Anoche fueron los míos contra mejores jugadores; incluso Rodolfo nunca dijo: “Se sufre pero se goza”. Mas, la noche triste no pudo tener mejor banda sonora, para recordarnos el orgullo tras la derrota que Van Van. No se parecían a los músicos del Titanic, porque mi equipo nunca se hundió, se creció entre su pueblo. Que por un día se hablara más de pelota que de fútbol, que nos ilusionáramos otra vez, que la gente vuelva a sufrir y a gozar con un deporte patrimonio, esa es la verdadera victoria.