GUÁIMARO, CAMAGÜEY.- Es marzo de 2019. Cinco décadas nos separan de aquel nacimiento. El contexto es diferente al de la zafra del ´70. Pero Radio Guáimaro (RG), cuya primera transmisión salió al aire el día 13 del tercer mes de 1969, continúa viva con la dedicación de sus trabajadores.

Héctor Espinosa, el director, conoce perfectamente cada detalle de la creación de “su” emisora, ahora con 16 horas diarias de transmisión y una parrilla de programación que incluye 41 propuestas.

“Radio Guáimaro se funda en la zona actual del municipio de Colombia, perteneciente a la oriental provincia de Las Tunas. Era allí, en un lugar llamado Los Unidos, donde estaba el central azucarero, y como la idea era apoyar con el medio de comunicación la zafra conocida como la de los diez millones, ese era el sitio ideal.

“Nieves Piñero, Santa Zamora y Joaquín Hidalgo, entre otros, comenzaron a recuperar los equipos de audio que la población les cedía. Así los fueron reuniendo para hacer los primeros programas.

“Cuando termina la zafra de 1970, la emisora se traslada al actual territorio de Guáimaro, y es en el ´91 que, tras una reparación capital, se fundan los estudios en los que trabajamos actualmente, más confortables y preparados para hacer una programación radial con mayor calidad. Es ese también el propósito de la renovación que ahora mismo vivimos y a la cual todos estamos aportando”.

AMAURYS, HIJO DE FUNDADORES

No es casualidad. Su apellido es Piñero, como el de Nieves Jesús, uno de los protagonistas de la historia narrada a esta periodista por el director. Amaurys proviene de una familia de radio, y lo dice orgullosísimo. La de su padre fue la primera voz escuchada a través del dial de RG en sus años fundacionales y con la que guió durante mucho tiempo el trabajo en la emisora. “Mi mamá, Claribel Guevara, fue operadora del máster hasta 1992. Pero de mis cuatro hermanos el único que se inclinó por la radio fui yo.

Más de tres décadas como realizador de sonido, primero; asesor, después; y director de programas, desde 2009 hasta hoy, suma ya Amaurys, quien entrega su vida a la cincuentenaria emisora desde 1985 y considera a la labor en ese medio de comunicación un arte.

Con mucho compromiso, comenta que “todos los días la radio es un reto”, porque hay que “pensarla desde las necesidades del oyente”. Con ese empeño, los amaneceres le sorprenden en el estudio de RG, porque tiene a su cargo toda la programación infantil (un musical y dos variados) y la revista Informativamente hablando, conducida por Omara Leiva Yero.

“Uno siempre cree que puede dar más, yo tengo esa máxima como patrón, porque nunca doy por concluida una obra. El programa de mañana siempre puede ser mejor que el de hoy”.

AURORA NÁPOLES: LA RADIO DEBE RESPONDER A LA GENTE

Así de autoexigente, como Amaurys, es la locutora Aurora Nápoles, quien llegó a RG por una convocatoria de la que le avisaron hace treinta años, “hice la prueba y quedé solo yo, tuve suerte… y hasta hoy sigo aquí, porque amo mi trabajo”.

Para Aurora, la emisora “se transforma desde las bases de su creación”. Y ella misma es la muestra de eso, con sus programas Buenas noches, Guáimaro, de los domingos a partir de las 8: 00 p.m., que ya tiene 25 años, y Miradas a la gandería, una solicitud del subdirector, pero concebida por ella para el horario entre 6: 30 p.m. y 7: 28 p.m, los sábados.

“De mi padre, Leonel, heredé la humildad, él me educó en el culto a Guáimaro. Mi familia es de las fundadoras de este pueblo y eso lo llevo en la sangre. Me siento muy orgullosa de Miradas…, el programa en el que dialogamos de nuestro mayor renglón económico. Como lo dirijo, escribo y conduzco, intento desde esos tres roles acercar a los oyentes a los secretos del hombre de campo.

“He sufrido el proceso de reparación, por mi salud, por la voz, pero me he adaptado, aunque tenemos que trabajar en cabinas que ahora mismo no tienen las condiciones ideales, pero hay que hacerlo, porque a pesar de esas dificultades la gente siempre espera a una radio que esté muy pegada a su pueblo, así que las dificultades internas se rompen tras los cristales”.

A LOS 50, UNA RENOVACIÓN QUE TRASCIENDA LAS PAREDES

La joven periodista Gelsy Rodríguez Rivero, egresada hace nueve años de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, y a quien la vida la llevó al más oriental municipio de la provincia, opina que “el reto mayor de RG hoy es que esa reparación capital no quede solo en un local remozado.

“El espíritu de la emisora, las maneras de hacer la programación, el periodismo, tienen que renovarse a la par del edificio. Las formas de comunicar tienen que ser mucho más contemporáneas, y nunca podemos cansarnos de decir —aunque parezca trillado—, que el periodismo tiene que parecerse cada vez más a la gente. Ese reto siempre lo van a tener los medios de prensa.

“Y repito, al mismo tiempo que ese edificio nuevo tiene que lograrse un aire de modernización en la forma de hacer radio en el municipio. Además, porque ya RG está online, por tanto, el mundo entero puede oír nuestra programación. Eso significa que no podemos seguir haciendo la programación de los años ´80, que debemos responder a todos los tipos de público.

“Hace falta más participación de la audiencia, participación real. Necesitamos que la participación de la audiencia no sea solamente para mandar mensajes de felicitación o pedir canciones; la participación tiene que trascender ese concepto, la gente del pueblo tiene que ser parte de lo que se está hablando en la emisora, tiene que aportar a la concepción de los temas de la programación, a sus respuestas”.

Y para ella ese es el mejor modo de hacer periodismo, contando las historias de la gente común, “la del campesino, la del médico reconocidísimo que logró un parto que podía no haber sido, según los pronósticos, la de la maestra que ha dedicado su vida a la profesión y cuando vas a entrevistarla encuentras que ahora educa a los hijos de quienes fueron sus alumnos”.

Desde sus respectivas especialidades, Héctor, al frente, Gelsy, como jefa del Grupo Informativo, y Daymi Prendes, coordinadora de programas, junto al resto de los periodistas, locutores, realizadores de sonido, directores, traductores, editores web, y personal administrativo, la emisora de los guaimareños se multiplica cada día en voces y sonidos, a la luz de 50 años de creación radiofónica.