CAMAGÜEY.- El Gobierno de la mayor potencia mundial sufrió en la ONU una derrota por partida doble durante los debates sobre la Resolución presentada por Cuba: Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos de Norteamérica contra Cuba.

Ningún cubano puso en duda que su país saldría airoso en esta nueva batalla de confrontación de la comunidad internacional con la administración estadounidense, liderada por el multimillonario Donald Trump, quien cada minuto que transcurre hunde a su nación en el lodo.

A pesar de las maniobras fabricadas por los tanques pensantes norteamericanos, los pueblos volvieron a dar una lección de valor y de solidaridad con este pequeño país que se ha erguido como una potencia moral que irradia a las restantes naciones del planeta.

La representante de Estados Unidos en Naciones Unidas volvió a quedar en ridículo con su fabricado y manido discurso que todo el mundo desoyó, salvo Israel, su acólito de siempre.

Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, volvió a brillar con un acto de pura y fina diplomacia que el pueblo elogia en lugares públicos por la estatura moral conque defendió la vergüenza de la Patria de Martí y Fidel.

El resultado fue aplastante: a favor de Cuba: 189 votos, en contra 2 y abstenciones cero. Por si fuera poco: la anulación de las ocho enmiendas vino a dar el martillazo final al Gobierno imperial.

Por si no lo entiende en español, lo haré en inglés: Trump: How long your stubbornness against Cuba?