CAMAGÜEY. “No es el Título III de la Ley Helms-Burton el que nos va a quitar nuestras casas”, explicaron en Camagüey los intelectuales cubanos Ricardo Alarcón de Quesada, expresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y Rodolfo Dávalos Fernández, Presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Mercantil, y la declararon un engendro diabólico con poca efectividad legal real, pero que sí afecta las relaciones comerciales de Cuba con el mundo, es parte del propio bloqueo.

“La Ley Helms-Burton es inadmisible para cualquier pueblo digno de este mundo” enfatizó Alarcón de Quesada en su intercambio anoche con vecinos del Consejo Popular Centro, ya en horas de tarde había tenido un encuentro similar con jóvenes, estudiantes, profesores de la Universidad, juristas y otros actores de la sociedad civil cubana. “La esencia de ese cuerpo legal es que Cuba les pertenece, por tanto nuestro rechazo no puede ser solo contra un título, sino contra el cuerpo normativo completo”.

“Hago un llamado a los medios de comunicación y al pueblo cubano a no dejarse confundir, el Título III siempre existió, solo que a las tres administraciones anteriores no les convino nunca que tuviera un efecto práctico. Siempre se utilizó como parte del chantaje político. Este es un buen momento para volver a repasar la Ley completa, pues en esencia es un engendro diabólico que debe tener el rechazo de todos en el mundo”, explicó Alarcón.

A su vez, aclaró que no se le puede restar efecto e importancia a los dos primeros títulos, el primero codificó el bloqueo y el presidente cedió al Congreso sus prerrogativas en cuanto a la política exterior con Cuba, lo cual la convierte en inconstitucional. “El segundo es más diabólico aún, pues dicta los pasos para lograr una Cuba democrática, pero esa democracia tiene que ser copia fiel del modelo norteamericano, de lo contrario no será válida, incluso llegan a nombrar a un coordinador para tales efectos, argumentó el exdiplomático cubano.

"Un Estado legisla para un territorio y para aquellos que viven en ese espacio. Allí, puede dictar normas que obliguen a nacionales y extranjeros a acatar las mismas. Sin embargo, ningún Estado puede dictar leyes para todos los territorios y para el mundo, eso solo lo hace Estados Unidos”, enfatizó Rodolfo Dávalos, profesor Titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana.

Lo que buscan con las tres primeras demandas es establecer un precedente judicial sobre el que se puedan fundamentar todas las que vengan después, así funciona el sistema legal norteamericano, precisó el Presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Mercantil, “La Ley Helms-Burton desde la primera letra hasta la última es un engendro jurídico que tiene como objetivo esencial derrocar la Revolución Cubana y llevar al pueblo cubano al hambre y la desesperación y está muy bien pensada”.

En el intercambio ambos juristas coincidieron en que se debe elevar el conocimiento por parte de nuestro pueblo acerca de la Ley 80, que declara inaplicable en Cuba la Helms-Burton. Durante el encuentro los camagüeyanos reafirmaron su rechazo a la política hostil de Estados Unidos contra Cuba.