Aunque el título pudiera sugerirle que me referiré al pedacito de noche que con relativa periodicidad toma las áreas del Casino Campestre, y las acaban por cierto. No importa que sea el parque urbano más grande de Cuba y mucho menos la salud de las especies del Zoológico, no, ya hemos hablado demasiado y allí sigue el césped y los animales cada vez más maltratados, el patrimonio que se destruye y no se recupera ni con el cumplimiento de todos los planes habidos y por haber.