La Dra.C  Hilda Oquendo Ferrer, vicerrectora primera de la Casa de Altos Estudios camagüeyana, quien accedió a ofrecer datos sobre el tema a Adelante puntualizó que “La prohibición del acceso a información, al uso de software, así como la limitación de intercambio académico y bibliográfico, obstaculizan el desarrollo de los proceso sustantivos de nuestra institución, y las posibilidades de mejorar la infraestructura y crear otras nuevas, con ejemplos muy concretos, digamos en de la Facultad de Lenguas, una de las más jóvenes, la que carece de textos y laboratorios especializados que nos están vedados.

“ El claustro universitario, en sentido general, sufre fuertes restricciones para publicar en revistas de grupo uno como la FOKUM (para los de Lengua) y también en otras sobre Derecho, Ingeniería Química y Ciencias de los Alimentos, y para abordar temas económicos, asunto de vital importancia para quienes se forman como doctores, máster...

“De igual forma la superación profesional tiene sus limitantes, además de las carreras que ya he mencionados en las de ciencias agropecuarias, arquitectura e ingeniería civil, para quienes no está permitido el intercambio ni por correo postal con homólogos de universidades norteamericanas...”
 
La Dra. Oquendo enumera un grupo de recursos materiales, además de bibliográficos, que van desde reactivos, instrumental y equipamiento de laboratorios, importantes métodos científicos de organización y para trabajar, que de una u otra forma coadyuvan a la poca creatividad de los profesionales que se forman, lo que no quiere decir que la calidad se afecte, pero está claro que podía ser superior. Igual dificultad manifiesta con el uso de algunos software de uso profesional, como el architectural desktop, de diseño, simuladores de procesos, cálculo numérico como el Solidworks, AutoCAD, Abaqus, MathCad y el Matlab; las plataformas de desarrollo colaborativo más importantes del mundo, como se conoce, aparecen bloqueadas para Cuba”.
 

Otro asunto que interfiere en las aspiraciones de una universidad cada día mejor, es el intercambio académico, en lo que “ las facultades de Construcciones, Derecho, Ciencias Agropecuarias y Ciencias Económicas tienen poca o ninguna posibilidad de enriquecer sus conocimientos, tanto directamente con universidades de Estados Unidos, como a través de instituciones mexicanas vinculadas a ese país; no son pocos los académicos que temen a que por viajar a Cuba, después no puedan hacerlo a Norteamérica. Un ejemplo reciente es el de la XIII Conferencia Internacional de Ciencias Económicas y Empresariales, de junio pasado, al que un grupo de ocho investigadores mexicanos dejaron de asistir por las razones que antes expliqué”.

Sobre el tema del intercambio y la superación también afloran los cursos a los que se les impide asistir a docentes de la institución, necesarios para sus categorías docentes y científicas.

Comenta la vicerectora que en el caso de los celulares y dispositivos móviles como las tabletas y laptops basada en Android, de las últimas tecnologías de avanzada en el país, tienen como fuente principal de instalación de aplicaciones el mercado de Google donde están disponibles de manera gratuita, sin embargo el acceso a ese sitio está cerrado desde Cuba, tema de comunicaciones que igualmente interfieren en nuestro desarrollo.

“El país ha tenido que erogar un 30 % y hasta el 50% sobre el precio original para adquirir equipamiento necesario en mercados distantes; nos es imposible renovar viejas computadoras por otras más actuales producidas por grandes fabricantes mundiales pues la mayoría está controlada por la forma norteamericana Intel”.

De cualquier modo, y esa no es parte de las anotaciones que me ofrece la científica, y que tanto los lectores como la que suscribe sabemos muy bien, el pueblo de Cuba es partícipe diario del enfrentamiento al bloqueo, buscamos alternativas, costosas, “con el objetivo final de garantizar la formación de profesionales de excelencia” -- acota la científica -- sin detenernos en sacrificios ni esfuerzos, como solo nosotros, los cubanos, sabemos hacerlo.

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