades oncológicas, que incluye el interrogatorio al enfermo, la exploración física de los ganglios, lo complementarios con el hemograma y la eritrosedimentación (para medir la velocidad con la que sedimentan —decantan, caen— los glóbulos rojos o eritrocitos de la sangre, provenientes de una muestra), y otros como marcadores de tumoración".
—¿Contamos con los medios diagnósticos y los fármacos?
—Sí.
—¿Hay solo un tipo de enfermedad de Hodgkin?
—Encontramos el clásico y el nodular con predominio linfocítico. El primero mencionado es el que más abunda con sus subvariantes con predominio linfocítico clásico, esclerosis nodular, con celularidad mixta y con depleción linfocítica, y fuera de este el predominio linfocítico nodular que hoy en día no clasifica tanto como un linfoma de Hodgkin, más bien en No Hodgkin, en correspondencia con sus marcadores inmunológicos, que contempla a otro grupo de enfermedades que llevaría a otro capítulo.
“Algo interesante alrededor de la enfermedad de Hodgkin es que hasta hace unos años atrás se dudaba de que fuera un cáncer porque el porcentaje de células malignas es poco; sin embargo, su impacto es enorme porque son aisladas y el resto de las que son inflamatorias no malignas forman un halo a su alrededor”.
—Como en otras enfermedades, ¿tiene determinado su estadio por la malignidad?
—Entre el I al IV (1 al 4). En el I el cáncer se encuentra en una región de ganglios linfáticos; el II está en dos o más regiones de ganglios linfáticos del mismo lado del diafragma o afecta a un órgano y sus ganglios linfáticos regionales, aquellos ubicados cerca del lugar del linfoma, con la presencia o no de cáncer en otras regiones de ganglios linfáticos del mismo lado del diafragma; el III se ve en áreas de ganglios linfáticos a ambos lados del diafragma, es decir, arriba y abajo del diafragma y otras definiciones; el IV es cuando se diseminó a órganos más allá de los ganglios linfáticos que incluyen el hígado, la médula ósea, fundamentalmente.
—¿Tiene predilección por alguno de los sexos y raza?
—Predomina en dos a uno en los hombres, la diferencia entre raza no es tan notable, aunque en nosotros se ve más en la caucásica. No resulta una enfermedad tan común, es de un caso por cien mil habitantes.
—¿Se relaciona con la edad?
—La edad es interesante porque tiene un pico de aparición en los adultos jóvenes entre 15 y 39 años, viene una meseta y luego surge de los 55 años en adelante y en estos la respuesta no es igual.
—¿Es curable?
—La cura es del 50 por ciento y un 25 por ciento de quienes fallan al primer tratamiento, son rescatados en otro y curan en un 75 por ciento. Es una de las enfermedades oncológicas con más alta tasa de respuesta positiva a la quimioterapia. En los jóvenes el pronóstico es mejor.
—¿Cuántos nuevos casos recibe este servicio al año?
—Alrededor de 10 casos.
—¿Alguna causa específica?
—No, a pesar de que se invoca a un virus de la familia de los herpes, el Epstein-Barr, el mismo de la enfermedad infecciosa comúnmente conocida como mononucleosis o enfermedad del beso.
“No quiere decir que quien padezca de mononucleosis sufra luego de la de Hodgkin, o sea, puede desencadenar en una o en otra”.
—¿Tampoco con los hábitos tóxicos?
—La literatura médica recoge que a quien consume bebidas alcohólicas le puede doler, yo no he tenido ningún caso así.
—¿Alguna recomendación?
—Detectarse temprano es vital. Si se siente algún síntoma de los mencionados es importante que asista a los servicios de la Salud, ya sea a su médico de familia o al hospital. Si llega a nuestro servicio se atiende sin reparo alguno y se le ofrece el seguimiento adecuado. Mientras más pronto se diagnostique la enfermedad, más eficaz será el tratamiento y de ahí la posibilidad de curación.