CAMAGÜEY.- Todo comenzó un viernes con una llamada a la redacción del periódico. Era Pablo Soto Endemaño, vecino de uno de los apartamentos del emblemático edificio Lugareño, en el Centro Histórico de la ciudad de Camagüey.

“Necesito que un periodista venga a conversar con los trabajadores. Algunos llevan hasta tres meses sin cobrar y eso puede traer males mayores a la inversión, de que la fuerza se vaya y la obra siga sin terminarse”, dijo. Y fuimos.

Cinco trabajadores hablaron de infortunios con el salario, con las herramientas y de cómo en determinados momentos inventaban problemas familiares para ausentarse y realizar labores de albañilería en la calle, para tener dinero en el bolsillo y llevar al hogar.

Es evidente la falta de comunicación entre subordinados y quienes los contrataron. Algunos obreros dijeron no conocer el nombre de la entidad para la que laboran, quién era el jefe principal, ni el período de realización de los cortes para calcular el pago, incluso, uno que otro manifestó no firmar nóminas cuando recibían la retribución salarial.

Al decir de Álido Ortiz Hernández (Tito), quien además de albañil es el nexo entre la obra y Roberto Lugo, representante de la CCS Vitalio Acuña, esto último es poco probable que suceda por los requisitos que exige el Banco.

Fotos: Otilio Rivero Delgado/ AdelanteFotos: Otilio Rivero Delgado/ Adelante

DESPEJANDO DUDAS

La especialista en inversiones de la dirección provincial de la Vivienda, Lourdes Torres Torres, esclarece cómo fluye el pago del salario de los integrantes de la entidad campesina, asentada en el kilómetro 23 ½ de la carretera Camagüey-Florida.

Vivienda asume el presupuesto aprobado por el Gobierno, establece nexos con la Empresa Contratista Dovel, encargada de controlar la marcha de la ejecución de la obra y emitir certificaciones de lo realizado. Luego el área contable de Vivienda, registrados los datos en los controles económicos, hace la transferencia bancaria. Dovel tiene un plazo de treinta días para emitir el cheque a favor de la cooperativa.

Por mucha explicación que se dé sobre los términos establecidos, primero en la Vivienda y luego en Dovel, es inconcebible que los trabajadores deban esperar mucho tiempo para recibir sus ingresos.

El 13 de octubre del 2019 se cumplirán seis años del inicio de la reparación capital del inmueble de 60 apartamentos, ubicado en la calle Lugareño, entre Hermanos Agüero y Martí, donde desde entonces permanece cerrada la circulación vehicular y el acceso peatonal restringido, entre otras muchas molestias.

El Lineamiento 116 de la Política Económica y Social refiere la necesidad de erradicar la espontaneidad, la improvisación, la superficialidad, el incumplimiento de los planes, la falta de profundidad en los estudios de factibilidad y la carencia de integralidad al emprender una obra.

La Empresa Constructora número dos, descapitalizada con su mano de obra, cedió terreno en noviembre del 2018 a la CCS Vitalio Acuña, la cual imprimió vitalidad a la inversión hasta el punto de que en diciembre ejecutaron diez apartamentos, el 50 % de lo logrado en cinco años, expresó el ingeniero Kendri Alonso Peña, jefe de la unidad número tres de Dirección y Gestión de la Construcción de Dovel.

El encargo fue bien definido: el pago de 25 000 pesos por apartamento a la cooperativa, de ellos 10 000 a los obreros, cifra compartida según el número de constructores por cada uno, que fluctúa entre dos y tres, y con una remuneración superior al de mayor calificación entre albañiles y ayudantes.

UN CONTACTO NECESARIO

La mañana del 25 de abril resultó útil. En un área del propio edificio se vieron las caras vecinos, constructores, compradores y directivos para revertir la mala imagen que se tiene de la inversión por su lentísima ejecución.

Era incomprensible la ausencia de un plomero durante varios días, que apareció en horas, cuando esa especialidad es vital para no paralizar el grueso del trabajo; o que cuando haga falta solicitar un material el almacenero no esté en su área. Hubo acuerdos importantes que cada una de las partes debía cumplir.

Sin embargo, el jueves 23 de mayo los albañiles Yordan García Blanco y Amable Oliva Castro confirmaron que el problema con el salario, asunto que motivó este trabajo, persiste, lo que fue corroborado, además, con Roberto Lugo .

A lo anterior se suman dificultades burocráticas y que herramientas como cinceles y mandarrias adquiridas por Dovel para la brigada de construcción de la CCS, no están en manos de los que ejecutan el trabajo. Ayer viernes, en contacto con Yurisniel Hernández Romero, quien asumió provisionalmente la responsabilidad de Kendri, por encontrarse en la capital en cuestiones de trabajo, contradijo lo señalado por Lugo. Ofreció la amplia relación de lo entregado a la CCS para otras obras que ejecutan que va más allá de esos dos medios manuales para los constructores.

Este día dos albañiles no pudieron asumir labores hidráulicas por no encontrarse en la obra la arquitecta y un técnico, los únicos autorizados para extraer productos del almacén.

Tanto Tito como Roberto han planteado que se le autorice al representante de la CCS que permanece en la inversión la solicitud de los materiales en casos excepcionales como este.

Para garantizar la calidad, todo está escrito. Resulta esencial que se cumpla lo establecido en el Lineamiento 124: “Establecer un cronograma de ejecución de las inversiones que permita minimizar la inmovilización de los recursos objetivos de larga maduración...”.

Respecto al 119: “Elevar la exigencia y el control a los organismos de la Administración Central del Estado y a los Consejos de la Administración, en lo que les compete en su papel como inversionistas centrales, para que jerarquicen la atención integral al proceso, desde la concepción hasta la evaluación de sus resultados”, nadie duda que se haya hecho, pero los resultados dejan mucho que desear.

Al marcharnos de la obra, una vecina del edificio advirtió la preocupación con la calidad del trabajo en su apartamento, el 103, que se moja desde uno de los inmuebles de arriba y el peligro que entraña, porque el agua llega, incluso, a la cablería eléctrica de los bajos del ascensor.

Tantos aspectos negativos son secuelas de la imprevisión, conducta que riñe con el propósito inicial de eliminar las filtraciones en varias áreas, con lo cual, de paso, se retocaba y devolvía a la ciudad la elegancia de una de sus edificaciones más representativas.