LA HABANA.- (ACN)El bloqueo económico y financiero impuesto por Estados Unidos influye directamente en las afectaciones al Grupo Comercializador de Productos Industriales y de Servicios, adscrito al Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).

Elvia Rosabal Rodríguez, representante del Grupo comercializador de los productos no alimenticios, enumera las principales afectaciones que el sistema sufre a causa del bloqueo.

Se refirió a la imposibilidad de utilizar el dólar en las transacciones comerciales, lo cual ocasiona pérdidas por los tipos de cambio de monedas y demoras por los engorrosos trámites bancarios, además de no poder obtener financiamiento para el desarrollo de la industria textil.

Aún así, afirmó, la alternativa de la ropa reciclada, que representa el 30 por ciento de la circulación mercantil del Grupo, se encarece casi un 25 por ciento la libra a causa del flete.

Con esa ropa, informó, para la cual está destinado casi el 45 por ciento del presupuesto de la Comercializadora, se da respuesta a parte de las necesidades de los casos sociales y los subsidiados. 

Cuánto más, se preguntó la funcionaria, podríamos hacer con el financiamiento que contamos si esa mercancía la pudiéramos adquirir de primera mano.

Rosabal Rodríguez hizo referencia también a la obsolescencia de los equipamientos de refrigeración, que afecta a las unidades gastronómicas y los mercados, la mayor cantidad de esos equipos, recordó, son norteamericanos y al no poder acudir a ese mercado, ha sido difícil recuperarlos.

Por tal motivo, expuso, se vieron obligados a importar una diversidad de marcas y aumentar la distancia geográfica a partir de los mercados donde aparece un crédito, fundamentalmente China y España.  

La funcionaria explicó, además, que el bloqueo impacta contra los tejidos concebidos para ofertar en el mercado mayorista a las nuevas formas productivas porque una buena parte tienen que traerlos de sitios tan distantes como Paquistán, España y China con el consabido encarecimiento del costo de los fletes.

Oportuna fue la intervención de Odalys Escandel, viceministra primera del MINCIN, quien aclaró que el bloqueo, además de dificultar el acceso al mercado norteamericano, limita las operaciones comerciales con otros países del área.

En tal sentido Mirurgia Ramírez Santana, directora general de Servicios del citado Ministerio, refirió que los equipos para la Revolución Energética tuvieron que importarlos de lugares muy distantes, fundamentalmente de China, y eso en estos momentos se afecta la reparación de muchos de ellos por el tardío arribo de las piezas de repuesto.

Todo eso, acotó, encarece la operación y aunque el país subsidia casi el 95 por ciento de los costos de la reparación, todavía la población paga un precio muy elevado por ella.

Ramírez Santana afirmó que otros de los programas sensibles afectados son los relacionados con el suministro a las unidades que prestan servicio al Sistema de Atención a la Familia (SAF); la reposición de piezas de repuesto para las máquinas de coser adquiridas para la industria y los equipos destinados al servicio de lavandería, todos de alto impacto para la población.

La viceministra primera recalcó que el bloqueo produce una afectación en cadena e impacta contra todos los sectores de la vida social y económica del país, sin embargo, aseguró que pese a las limitaciones financieras el país ha dispuesto de los recursos para tratar de dar respuesta en lo posible a esas necesidades acumuladas.