Camagüey.- Casi todos coincidimos en que la belleza interna de una persona es lo más importante; sin embargo, la envoltura de dichas virtudes termina vendiendo el paquete. Dicho en buen cubano: lo que no entra por los ojos...

Entre los riesgos más comunes se encuentran los edemas prolongados, las necrosis y embolias grasas, infecciones, tromboembolismo pulmonar.Entre los riesgos más comunes se encuentran los edemas prolongados, las necrosis y embolias grasas, infecciones, tromboembolismo pulmonar.Los cánones de belleza mutan según la época o región del planeta. La mujer perfecta en Mauritania debe ser obesa, mientras que para los escandinavos las féminas delgadas y rubias tienen ventaja para conseguir piropos. Aunque el concepto de lo hermoso nos llega desde la Antigüedad, tales “moldes” han cambiado. Quizá las causas estén en la evolución de la especie, el auge de los procesos migratorios y los efectos de la globalización. Resumiendo: la flaca de estatura superior a la media, curvas definidas, senos y glúteos prominentes, nariz perfilada y labios carnosos que nos presentan Miss Universo o Nuestra Belleza Latina es la personificación de lo perfecto.

El ideal de gracia femenina que promocionan hasta el cansancio los medios de comunicación a nivel mundial condiciona la apariencia de cada mujer, sin importar edad, raza o complexión física. En la carrera por parecerse a maniquíes y Barbies de Hollywood vale todo, desde el uso exagerado de maquillaje y accesorios hasta el consumo de esteroides, las más absurdas dietas y el “atajo” de la cirugía.

MISS CAMAGÜEY” AL SALÓN

En Cuba la máxima griega de “mente sana en cuerpo sano” es parte de la promoción de bienestar integral que prioriza el Gobierno. El sistema de Salud Pública también incluye gratuitamente las operaciones cosméticas (se le nombra así en varios países).

A partir del año 1994 se comenzó a realizar en la provincia la liposucción, procedimiento quirúrgico que hasta la fecha ha beneficiado a miles de personas. Según la doctora María del Carmen Cebrián Rodríguez, jefa del Grupo Provincial de Cirugía Estética y Quemados, su servicio cuenta con siete especialistas y ocho residentes de diferentes nacionalidades; tres son cubanos.

El doctor Oliva de Céspedes explica que estas cirugías no solo se realizan con fines estéticos sino también reconstructivos por causa de accidentes, deformaciones, trastornos físicos: motivo por el que surgieron esos procederes.El doctor Oliva de Céspedes explica que estas cirugías no solo se realizan con fines estéticos sino también reconstructivos por causa de accidentes, deformaciones, trastornos físicos: motivo por el que surgieron esos procederes.Si bien esta práctica de extracción de grasas del abdomen y otras regiones del cuerpo continúa sumando adeptos, desde hace dos años otro procedimiento, la lipoescultura (conocida popularmente como lipoinyección), se convirtió en la vedette de las cirugías estéticas.

De acuerdo con Cebrián Rodríguez todos los días llegan mujeres a sus consultas (de lunes a jueves) interesadas en realizarse la lipoinyección.“Nuestro médico la examina, le indica los análisis complementarios y si todo está bien y no padece alguna enfermedad crónica o es fumadora, clasifica dentro de los criterios”. Entre especialista y paciente se llega a un consenso de la práctica conveniente según las características de este último, pues “no siempre lo que piden es lo que se puede hacer”. Precisa que solo es aconsejable para las mujeres menores de 40 años.

Jesús Oliva de Céspedes, especialista en Cirugía Plástica y Caumatología, explicó a Adelante que ellos trabajan según las técnicas y los indicadores internacionales para este tipo de operaciones, y ya acumulan varios años de experiencia. Insistió en la garantía del equipamiento, todo estéril y el requerido para el proceder (cánulas, trampas de grasa, jeringuillas de alimentación, máquina de anestesia moderna).

Un aporte científico a sus conocimientos será la investigación del residente colombiano Jaime Zuluaga López, quien con la tutoría del doctor Robin Álvarez Gutiérrez realiza un análisis del comportamiento de la lipoinyección autóloga en glúteos.

UNA OPERACIÓN ES UNA AGRESIÓN”

Así definió el doctor Orlando Rodríguez Salazar, especialista en Cirugía Plástica y Caumatología y jefe del servicio de cirugía estética del hospital provincial Manuel Ascunce Domenech, el impacto de una operación en el organismo. Puntualiza que estos procederes requieren la firma del consentimiento informado por parte del paciente luego de conocer los riesgos. Los médicos entrevistados

señalan cuán complejo les resulta supervisar los chequeos previos de los pacientes, pues muchas veces los realizan en otras instituciones de salud. “Se nos han dado casos de los que nos mienten sobre su estado y falsifican los análisis sin saber cuánto esto los puede perjudicar; hasta el grupo sanguíneo para el caso de una transfusión han cambiado”, comenta Rodríguez Salazar.

