NACIONES UNIDAS.- El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció hoy que el Gobierno de Estados Unidos manipula y politiza vulgarmente el deseo universal de garantizar los derechos humanos a todas las personas.

Así lo ha hecho al presentar enmiendas a la resolución "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba", que aborda en esta sesión la Asamblea General de la ONU, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de la isla.

El propósito de esta acción es adulterar la naturaleza y el foco de la resolución contra el bloqueo, que ha aprobado 26 veces esta Asamblea: ahora la representación norteamericana quiere fabricar un pretexto para continuar endureciendo el cerco, subrayó.

Un desvergonzado memorando, circulado por el Departamento de Estado norteamericano, apunta que las enmiendas "tienen la intención de abordar la razón subyacente del embargo" y que Cuba con sus acciones amenaza los Objetivos de Desarrollo Sostenible, detalló.

Esta es una verdadera burla a la Asamblea General, señaló el canciller y se refirió a cómo Washington intenta entorpecer la votación de la resolución que pide el fin del bloqueo al presentar ocho enmiendas en una "artimaña deshonesta" para crear confusión, abusar del tiempo y producir cansancio.

Cuba está dispuesta a hablar sobre derechos humanos y desarrollo sostenible en cualquier órgano, momento y bajo cualquier tema pertinente de la agenda, y alienta el diálogo y la cooperación en esas cuestiones, manifestó el canciller.

Pero el Gobierno de Estados Unidos no tiene la menor autoridad moral para criticar a mi país ni a nadie en materia de derechos humanos, añadió.

Rodríguez recordó que ese Gobierno es responsable de crímenes contra la humanidad: usó el arma nuclear contra la población civil, desarrolla armas de exterminio en masa, inicia una nueva carrera armamentista, y militariza el ciber-espacio y el espacio ultraterrestre.

También establecieron dictaduras militares y organizaron golpes de Estado, subrayó el titular, de hecho, con sus guerras de los últimos años ha ocasionado millones de muertes.

El ministro cubano denunció las ejecuciones extrajudiciales, el secuestro y la tortura, así como los presos que están en un limbo jurídico, sin defensa, tribunales, ni debido proceso en la base naval de Guantánamo, que usurpa Estados Unidos al territorio cubano.

Muchos ciudadanos estadounidenses sufren una falta de acceso a la salud y la educación, mientras sigue la impunidad del lobby de las armas, aumentan los homicidios y la igualdad de oportunidades es una quimera en un gobierno de millonarios que impone políticas salvajes, destacó.

"En medio de la opulencia de ese país, 40 millones de sus ciudadanos viven en condiciones de pobreza y 52 millones en comunidades empobrecidas. Más de medio millón duermen en las calles", dijo.

Las diferencias de ingresos entre familias blancas y negras, la inequidad salarial entre mujeres y hombres, la discriminación de latinos, afroamericanos, migrantes, refugiados y minorías, y la exclusión del voto debido a los bajos ingresos son tendencias en Estados Unidos que preocupan al mundo, expresó.

El Gobierno norteamericano construye muros, separa de sus padres emigrantes a menores, incluso, a niños pequeños y los encierra en jaulas: mientras tanto, es parte de solo el 30 por ciento de los instrumentos de derechos humanos, cuestionó.

Además, agregó, Washington no reconoce el derecho a la vida, a la paz, al desarrollo, a la seguridad, a la alimentación ni los derechos de las niñas y niños. "No podemos sorprendernos de que haya abandonado el Consejo de Derechos Humanos".

Por ello, resaltó el canciller, Cuba rechaza la reiterada manipulación sobre el tema de los derechos humanos que hace la actual administración norteamericana con fines políticos.