CAMAGÜEY.- Las nubes grises no se apartan del todo, aunque ya hay atisbos de claridad en lontananza. Cuba, a fuerza de energía interna, abre brechas y aparta hojarascas arrastradas con la pandemia.

Desde el 15 de noviembre, y gracias a un colosal esfuerzo, a pecho y pulmón, el país abre una de sus principales escotillas de ventilación económica: el turismo, que prende las primeras luces de un añorado retorno a la vida social del país.

HACER MÁS AZUL LA ISLA

No hubo calma en Islazul. La cadena hotelera no recesó en estos duros meses, en funciones asociadas al sistema de Salud, atendiendo al personal asistencial, o como centros de aislamiento.

“Ha sido un largo período de trabajo”, aseveró Edel Carmenate Ramírez, director de la Unidad Empresarial de Base Sucursal Islazul Camagüey, cuando ahora ajustan la “maquinaria” para la inminente reapertura de las operaciones.

En principio, se dispondrá del hotel Plaza para asumir a los primeros viajeros internacionales. El “Camagüey” también tendrá algunas capacidades con ese objetivo, aunque continuará atendiendo la alta demanda del sector empresarial, al cual se dedica por entero el “Caonaba”, en el municipio de Nuevitas.

En el caso del “Tararaco”, acoge personal asociado a las inversiones en las fábricas del municipio de Nuevitas, no obstante, atenderá solicitudes generadas por el mercado interno y externo.

Las casas enclavadas en el balneario Santa Lucía no se pondrán a disposición de nacionales ni foráneos, hasta tanto así lo determinen las regulaciones epidemiológicas.

Casi de inmediato, precisó el directivo, se definirán nuevas fechas con los clientes que aplazaron sus reservaciones por la pandemia, los cuales tienen prioridad.

“Alrededor del 15 de diciembre, debe abrir operaciones el ‘Costa Blanca’, en tanto el ‘Isla de Cuba’, el ‘Puerto Príncipe’ y el ‘Florida’ tendrán labores de mantenimiento constructivo para dejarlos listos en el primer cuatrimestre de 2022”, manifestó Carmenate Ramírez.

Este tiempo ha dejado enseñanzas, hasta una especie de cultura epidemiológica, no obstante, una comisión especializada inspeccionará cada instalación antes de emitir las licencias pertinentes.

Islazul da pasos en el encadenamiento productivo, más ahora que el país impulsa diversas formas de gestión económica y cooperación en pos del ahorro de recursos. Ocho contratos con proveedores internos le garantizan, entre otros productos, vegetales, carnes de res y de cerdo, condimentos, dulces y jugos.

PALMARES NO SE QUEDA ATRÁS

Las muchas limitaciones de recursos no amilanan el hacer cotidiano de la Sucursal Extrahotelera Palmares, y la búsqueda de opciones es una asignatura impostergable. José Ernesto Carbó, subdirector de Operaciones, afirma que a pesar de los tantos retos que asumieron y aún no acaban: “estamos listos para arrancar”.

Con 24 instalaciones en la provincia, solo el Complejo Copacabana y el DiMar no estarán en la apertura, se les somete a labores constructivas que les regresarán viejos esplendores y novedades en sus servicios.

En el balneario Santa Lucía disponen de siete unidades, desde restaurantes hasta centro nocturno. Allí las mejoras son visibles, y sus colectivos muestran lógicas motivaciones tras meses de relativa inactividad.

Antonio Saavedra Espada, director de la Sucursal, define como de alta prioridad las contrataciones con las nuevas formas productivas. “Necesitamos de un sustento permanente de productos, de variedad. Los clientes lo exigen, una razón más que suficiente para trabajar sin descanso en esa meta, sobre todo porque nos hemos sumado a las ventas en distintas plataformas digitales, tanto en MLC como en moneda nacional”.

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Disponen de siete unidades con servicios de POS, QR, por EnZona, y en un futuro no distante se sumará la oferta por Transfermóvil. “Hay que facilitarles el acceso a los usuarios, refirió Carbó, más ahora que muchos optan por permanecer en casa”.

Con tres centros de elaboración, Palmares intenta cubrir con variadas opciones un mercado insatisfecho. “La modalidad de comidas para llevar ha tenido aceptación y en la medida de lo posible pretendemos incrementarla”, dijo el subdirector de operaciones.

"Hemos preparado bien a los trabajadores", puntualizó Saavedra Espada, pues es objetivo brindar servicio muy profesional, sin descuidar en absoluto todas las medidas higiénicas, más cuando el país ha exigido por su permanencia y estricto cumplimiento.

CARACOL NO ES SOLO TIENDAS

Muchos años de experiencia acumula la Sucursal de Tiendas Caracol Camagüey, que ahora se suma a las tendencias en boga de la economía nacional. La venta en MLC en varias de sus unidades entraña el compromiso de un servicio ágil, con buenas ofertas y confort de sus instalaciones. Para mantener una fluida presencia de artículos realizan convenios con proveedores estatales y diversas formas productivas, con el propósito de atender la gran afluencia de personas.

Danilo Mateo, director de Caracol, informó que “a raíz de la reapertura del turismo, tenemos casi lista La Vitola, que se destinará a la comercialización de café, tabaco y ron, situada en el hotel Santa María, perteneciente a la cadena E, de Cubanacán, a la que se suma la tienda Puerto Príncipe, con línea de aseo y souvenir”.

En el “menú” aparecen la “Velocidad”, en la calle República, especializada en artículos deportivos de la conocida marca Puma, y a fines de mes La Sirena, para niños. En Santa Lucía operan dos en el “Brisas” y en el centro comercial incorporarán La Casa Cubana con degustaciones de café, tabaco y ron.

En la ciudad de Camagüey Caracol conserva ventas en moneda nacional en los centros comerciales de Santa Rosa y La Caridad (la conocida Estrella Roja).

MÁS QUE UNA SIGLA

El turismo constituye un peso pesado de la economía nacional. No por gusto el país ha dado la prioridad que requiere para situarlo en estándares internacionales. Ese esfuerzo implica que todo su sistema trabaje en función no solo de ingresar, sino de reducir los gastos al mínimo posible.

Una de las principales articulaciones radica en sustituir importaciones, mediante una superior explotación de las reservas internas, ya sea a través de entidades estatales, como de otros actores de la actual escena económica doméstica.

Entre las estrategias aparecen las expoferias, un espacio que recientemente atrajo a más de una veintena de instituciones locales, que mostraron sus “músculos” productivos hacia un sector que demanda sostenibilidad, variedad y calidad.

Yunesky Canteli González, delegada del Ministerio del Turismo (Mintur) en Camagüey, informó que se alista el hotel Brisas de Santa Lucía, del grupo Cubanacán, el primero que comenzará a recepcionar vacacionistas internacionales en ese norteño destino de sol y playa, a través de un enlace con el aeropuerto de la vecina provincia de Holguín mediante el turoperador canadiense Sunwing.

Si las condiciones epidemiológicas lo permiten, posiblemente en diciembre retomen servicios las instalaciones de Campismo Popular, que en un inicio atenderán las reservas suspendidas por los problemas asociados a la COVID-19.

Canteli González confirmó la existencia del capital humano con suficiente preparación para asumir los protocolos sanitarios incluidos en la categoría Turismo Más Higiénico y Seguro, junto a las exigencias de la conocida como industria sin chimeneas, una de las principales fuentes financieras de Cuba, duramente impactada al cerrar dadas las contingencias internas y mundiales por la pandemia, y cuyas luces, finalmente, ya se encienden.