CAMAGÜEY.- En la etapa de embarazo la futura madre piensa mucho acerca de cómo será su hijo cual suerte de una incógnita perenne, y son diversas las interrogantes que quisiera conocer. Luego de nacido es natural esa primera imagen que recibe, lo revisa, en fin, luego viene una etapa fundamental y es la de la observación, de manera tal que ante cualquier duda debe consultarle a su médico.

La pérdida de la audición o hipoacusia, por ejemplo, puede afectar la capacidad de hablar y el lenguaje en sí mismo, pero también el desenvolvimiento social. Quise conocer cómo detectar este problema de salud y para ello quién mejor que el Dr. Juan Miguel Iglesias Solís, especialista de Segundo Grado en Otorrinolaringología del hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña, Profesor Auxiliar y Consultante de la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, de esta ciudad, y Máster en Atención al Niño con discapacidad.

¿Cuáles son los riesgos a tener en cuenta para sospechar de esta dolencia?

–El uso por la madre de antibióticos ototóxicos durante el embarazo que pueden alterar la audición y lo mismo con algunos diuréticos, por supuesto, utilizados por razones justificadas, lo que puede ocurrir al niño pequeñito, porque la determinación se coloca como en una balanza entre riesgo y beneficio, como el salvar la vida e incurrir en un riesgo, y es algo a tener en cuenta.

“Tenemos identificado un grupo de factores de riesgo auditivos en las etapas prenatal, perinatal y postnatal”.

¿Otros peligros a tener en cuenta?

–Los conflictos sanguíneos que pueden aparecer entre la madre y el padre, y el conocido como el factor RH, también la rubéola en el primer trimestre del embarazo o recibir radiaciones en esa etapa. Estos ocurren en la etapa prenatal, e incluso, en ocasiones pasan por estos eventos sin saber que estaban embarazadas.

“Otros peligros ocurren alrededor del parto, como la instrumentación con maniobras riesgosas a nivel de la cabeza del bebé, los que nacen con bajo peso, se tiene en cuenta si el niño respiró bien o no a la hora de nacer. Estos acontecimientos y otros son cuantificados y en dependencia del resultado se considera o no cuánto riesgo auditivo tiene o no".

¿Cuál sería la etapa esencial para detectar la afección?

–Lo fundamental es detectarla a muy temprana edad, de ahí dependen sus posibilidades de alcanzar un lenguaje socialmente útil. Cuanto más rápido reciban ayuda los niños con pérdida auditiva, más probable es que logren todo su potencial. Durante los tres primeros años de vida sería lo adecuado, pero si se detecta en los primeros seis meses de nacido mucho mejor, sería lo ideal.

¿Cómo darse cuenta la familia?

–Cuando el niño nace se le entrega a la familia una guía de qué y cuándo el bebé debe ir incorporando acciones por meses, por años…; si los padres observan que no voltea la cabecita ante ruidos fuertes, o lo hace al verlos y no cuando se le habla o llama por su nombre, en su tiempo no dice palabras sencillas como mamá o papá…, hay que comunicarlo al médico para estudiarlo.

“Si va creciendo y tarda en hablar o no lo hace claro, ignora a personas o a indicaciones de manera reiterada, igual debe ser chequeado. En otros se tratan más tarde, es en el círculo infantil o la escuela donde se percatan del problema, porque si el niño no oye bien no habla bien, y si no oye, no habla. Llama la atención al no responder a ciertos sonidos o porque parece distraído, o presenta bajo rendimiento escolar.

“En los tres primeros años de vida sería lo esencial porque es la llamada etapa crítica de adquisición del lenguaje y mientras más alejado de ese período se detecta el problema, así disminuyen las posibilidades. Y si la sospecha y confirmación se da en los primeros seis meses de nacido mucho mejor, incluso a tan temprana edad puede colocársele la ayuda auditiva si lo necesitara".

¿Y después del parto?

– La meningoencefalitis bacteriana, los traumatismos craneales, por solo mencionar algunos.

¿El factor hereditario influye?

–Cómo no. Deben tenerse en cuenta aquellos hijos de padres con el padecimieno, o con familiares muy cercanos que sean sordos. No quiere decir que si el infante está rodeado de alguno de los factores de riesgo va a ser sordo, pero debe ser seguido y controlado por el médico.

Recuerdo que en la provincia se inició un pesquisaje auditivo…

–En efecto, en el 2012, y fue la primera en Cuba en realizar un pesquisaje auditivo universal con todo el equipamiento y protocolo muy bien concebidos. Empezaba en la maternidad a todo el que naciera, con o sin factor de riesgo, los que pasaban y se les detectaban riesgos entraban a la fase diagnóstica que lleva una serie de exámenes con equipos de alta tecnología, de ahí se llegaba a la conclusión que requería tratamiento médico, quirúrgico, o de ayudas o auxiliares auditivos, las mal llamadas prótesis.

“Como es natural queda el seguimiento médico, que incluye el logofoniátrico porque hay que enseñarlos a hablar, y para saber cómo le funcionaban y se adaptaban a estas ayudas auditivas”.

¿Cuál fue el resultado de ese programa?

