CAMAGÜEY.- Es verdad que el bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos a Cuba desde 1962 no es el único responsable de todos los problemas con los que nos enfrentamos los cubanos en el día a día. Es verdad que hay mala gestión de muchos decisores, que hay trabas y burocratismo, que el salario no alcanza, y que también, aunque nos duela, hay desidia.

Es verdad que el 70 % de nosotros nacimos bajo el bloqueo y que por esa razón se hace más difícil hablarles a las personas del tema que los ha acompañado toda su vida, que desde la escuela, el barrio y los medios de prensa se ha “campaneado” una y otra vez.

Es verdad que la rutina nos agobia, pero también que entre abril del 2016 y junio del 2017 el “famoso” bloqueo le ha causado pérdidas a este país en el orden de los 4 305,4 millones de dólares; costo anual que representa para este archipiélago el doble de lo necesario para el desarrollo total de su economía.

Son muchos los ejemplos que nos demuestran que si el mal llamado embargo no existiera, fuera mejor la calidad de vida de los cubanos, algunos de ellos aparecen en el informe que presentará Cuba ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) el próximo 1ro. de noviembre. Hablo de temas como la alimentación y el transporte, que son para los que aquí vivimos el mismísimo “dolor de Lola”, como se dice en buen cubano.

En el caso de las empresas de Cuba encargadas de la elaboración de los productos alimenticios, tienen que importar aproximadamente el 70 % de sus materias primas fundamentales desde diferentes mercados, entre los que se encuentran España, Brasil, Argentina, Italia, India, porque la ley ha imposibilitado el poder realizar las compras en el mercado estadounidense, el cual resulta muy atractivo por sus precios y cercanía.

El transporte, por su parte, sufrió en el período pérdidas estimadas en el orden de los 122 millones 397 000 dólares, limitaciones que afectaron a todas las entidades del sector, siendo la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios (Ecasa) y Cubana de Aviación las más afectadas. Los daños económicos a estas últimas se calculan en 49 millones 113 000 dólares y 21 millones 617 000 dólares, respectivamente.

Las grandes conquistas de la Revolución Cubana, como es el caso de la Salud, la Educación, la Cultura y el deporte también son afectados anualmente. ¿Cómo entender que en febrero del 2017 la empresa alemana Otto Bock HealthCare GmbH, suministrador de prótesis ortopédicas, comunicó que debido al bloqueo no podrían suministrar los componentes para miembro inferior solicitados por MEDICUBA S.A., o que un mes más tarde la empresa cubana recibió una comunicación del proveedor LINDMED Trade S. L. de España, notificando que no se podía suministrar el antibiótico ciprofloxaxina Lactato Inyección 200 MG? Este antibiótico de amplio espectro, que se utiliza de forma intravenosa en pacientes pediátricos y adultos hospitalizados, no puede ser utilizado en los hospitales cubanos.

No son historias, ni manipulación política como algunos quieren hacer creer. Es real que Cuba tuvo que importar desde China, 590 contenedores con la mayoría de los insumos docentes para el actual curso escolar, debiendo pagar entre 3 200  y 5 200 dólares. Esos mismos contenedores procedentes de los Estados Unidos tienen un precio que oscilan en 1 300 y 2 000 dólares, respectivamente. Como también la Educación Superior hubiera ahorrado 112 000 dólares, de haber podido importar desde el puerto de Miami, Florida, 96 contenedores con materiales para las universidades del país.

Al igual que en años anteriores, el indicador que mayor afectación registra son los ingresos dejados de percibir por exportaciones de bienes y servicios, que representan el 83,6 % del total de las afectaciones.

Es verdad que muchos de nuestros problemas no son responsabilidad del bloqueo, pero también es verdad que el Gobierno de los Estados Unidos no desiste en su intento de aislar, asfixiar e inmovilizar a Cuba y a su pueblo, no me dejarán mentir las nuevas medidas anunciadas en junio pasado por el presidente Donald Trump hacia la Isla.