Abogan por un mayor tiempo de estancia postoperatoria en el hospital, dada la envergadura de la cirugía; hasta el momento es ambulatoria. “Nuestro equipo se empeña en perfeccionar las técnicas para brindar un mejor proceder. Aunque uno haga la profilaxis no estamos exentos de las complicaciones como en todo procedimiento quirúrgico”, explicaron.

En el momento en que Adelante inició la investigación solo se reportaban cuatro fallecimientos en el salón en las más de 8 000 liposucciones y 100 lipoinyecciones que se habían practicado en la provincia. Las cifras hablan de la calidad de los servicios, máxime si se tiene en cuenta que la mayoría de los decesos fueron por riesgos descritos en el protocolo médico correspondiente. Los rumores de decenas de muertes por errores médicos carecen de certeza.

CÓMO EL PÚBLICO VE LA PASARELA

La lipoescultura es el proceder quirúrgico que conjuga la liposucción y la lipoinyección. En él se extrae grasa del abdomen para su posterior reinserción en la región glútea y las áreas adyacentes.La lipoescultura es el proceder quirúrgico que conjuga la liposucción y la lipoinyección. En él se extrae grasa del abdomen para su posterior reinserción en la región glútea y las áreas adyacentes.Este equipo salió tras las opiniones de adolescentes y jóvenes y alrededor del 80 % manifestó que quisieran practicarse alguna cirugía en un determinado período de su vida. El otro 20 % expone que si no es por una urgencia no entra a un salón de operaciones; los ejercicios son la mejor opción.

Esta determinación la confirma Yeisel Acosta Mendoza, propietario del Gimnasio Acosta, en la capital agramontina, quien resaltó el elevado número de mujeres que confía en sus entrenadores para “bajar” y “aumentar” lo que las inquieta.

Tales tendencias tienen que ver con circunstancias específicas en la vida de la mujer: los quince, la maternidad, la cercanía de los treinta o cuarenta años, las presiones sociales. Cuenta Oliva de Céspedes que “en este servicio son frecuentes las patologías de abdomen a causa del embarazo, el cual provoca una distensión de la cavidad abdominal y la piel”.

Tampoco los hombres escapan a la “moda”. Aunque las féminas llevan la delantera, se aprecia un incremento de su número en los salones, amén de los tabúes. Un aspecto joven, para ambos géneros, todavía es símbolo de éxito y felicidad.

Los especialistas aseguran que las insatisfacciones del individuo con su apariencia cosmética pueden implicar los consabidos complejos de autoestima que atentan contra el equilibrio emocional. “Las inconformidades conla imagen se consideran afecciones y las cirugías estéticas mejoran la calidad de vida aun cuando muchos las ven como pura vanidad; las personas satisfacen sus deseos de lucir, el hombre es un ser bio-sico-social y lo psíquico también afecta”, subrayó Oliva de Céspedes.

Si bien la Organización Mundial de la Salud estima que salud es “el estado completo de bienestar físico, psíquico y social, y no la mera ausencia de enfermedad”, tal definición no muestra luces sobre el conflicto por la elección entre salud o belleza; para muchos lo estético y lo saludable van de la mano. Usted decide.

UN TESTIMONIO

Irelys García Rodríguez y su esposo.Irelys García Rodríguez y su esposo.“Luego de la operación no he hecho nada que antes no había logrado”, confiesa Irelys García Rodríguez, quien en febrero pasado se sometió a una lipoinyección. Nadie pudo quitarle la idea, ni su padre, médico especialista en Anestesiología y Reanimación, explica su esposo Addiel Ruano Soto, quien siempre estuvo “muy enamorado, conforme con lo que elegí, feliz con su cuerpo”.

A sus 28 años Irelys alega que uno de los motivos de su decisión fue “lucir mejor, estar a tono con lo que la sociedad considera mejor”. Pero no quiere acordarse de los dolores, las noches sin dormir, el trauma de los masajes reductores (ella soportó 60), la falta de aire que provoca la faja abdominal (por tres meses), los hematomas, los sustos. “Al sexto día de la operación empecé con fiebres, tenía la hemoglobina en seis, tuvieron que transfundirme; por el movimiento hormonal hasta derramé leche por los senos”.

En aproximadamente tres horas, tiempo promedio de esas cirugías, le extrajeron casi siete litros de grasa, y ya ha adelgazado 15 libras. Con respecto al procedimiento considera que el paciente debe permanecer más tiempo ingresado después de salir del salón. Otra de sus inquietudes tiene que ver con la previsible pérdida de sangre que se sufre en toda intervención quirúrgica, por lo que resultaría beneficiosa la transfusión estipulada por protocolo.

Y aunque ahora su pequeño Gabriel de Jesús, de cuatro años, le dice: “mami, estás a pululu”, por la innegable transformación, prefiere no haber sentido el pasmo hondo por la posibilidad de no verlo crecer. “Es cierto, ahora la ropa se ve más linda, una se siente más segura, pero no, no la aconsejo”; y se acuerda nuevamente de Gabrielito, y se supone por las lágrimas descontroladas que vuelven a aparecer.

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