Camagüey.- La calabacita del sueño –la víspera- tampoco quiso dormir temprano. Los niños de esta valiente Isla la convidaron al jubileo de los preparativos de clases, porque este martes en toda Cuba, las inquietas personitas con la familia en vilo, tomaron llanos y montañas, pueblos y ciudades y con ese bullicio especial que acaricia cada amanecer del saber, penetraron en las aulas con olores y colores nuevos y desgranaron anécdotas de realidades fantásticas, como si todos hubieran comido “cotorra”.