FLORIDA, CAMAGÜEY.- Los efectos del huracán Irma también hicieron blanco en Florida, donde el fondo habitacional, fundamentalmente, recibió una fuerte y dolorosa estocada; sin embargo, como buenos mosqueteros, ni la conformidad, ni la pereza encontraron sitio.

Poco a poco, y no con la rapidez deseada, más de 3 000 viviendas recalan en el acápite de solucionadas; no obstante, el 76 % de soluciones totales solo anima a reforzar el trabajo, pues todavía hay indicadores que exigen una superior entrega y mejores dinámicas, como son los casos de los derrumbes totales y parciales.

Pero el apoyo institucional también llegó, y ahora pudiera convertirse en un paliativo para la industria de la construcción de ese municipio, el segundo de mayor población de Camagüey.

DE MINI… NADA

Enormes naves enclavadas en su circunvalante, constituyen la “residencia” de una minindustria de la construcción, de tecnología italiana, que con apoyo internacional se encuentra en fase de puesta en marcha y que pudiera devenir, a corto plazo, importante sostén para los propósitos de fortalecer el suministro de recursos a la edificación de hogares en la localidad.

Lázaro Rodríguez es el administrador del joven colectivo, tanto en edad como en labores de este tipo, y que recién comienza a elaborar sus primeras producciones, en especial tablillas, marcos para puertas y ventanas, además de bloques.

“Estamos en un proceso inicial, que incluye desde el adiestramiento del personal hasta la verificación de la calidad de la técnica, cuánto puede dar y cuánto le podemos exigir”.

Apunta con su dedo índice hacia largas filas de bloques: “Son los primeros, y puedes ver que aun húmedos tienen consistencia, por lo que los muchachos están contentos, porque saben que cuando produzcamos a plena capacidad podremos tener buenos ingresos, y resolveremos la situación a las familias necesitadas”.

¿Cuáles son los medios entregados?

—Tenemos molino de mandíbula y martillo, criba (zaranda), dos mezcladoras, bloquera fija y ponedora, y prensa para baldosas, de 60 toneladas.

De momento poseen moldes de 10, 15 y 20 para la bloquera fija, y las dos primeras medidas en el caso de la ponedora; además, moldes para tablillas, marcos para ventanas y puertas. También han producido bloques para el cerramento, aunque necesitan moldes para elaborar losas hexagonales, viguetas y plaquetas.

Cerca, casi a la escucha, se encuentra el ingeniero civil Miguel Nápoles, quien según sus propias palabras es “el asesor” del equipo, “pues estaré acá hasta que ellos lo crean necesario”.

Nápoles refiere que “los muchachos se han adaptado; vinieron sin experiencia en la construcción, pero escuchan los consejos y muestran gran interés por salir adelante”.

“Coincido, afirma el administrador, porque la integración de ellos es grande, y hasta el momento se apoyan mutuamente con gran disciplina, pese a que provienen de diferentes organismos”.

Con un excelente nivel de acceso, además de locales espaciosos para acumular materiales, con los medios disponibles ellos pueden obtener in situ polvo de piedra, granito, gravilla y arena de resistencia. Según sus cálculos, están en condiciones de entregar 2 000 bloques en ocho horas.

LA JUVENTUD MUY PRESENTE

Giober Vizniega Cedrés es uno de los jóvenes que milita en la naciente entidad, perteneciente a la Empresa de Industrias Locales de Florida. Tiene 26 años, y no lo pensó dos veces, apenas lo supo, solicitó empleo. “Me contrataron, me explicaron cómo era el trabajo y he decidido quedarme aquí. Llevo pocos días, mas he logrado una buena relación de trabajo. Acerca del salario, está claro que mientras más produzcamos… más ganaremos”.

Le espera una nueva carga de materiales. Una minindustria florece en Florida. Y ojalá que florezca… y en grande.