Una psicóloga de Santiago de Cuba, un pinareño instructor de arte, una periodista de Las Tunas, una representante de la Iglesia Metropolitana de la capital, un estudiante de Medicina granmense, uno de Veterinaria en Camagüey… más de 50 personas de distintas profesiones y procedencia coincidieron para soñar un mundo más justo y ayudar a construirlo.