Esta percepción fue avalada por una encuesta Gallup divulgada el lunes la cual certificó que el 54 por ciento de los encuestados dijo tener una imagen positiva de la mayor de las Antillas, mientras que el 40 mantiene una posición negativa.

El resultado supone una mejoría de ocho puntos en relación al 46 por ciento registrado el año pasado y 16 puntos más que en 2014 y 33 más que en 2006, lo que evidencia que pese a la persistencia del bloqueo económico, financiero y comercial hay avances.

En 1996, apenas el 10 por ciento de los consultados dijo tener una visión favorable sobre la isla, lo que fue reafirmado con la aprobación por la Casa Blanca de la Ley Helms-Burton, que endureció las sanciones unilaterales contra la isla.

Sin embargo, bajo la presidencia de Barack Obama la opinión desfavorable disminuyó 20 puntos porcentuales, desde el 60 al 40 por ciento actual, en contraste con el mandato del gobierno del presidente republicano George W. Bush (2001-2009), cuando la visión negativa rondaba una mayoría de dos tercios.

Entre los del partido rojo el 73 por ciento manifiestan una tendencia favorable al acercamiento y los negocios, 14 puntos más que el año pasado y 28 más que en 2014.

Es llamativo que en los últimos años son más los republicanos que se unen a la corriente por avanzar con La Habana y según Gallup un 28 por ciento, en 2014; 30 en 2015, y un 34 este año, mantuvo una visión positiva.

En línea con los resultados del sondeo este martes el ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, dialoga con miembros de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Asimismo conversará con el exsecretario de Comercio Carlos Gutiérrez, un republicano, quien encabeza el Consejo Empresarial Estados Unidos-Cuba (USCBC), entidad creada en septiembre para impulsar las oportunidades de negocios y remover barreras en el acercamiento a la isla.

También este martes en La Habana, el secretario de Transporte estadounidense, Anthony R. Foxx, suscribirá un memorando de entendimiento para restablecer vuelos regulares directos entre ambos países, lo cual permitirá a las compañías estadounidenses simplificar considerablemente los viajes.

De acuerdo con funcionarios de los departamentos de Estado y de Transportes, las autoridades locales comenzarán de inmediato el proceso de invitación a las empresas aéreas estadounidenses interesadas en operar hasta 110 vuelos regulares diarios a La Habana y otros nueve destinos en la isla.

Inicialmente, las empresas estadounidenses serán autorizadas a volar 20 frecuencias regulares diarias a La Habana, el mayor mercado, y es importante recordar que el nivel actual es cero, dijo Thomas Engle, subsecretario de la división de Transportes en el Departamento de Estado.

Debido al bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense de hace medio siglo, los viajes de turismo de ciudadanos estadounidenses a Cuba continúan prohibidos, aunque el Departamento del Tesoro creó 12 categorías específicas de viajeros a los que puede extender permisos excepcionales.

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