CAMAGÜEY.- El término psoriasis se deriva del griego “psora”, que significa picazón; es una enfermedad conocida desde hace más de 2 000 años y en la antigüedad era falsamente diagnosticada como lepra, debido a su semejanza en la sintomatología.

Así comenzó nuestra consulta con la Dra. Ailén Delgado Valdés, especialista en Dermatología y Medicina General Integral (MGI), del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad.

¿Cómo puede definirse este padecimiento?

—Es una enfermedad inflamatoria crónica y recurrente, determinada por factores inmunológicos, genéticos y ambientales que daña fundamentalmente a la piel, semi mucosas, uñas y puede presentar, además, un compromiso articular. De manera general afecta aproximadamente al dos por ciento de la población mundial.

¿Influye la raza?

—Resulta más frecuente en la raza blanca.

¿Y por edades?

—Las más frecuentes para su aparición son entre los 16 y los 22, y de 57 a 60 años de edad.

¿A qué se debe?

—A los cambios hormonales importantes como ocurren en la adolescencia, la menopausia y andropausia.

¿Su etiología u origen?

—Como en muchas afecciones de la piel no están bien precisadas. Se dice que es un fenómeno inflamatorio determinado por un patrón de reacción cutánea caracterizada por una hiperproliferación y diferenciación epidérmica anormal, o sea, que hay un tránsito epidérmico acelerado porque las células germinativas o basales hacia las capas más superficiales de la epidermis en personas que no padecen de psoriasis ocurren en 30 días, mientras que en el portador de la enfermedad sucede en cuatro días y causa el engrosamiento de la piel.

¿Qué factores pueden desencadenarla?

—Hay una relación genética sobre todo quienes tienen el gen PSORS1, presente en el cromosoma 6p21, y son más propensos a padecerla; igual otros factores externos como: el clima y son más graves en los países fríos; y en aquellos que la padecen recurren ante las infecciones y un ejemplo son los pacientes del virus de inmunodeficiencia humana (Vih); en algunos casos por estafilococos aureus o el estreptococo beta-hemolítico y este germen es el responsable de la exacerbación de los cuadros de psoriasis guttata que aflora con lesiones muy pequeñas.

“En un 25 % de los enfermos puede asomar en sitios que sufren traumas y se conoce como fenómeno isomórfico de Koebner. Otras personas que se exponen de manera exagerada al sol también suelen mostrar recurrencia de la enfermedad”.

¿Afecta el consumo de drogas y tóxicos?

—El alcoholismo y el tabaquismo exacerban las lesiones.

Imagen: Tomada de canalsalud.imq.esImagen: Tomada de canalsalud.imq.es

¿Se prohíben algunos medicamentos para quienes padecen de psoriasis?

—Sí, algunos destinados para el corazón o para controlar la hipertensión arterial, como son los betabloqueadores; los antipalúdicos o antimaláricos; los antiinflamatorios no esteroideos; y nunca deben tomar aspirina. Daña de una manera más severa la supresión brusca de los corticosteroides.

“Los pacientes identifican, y es real, su estado de ánimo, entre este la ansiedad y la depresión. El estrés es fundamental”.

¿En algún momento de la vida mejora de modo evidente?

—Debido a cambios endocrino-metabólicos desaparece durante el embarazo y luego del parto regresa.

¿Cuándo una persona sospecha que padece esta dolencia?

—Aunque la variabilidad es mucha, por lo general el diagnóstico clínico resulta acertado, con la visualización de las lesiones por el especialista no siempre hay que acudir a la biopsia. La clásica o vulgar, y se presenta por lesiones eritematoescamosas en forma de placas de bordes bien definidos, de diámetros que varían desde muy pequeñas hasta 30 centímetros y los lugares más comunes a aparecer son las zonas extensoras de las extremidades, entiéndase los codos, las rodillas y región sacra y asoma de manera simétrica y bilateral.

“Otras localizaciones las encontramos en el cuero cabelludo, y la conocida como psoriasis invertida, que aparece en los pliegues cutáneos, entre los que tenemos el cuello, las axilas, los submamarios, las regiones inguinales, y se ven enrojecidas, brillantes, por encima del nivel de la piel y sin escamas.

“Tenemos la palmoplantar. Esta de las manos y los pies lleva bastante a la discapacidad y limita a quien la padece porque se acompaña de queratosis, fisuras dolorosas que pueden sangrar y rigidez.

“La psoriasis de las uñas de las manos y los pies que se relaciona con la de otros niveles o con la de las articulaciones (artritis psoriásica) con deformaciones importantes en las manos, limitación para moverlas y dolor, con punteados o coloreadas, a lo que denominamos en mancha de aceite.

“La genital es menos asidua, y aunque se presenta en ambos sexos, en los hombres es más frecuente”.

¿Puede tener un comportamiento grave?

—Sí, la eritrodermiapsoriásica, cuando más del 90 % de la superficie corporal está afectada, y en estos casos las complicaciones posibles aquejan el sistema renal y hepático, y puede hasta comprometer la vida del paciente; y la psoriasis pustulosa (localizada o generalizada).

¿Mejoran a los tratamientos?

—Son individualizados y es vital mantener una comunicación adecuada médico-paciente, porque los tratamientos son particulares. Deben conocer la importancia de hidratarse, conservar la higiene, disminuir el estrés en lo posible, dormir entre seis y ocho horas diarias como mínimo, evitar lo hábitos tóxicos, los golpes o traumas en esas zonas, la exposición excesiva al sol y aplicarse los fármacos en cremas indicadas por el especialista. Es una afección que suele ser persistente durante meses y años.

“Hay tratamientos sistémicos, vía oral o endovenosa, reservados para las psoriasis mencionadas como complicadas. En el mundo se ha llegado a la terapia biológica mediante moléculas proteicas vinculadas con los mediadores que intervienen en la inflamación que se produce y otros”.

¿Se utiliza la medicina natural y tradicional?

—Sí. Las cremas de cebolla, de manzanilla, de aloe; la ozonoterapia vía rectal, la digitopuntura, acupuntura, auriculoterapia, estas últimas fundamentalmente para sedar al enfermo y así reducir el estrés; sin olvidar las cremas emolientes, hidratantes y suavizantes cuando las lesiones han mejorado de manera que resulte oportuno lubricar e hidratar la piel.

¿Los enfermos acuden a tiempo a consulta?

—Realmente sí, las afecciones de la piel llaman mucho la atención y alteran a la persona, y los atendemos en consultas multidisciplinarias que incluye a psicólogos o psiquiatras, según convenga, porque hay quienes debutan con la enfermedad y demoran mucho en que reaparezca, pero en otros no.

¿Es contagiosa?

—No, en lo absoluto.

¿Se maligniza?

—Tampoco. Eso sí, el enfermo sabe que siempre tiene abiertas las puertas de nuestras consultas.