LA HABANA.- Casi llegando a su fin la también intensa jornada de este domingo, un íntimo y especial momento dejó entrever a grandes rasgos cuán intensas, francas y amenas habían sido las horas antes las conversaciones oficiales sostenidas por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y Kim Jong-un, Presidente del Partido del Trabajo de Corea, Presidente del Comité de Estado de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea.

«Estoy muy conmocionado de que usted, querido compañero Presidente, acudiera a esta reunión, a pesar de viajar miles de kilómetros en medio de los grandes acontecimientos internos que se suceden en Cuba con el proyecto de reforma constitucional. Esto me hace sentir, una vez más, que los sentimientos profundos y los propósitos comunes acortan las distancias geográficas», aseguró el compañero Kim Jong-un.

Haciendo alusión al primer encuentro sostenido tres años atrás por ambos, recordó que había sido una ocasión histórica y prometedora para las relaciones entre la República Popular Democrática de Corea y Cuba. «El de hoy –dijo- será un histórico punto decisivo que manifiesta la firme voluntad de los dos partidos y pueblos que desean desarrollar invariable y eternamente la tradición y la historia de amistad».

«Las relaciones de amistad entre Corea y Cuba mantuvieron invariablemente su aspecto original aun en las tempestades de la historia y días de severas pruebas».

Entonces evocó que esos lazos de amistad se fortalecieron y desarrollaron enraizados en los establecidos entre los grandes líderes de nuestros dos países: los camaradas Kim Il Sun, Kim Jon Il, Fidel Castro Ruz y Raúl Castro Ruz.

«Es la herencia común y la mayor riqueza de ambos países». Nuestros líderes revolucionarios compartieron la pena y la alegría en el frente común de la lucha antimperialista e independiente creando la base de la tradición de amistad.

«Hoy los dos partidos y pueblos están juntos sin vacilación alguna en la trinchera común para la defensa de la soberanía y la dignidad del país, la salvaguarda del socialismo y la realización de la verdadera justicia internacional».

En el futuro –aseguró- los seguiremos respaldando invariablemente en su lucha contra el bloqueo de Estados Unidos.

Expresó su seguridad de que esta visita tendrá resultados fructíferos permitiendo traer un nuevo porvenir a las relaciones de amistad.

Desde sus emociones el Presidente cubano calificó de «altísimo honor» el estar nuevamente de visita en la hermana República Popular Democrática de Corea.

«Soy portador de un caluroso abrazo para el pueblo de la RPDC del General de Ejército Raúl Castro Ruz y de todo el pueblo cubano.

«Nuestras relaciones son históricas y se basan en el respeto mutuo y la admiración, fundadas por la amistad del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del gran líder, Kim Il Sun, han sido continuadas y fortalecidas por la labor de Kim Jong Il y del General de Ejército Raúl Castro; y tanto el camarada Kim Jong-un como yo en las conversaciones oficiales que sostuvimos en horas de la tarde nos hemos comprometido a continuar fortaleciéndolas y ampliándolas para que perduren por toda la vida», expresó Díaz-Canel.

Continuidad ha sido palabra clave desde que inició esta gira. También lo fue durante esta jornada. Con toda convicción «hemos expresado que el proceso de continuidad de la Revolución cubana también significa la continuidad en las relaciones históricas con la República Popular Democrática de Corea», manifestó.

«Ese es el principal objetivo de nuestra visita y su principal significación». Continuaremos fortaleciendo esas relaciones y desarrollando el diálogo político al más alto nivel, también el intercambio y la cooperación, refirió.

«Estos son momentos que nunca olvidaremos», aseguró al agradecer el masivo recibimiento del pueblo de Pyongyang como muestra de simpatía, amistad y solidaridad con Cuba; así como la velada artística ofrecida que recoge la historia de las relaciones entre nuestros países, consideró.

El Presidente cubano agradeció el apoyo constante en la lucha contra el bloqueo.

Interesantes, francas, amenas y honestas fueron las conversaciones. «En ellas hemos ratificado trabajar codo a codo con todos nuestros esfuerzos para seguir fortaleciéndolas».