CAMAGÜEY.- Este 4 de febrero se celebra en todo el país el Día del Trabajador del Comercio, la Gastronomía y los Servicios. Pero hay más motivos para festejar, se cumple también el aniversario 56 de la creación del Ministerio de Comercio Interior y qué mejor manera de honrar que prestando un servicio de excelencia y velando siempre por los resultados económicos, la eficiencia y la productividad.

Por esas razones los trabajadores del sector iniciaron el 28 de enero una jornada en conmemoración de la fecha que se extenderá hasta el 23 de febrero. Encuentro con jubilados fundadores del sector, reconocimientos a los colectivos más destacados y el incentivo a trabajadores no estatales, son algunas de las actividades previstas para estos días.

MÁS QUE UN TRABAJO, UNA VIDA

Muchos son los que sobrepasan el medio siglo en el sector y aún mantienen la energía. Rebeca Anduja Rojas, una señora con calma en sus palabras y que disimula sus 72 años, esconde entre tanta experiencia, 55 de servicios. Llegó al comercio a través de la FMC y a raíz de las intervenciones de las tiendas el 4 de diciembre de 1962. Desde ese día continúa brindando amor.

Hoy se desempeña como administradora en La Gran Antilla, el enorme establecimiento ubicado en el corazón de la Plaza Maceo. Desde allí guía ese barco de ventas y clientes que siempre es y será complicado.

—¿Cuál es el secreto para mantenerse tantos años trabajando?

—Lo más importante para mantenerse en este tipo de actividad, que a veces resulta un poco engorrosa, es apoyarse en tus compañeros y lograr un colectivo que te ayude en todas las tareas. Solos no logramos nada.

—¿De su labor, cuál es la parte que más le gusta?

—Me gusta, más allá de la administración, trabajar en el mostrador. Me encanta intercambiar con el público y en el caso nuestro, como atendemos a los clientes del Ministerio de Salud Pública, pues tratamos mucho con una parte crítica de la población y con ellos tengo una mayor empatía. A ese roce diario entre tantas personas se le coge un gusto del cual nunca podré separarme.

—¿Y en estos 55 años de trabajo, qué es lo que más la ha marcado?

—Me impactaron aquellos primeros años de la Revolución que fueron difíciles, porque yo llegué al sector con un desconocimiento total de la actividad y muy joven, en una época de muchos cambios. Fue complejo enfrentar como dueños de las tiendas y aglutinar a los trabajadores que estaban acostumbrados a otros métodos.

Como dice el refrán “detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer”, Rebeca asegura que en su caso es al revés. Una familia de la cual sus hijos son el mayor orgullo y apoyan, están a su lado para darle más fuerzas. Sin embargo, a ellos mismos desea dedicarles más tiempo, por lo que dice concluirá muy pronto su vida laboral para volcarse por completo al cariño de la familia.

PARA IR MÁS ALLÁ

Camino hacia el otro extremo de los años y la experiencia: la juventud, Adelante encontró, mientras intercambiaba carpeta en mano con sus trabajadores, a Geovani Martínez Flores, quien con 39 años de edad decidió enfrentar la ardua tarea de arrendar un local al sector de la gastronomía y los servicios.

Allí, en el Café Arábiga, justo en la calle Ignacio Agramonte, frente a los populares cines, tiene su negocio un joven que no le tuvo miedo a lo desconocido.

“El comienzo fue difícil porque me iniciaba en un terreno nuevo prácticamente para todos. Las gestiones se complicaron mucho, pero al final pude salir de todo lo engorroso”, explica Geovani, quien conoció del arrendamiento mientras trabajaba en ese lugar como gastronómico.

Según él, la diferencia entre el antes y lo que hay ahora está marcada sobre todo en que los trabajadores tienen un estímulo salarial mucho mayor, tema que los incentiva a que el servicio sea mejor y enfrenten el trabajo de otra forma.

“Primero mejoré mucho la limpieza del local, después tratamos de hacer un trabajo personalizado con los clientes, cosas tan sencillas como el saludo. Además de intentar mantener siempre buena calidad con variadas ofertas y precios”, explicó el jefe que cumplirá en marzo un año de arrendamiento.

“Le recomiendo a aquellos que quieran emprender un negocio así, en primer lugar que conozcan sobre la economía de estos establecimientos. Que no tengan temor por lo nuevo aunque sea difícil, siempre hay que tratar de ir más allá”, dijo mientras confesó que su miedo al inicio no lo dejaba ni dormir.

Todavía el país camina con nuevos pasos en este tipo de gestiones. Geovani aclara que les falta mucho asesoramiento, de forma general, desde lo económico hasta lo jurídico, porque hay desconocimiento en todas las partes que frenan el desarrollo de las actividades no estatales.

MARCAR LA DIFERENCIA

En el Grupo Empresarial de Comercio y la Gastronomía hay identificados tres grandes problemas: el delito externo e interno, la política de cuadros y la calidad de los servicios. Para este año se pretende continuar con igual fortaleza en los dos primeros, sin embargo, el mayor énfasis estará dedicado a lograr una mayor satisfacción de los clientes.

Según comentó Rafael Herranz Rodríguez, director del Grupo Empresarial, hay una planificación de más de 300 establecimientos en reparación y mantenimiento, entre ellos están los pertenecientes al sistema de atención a la familia, los programas de la merienda escolar y la transportación de esta: “Sin embargo, queremos enfatizar en la calidad que se brinda en dichos lugares, porque queremos realmente marcar la diferencia en el sector, y que este año sea superior”, agregó el directivo.

“Sin dudas que nos queda mucho para llegar al nivel en el que el pueblo merece que estemos, pero trabajamos fuerte para llegar hasta allí y algunos avances hemos logrado. Este día es un momento justo para mirarnos por dentro, tomarnos un respiro y seguir adelante hacia la perfección de nuestra empresa”.