–Debido a lo logrado, todo muy positivo, se extendió a todo el país. Este programa fue auspiciado por la Organización No Gubernamental de Alemania, Christian Blind Mission International (CBM), y sus especialistas y asesores quedaron muy satisfechos de lo alcanzado aquí, y ha sido un ejemplo en estos estudios.

¿Pudiera resolverse totalmente el déficit auditivo?

–Depende del grado de la pérdida, porque son ligeras, moderadas, severas y profundas y lo esencial, repito, radica en diagnosticar el problema precozmente.

¿Qué es lo que nunca debe pensarse ante los signos mencionados?

–No es bueno evadir la situación con la idea de que tal o más cual persona de la familia habló tarde, por ejemplo, eso a veces sucede y es un grave error porque se está perdiendo un tiempo precioso, pues la plasticidad cerebral se desarrolla mucho en los primeros períodos de la vida, por tanto si la parte auditiva que está ubicada en la parte temporal del cerebro no se presenta, por así decirlo, hay otros sentidos que ocupan ese espacio. Por ejemplo, en mapeos cerebrales en niños que ni oyen ni ven, se ven que desarrollan el tacto.

“Es por eso que mientras más se aleje la audición en ocupar su espacio en el cerebro, a la hora de recuperarlo ya está invadido por otro de los sentidos”.

¿Qué repercusión puede tener debido a virus como el Zika?

–Aún no se conocen con exactitud todas las secuelas que pueda traer consigo, y ese es el motivo por el cual chequeamos a todos los bebés que sus madres lo padecieron durante la gestación, a ellos les hacemos potenciales evocados auditivos del tallo cerebral. Nuestro sistema de salud nos permite estar atentos a ofrecer este tipo de atención.

¿Han detectado trastornos auditivos en niños chequeados por esa causa?

–Eso no lo podemos asegurar, porque incluso, puede darse el caso que coincida con otros de los factores de riesgo mencionados, pero por causa Zika solamente no lo hemos tenido.

¿Cómo llega a ustedes un niño con sospecha de este padecimiento?

–Nuestra consulta de audiología no tiene límites de cantidad de casos a atender ni requisitos de remisiones. Si lo traen lo atendemos hasta probar o descartar la dificultad.

“Lo ideal es recibirlo por el pesquisaje y que lleguen desde el hospital materno infantil donde nazca, o sea, a temprana edad, pero los que lleguen por otra vía o de casos Zika de las madres son atendidos, por cualquiera que sea la inquietud. Cuando acuden a nosotros por recomendación de los maestros ya es más tarde porque pasa de cinco años, son atendidos, pero el resultado no sería igual”.

De acuerdo con su experiencia, en nuestra provincia, ¿qué abunda, la llegada tardía al médico o la precoz?

–Los casos que llegan a tiempo son los más, el pesquisaje que tenemos concebido lo favorece sin lugar a dudas.

¿Cómo se materializa al programa de implante coclear (1)?

–Su verdadero resultado es cuando el implante es temprano, sobre todo en los tres primeros años de vida, porque la idea es utilizar la ayuda auditiva y cuando se considere oportuno acudir al implante, lo inserta muy rápido en la evolución normal de la audición, la rehabilitación se acorta y eso es lo más adecuado.

¿Donde se le realizaría el implante y cómo accede a esa posibilidad?

–En La Habana. Tenemos una comisión multidisciplinaria integrada por neurólogos, oftalmólogos, psiquiatras y otros, encabezada por el audiólogo, determinamos los candidatos y al ser chequeados en la capital les completan los estudios; lo mismo sucede con todas las provincias, por lo que en la comisión nacional se decide quiénes se implantan o no, y de ser esta última la determinación se justifica muy bien.

¿Cuántos niños camagüeyanos han sido favorecidos con el implante?

–Dieciocho. De estos algunos a edades tempranas, pero si hay otros con varias discapacidades igual clasifican, porque si es grande y aparte de su problema auditivo padece de una retinosis pigmentaria y quedará ciego, aunque no reúna otras condiciones y se sepa que tampoco recuperará la audición como los más pequeños porque ya ese espacio en su cerebro está ocupado como referimos antes, se tiene en cuenta que siempre mejorará su calidad de vida, no será una persona ciega y sorda totalmente.

“La importancia de esto es que en Cuba el implante coclear es pediátrico, universal y gratuito. Un implante puede costar hasta 50 000 dólares o euros, entre el tratamiento quirúrgico y la rehabilitación, en dependencia del país en que se realice, a pesar de que a Cuba le cuesta adquirir cada equipamiento y aditamento. Actualmente tenemos 10 candidatos”.

Consejos...

–Insistir en que los padres conozcan los riesgos, estén atentos a esas señales que avisan de una dificultad auditiva, como el lenguaje, el niño aparentemente distraído, las otitis y secreciones de oídos, no introducirle objetos.

(1) El implante coclear no es lo mismo que un audífono porque es implantado quirúrgicamente y funciona de manera diferente. Es un producto sanitario implantable. El dispositivo electrónico o estimulador se coloca bajo la piel, detrás del oído, y el haz de electrodos se sitúa en la cóclea, dentro del oído interno.