Lo que no estaba en los pronósticos de nadie, sucedió: Granma se deshizo del campeón nacional en solo cuatro choques, la tarde de este domingo con cerrada pizarra de 3×2, desatinos arbitrales, decisiones técnicas para la controversia y un fly de sacrificio de Guillermo Avilés.

HIGHLIGHTS

-En el juego de ganar o morir, Ciego apostó por un line up con solo dos refuerzos (Julio Pablo Martínez y Donal Duarte), acaso porque el mentor Roger Machado decidió –cosa encomiable- que jugarse la vida es mejor con los de uno. Así, Edilse Silva y Dainier Gálvez quedaban fuera de la acción, y junto a ellos, también se iba la energía vital de Alexander Jiménez. Las plazas de los ausentes las copaban Abdel Civil, Yorelvis Charles y Rubén Valdés. Mientras, del otro lado el único cambio era el lanzador.

-Con plena ventaja en el dual meet, Granma subía al montículo al zurdo Leandro Martínez y el Tigre se ilusionaba con dar, por lo menos, el zarpazo salvador de la honrilla. Y el primer break del desafío rompió a su favor cuando el elevado inofensivo de Martínez provocó una colisión entre Roel Santos y Yordan Manduley, convirtiendo la conexión en doble. Pero entonces, en un delirio de conservadurismo, Yorbis Borroto recibió la orden de sacrificarse y el béisbol, que castiga, frustró la posibilidad avileña de dar un golpe sicológico en los mismos comienzos del partido. Se jugaba el primer episodio; el pitcher adversario ofrecía escasas garantías; venía la tanda alta; en segunda estaba un corredor velocísimo… Había muchas razones para no tocar la bola, pero se hizo. Y Granma respondió con otro (a mi modo de ver) movimiento inesperado: adelantar el cuadro a esas alturas. Es la pelota que se juega hoy en Cuba. Y como para gustos se han hecho los colores, yo confieso con todo respeto que, francamente, me disgusta. Como tampoco puedo concordar con el intento de robo de un hombre “pesado” como Osvaldo Vázquez en el segundo inning, o con la orden de que Yoelkys Céspedes tocara en dos strikes, con par de hombres en el recorrido.

-Las carreras que pusieron delante a la visita cayeron en el cuarto capítulo. Una, por indiscutible de Vázquez frente al abridor, quien había caminado hasta ahí con la cooperación de los desconcertados bateadores de Ciego. La segunda, por fly a los jardines de Valdés. Sin embargo, eso en vez de animar a Erlis Casanova, tuvo un inexplicable efecto negativo: el pinareño regaló tres boletos en fila (con balk intercalado) y José Ángel García tuvo que hacerse cargo antes de la mitad del choque. El recordista histórico en salvados empezó mal: cuatro bolas a Carlos Benítez, los locales se acercaron (2×1) sin conseguir un hit, y Ciego parecía en capilla ardiente. Mas Guillermo Avilés roleteó por el box para doble matanza y el panorama se aclaró sobremanera. Por el momento, Ciego se salvaba.

-El Barbero de Guanajay tiró también el quinto, y el sexto, y abrió el séptimo. Entonces, tras el esfuerzo sobrehumano, un error del inicialista suplente, Griñán, sirvió la mesa para que el texas de Céspedes empujara el empate en las piernas de Avilés. 2×2. Y abrió el octavo guapo, entero, merecedor de todo, pero la estamina nunca ha sido la especialidad de un taponero y enseguida se vio con dos en el circuito, par de outs y Benítez en el plato. Otra base y adiós. El fin se veía cerca, y en la Peña de Piquinini hacían fiesta Toqui, Edith y Juan José, y en la Peña Los Caminantes le daban rienda suelta a una alegría atorada en sus gargantas durante varias décadas.

-Dachel Duquesne, sustituto de García en el volcán de los martirios, no pudo conjurar el cataclismo. Luego de un conteo dudoso que pudo poncharlo, Avilés –que formó junto a Lázaro Blanco y Despaigne la Santísima Trinidad de la victoria granmense- largó un batazo alto al left field que remolcó la anotación que más felicidad le ha dado a la provincia desde su entrada, muchos años atrás, en las Series Nacionales. Con eso bastaba, porque Miguel Lahera no ofreció más libertades. ¡Granma Campeón! Por encima de cálculos y lógicas, había ganado el que más ganas le puso. El que más disfrutó cada encuentro. El mejor, hasta tanto se demuestre lo contrario.

LAS CARAS DEL JUEGO

Positiva: La actitud de Granma, recompensada con su primer trofeo.

Negativa: Ya me aburre criticar la tendencia a tocar en nuestro béisbol.

Preocupante: ¿Podrán asistir muchos peloteros de Granma a la Serie del Caribe, o deberán ceder su paso a dos legiones de refuerzos?

Incomprensible: Pedirle al público que no se lanzara al terreno al final del partido.

Recomendable: Más que eso, forzoso: unificar la zona de strike de nuestros árbitros.