CAMAGÜEY- Caminar las calles camagüeyanas da una idea de lo que mañana sucederá antes de despuntar el alba.

Las banderas cubanas, esas que en tricolor certeza aúnan e invitan, ondean colgadas de ventanas y balcones como bailarinas al viento que las bate.

Un hombre con un niño de la mano aguanta en el pecho el cartel que se niega a esconder sus letras: ¡Viva el Primero de Mayo! reza, y sé que no hay mayor y mejor “religión” que esta que nace del trabajo honrado y productivo.

Por estas tierras la mortalidad infantil está por debajo de 6 por cada mil nacidos vivos, los campesinos cumplen los planes de siembras y buscan mayores retos productivos, la ciudad se renueva como destino turístico y desde los cayos crecen los hoteles y el futuro, nuestros pescadores todavía están de júbilo por el récord implantado en el cultivo y captura del camarón…

Todos motivos de sobra para no esperar que sol despierte el día. El Primero nadie espera el alba en casa. ¡Todos a la Plaza, Fidel nos guía desde Santiago, Cuba nos mueve, la Patria nos impulsa!