• Piercing: una huella para toda la vida

    Ya sea por un simple gusto, para resaltar, como símbolo de rebeldía o reflejo de la personalidad, los piercing resultan cada vez más populares entre los jóvenes, convirtiéndose en una moda.

  • ¿Y cómo se desnuda su esposa?

    Allá por el mes de diciembre de 1937 apareció en la prensa de la época un anuncio donde se decía que el profesor norteamericano Mr. Allen Gilbert, procedente de una notable academia de New York, había llegado a la ciudad de Camagüey para enseñar a desnudarse a las mujeres casadas.

  • Moda femenina a la camagüeyana

    La mujer camagüeyana, en lo esencial, tuvo siempre fama de buen vestir y ese gusto se lo debemos a todos los siglos anteriores, aunque el XIX puso el sello, pues entonces la burguesía lugareña, que era quien marcaba la pauta de la moda, alcanzó sus más altos vuelos con una notoria influencia del refinamiento de París, traída a la ciudad por familias que visitaban Francia, Italia o los Estados Unidos.

  • Moda viral

    El virus y el aislamiento nos ha impuesto modas. Unas modas de las que dos meses atrás hubiéramos renegado con escandalosa burla. Tal como suele pasar en la industria del vestuario, lo que un día es vergüenza al siguiente amanecer puede estar en portadas de revistas y en los desvelos de millones; millones de gentes y de dineros. Y en otros contextos, invirtiendo el ingenio, aunque en ese talento ya seamos millonarios.

  • Modas sin modos

    La historia de la humanidad  ha estado plagada de personas atrevidas y extravagantes, de individuos que sobresalieron entre sus contemporáneos no por cualquier contribución al mundo de los mortales, y sí por su estrafalaria apariencia.