En la empacadora Tomás Rojas, de Florida, las circunstancias impuestas por la emergencia energética provocada desde septiembre de 2019 por las medidas del gobierno de Donald Trump para impedir la llegada de combustible y ahogar la economía cubana, y que no han desaparecido un año después, no aminalan al colectivo. Allí inician las labores a las doce de la noche para cumplir sus planes productivos.