Aquí lo dijo Fidel, desde el balcón donde nos amaneció aquel enero victorioso: “la libertad no es todo. La libertad es la primera parte, la libertad para empezar a tener el derecho de luchar”. Y por nuestra soberanía, salimos a confirmar certezas en noviembre, en mayo o en enero. Así lo hacemos este 27 de diciembre. No tiene que ser Primero para celebrar el Triunfo, defender la tranquilidad de nuestras calles, la autodeterminación ganada a fuerza de coraje, las risas de los niños como salvavidas para cualquier tormenta, el país que se renueva desde los polos científicos y las aulas universitarias, las medallas al cuello de nuestros deportistas, el trabajo como fruto que enaltece la moral... las conquistas de una Cuba a la que no le han regalado nada.