La mirada de Eduardo Labrada Rodríguez dibuja un estadio placentero. Con sus más de 85 años y su voluntad de no darse por vencido, cada vez que tiene un chance vuelve a las cuevas. Al decir de él es ese: “otro mundo, nada de lo que en ella existe, ni flora, ni fauna, ni ambiente, ni paisaje… se encuentran en la superficie.