CAMAGÜEY.- Hasta la intrincada comunidad de Cubanacán llegamos en busca de los jóvenes carboneros, responsables del proceso desde que cortan el marabú hasta que desbaratan el horno y envasan el producto. Pero... al acercarnos a la casa donde nos esperaban... ¿ellos se arreglaron para la foto?

La tarde ya es su hora de descanso y más que de trabajo ansiaban hablar de lo que hacen como Comité de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas, pues según la funcionaria del Comité Municipal que nos enseñó el camino: “Si usted quiere conocer muchachos entusiastas, allí están ellos”.

Con orgullo colgaron en la sala la bandera cubana, exhibían el diploma que les reconoce como uno de los mejores comités de base del municipio de Jimaguayú en el 2016 y tenían listo el video de las actividades que organizaron para celebrar el cumpleaños del Comandante...

Foto: Otilio Rivero Delgado/AdelanteFoto: Otilio Rivero Delgado/Adelante

Hoy son unos 40 los integrantes de la organización, la mayoría --por no decir todos-- de los jóvenes de Cubanacán, que según nos cuenta su líder, Mariannys Leyva Montoya, se han ido sumando por voluntad propia.

“Éramos cinco amas de casa, y un día tres varones se nos acercaron porque querían unirse. Les dije que no era cuestión de querer, sino de ser buen militante y les puse tareas, los convoqué a trabajos voluntarios, los invité a las actividades... al ver los resultados propusimos hacerles el crecimiento, y así, poco a poco con los demás”.

Todos coinciden en que los mejores días para la reunión del mes son los fines de semana porque no les interrumpe el trabajo y pueden hacer coincidir los distintos intereses, porque hay maestros, trabajadores no estatales, un militar, una ama de casa y carboneros por mayoría.

“A algunos les he propuesto hacerles el traslado para los comités de base de sus centros laborales, pero no quieren, aunque tengan que participar también en aquellas actividades. Dicen que si crecieron por aquí, aquí se quedan”. Quizá porque en este lugar un tanto apartado, donde apenas hay opciones recreativas, estos muchachos han encontrado o construido con su organización, un modo de intercambiar, divertirse y ser útiles a su comunidad.

“Nosotros no solo asamos puercos, hacemos caldosas y vamos al campismo; también recordamos fechas históricas, jugamos pelota con equipos de otras comunidades, ayudamos en trabajos voluntarios en la escuela y el consultorio, adornamos la tienda. Siempre nos apoya el delegado, que se vincula con nosotros en todo”.

Entre sus principales temas de debate están las indisciplinas sociales, los jóvenes desvinculados; y todavía no resuelto completamente, aunque se dieron pasos de avance, los pocos beneficios que reciben los carboneros. Con el apoyo del delegado de la circunscripción son algunos de los asuntos que ellos, con su actuar diario, revierten en su comunidad.