Foto: Orlando Durán Hernández /AdelanteFoto: Orlando Durán Hernández /AdelanteCAMAGÜEY.- Félix Lauzarique Rodríguez estaba en la tercera fila, frente a la tribuna presidencial, cuando Fidel levantó el fusil AKM, entregado por Lázaro Vázquez, entonces primer secretario del Partido Comunista de Cuba  en la provincia. El gesto es hoy un símbolo de la puesta en marcha oficial de la planta mecánica Mayor General Ignacio Agramonte, aquel 27 de noviembre de 1988.

La industria fue creada para producir armamentos defensivos, sin embargo, en estas tres décadas se convirtió en una potencia industrial en la elaboración de artículos de bienes y consumo, y de servicios para la economía nacional y la sustitución de importaciones.

 Félix dejó todas las comodidades de la capital. Vivía en los predios de la Plaza de la Revolución José Martí y vino a “aplatanarse” en Camagüey y ser uno más de los cientos de fundadores que permanecen allí, señal inequívoca de la estabilidad de la fuerza de trabajo, sin otra aspiración que servirles a la Revolución y al pueblo.

Empezó como traductor de todos los documentos de equipos no estándares, cuyos planos habían arribado de la Unión Soviética.

El camino recorrido está signado por diferentes responsabilidades, desde traductor e intérprete hasta jefe de despacho y volvió con el mismo ímpetu a lo que siempre le llamó la atención, el área de técnica, imprescindible para la gestión del conocimiento, almacenar la sabiduría, diseminarla y que la gente lo aproveche.

 Al recordar ese momento del 27 de noviembre trajo a colación lo expresado por Fidel ese día: “de que esto era una joya de la industria mecánica”, y añadió que este fue un proyecto que adquirió 56 máquinas herramientas de primer nivel en terceros países, como la de forja rotatoria en frío.

 “¿Qué impresión me causó Fidel? La forma natural de comportarse. La primera vez que lo tuve cerca, cuando estudiaba en Los Camilitos, de Matanzas, delante de mí dijo: ‘buenas tardes, tenemos diez minutos, cinco para oír la explicación del director y cinco para recorrer la escuela’”. Y vuelve a hablar de Planta Mecánica, entidad con el nombre comercial hoy de Plamec. “Me impactó la majestuosidad, la manera en que tomó el fusil, la claridad de pensamiento y de la percepción de lo de ahora y lo de mañana.

 “Supo ver dentro del objetivo de la defensa del país cuánto iba a aprovechar con esa cantidad de equipos y de asesoría, fue una escuela desde que Fidel concibió esta planta, tanto para la defensa como para el campo del conocimiento y del aprendizaje que servían para las FAR y la economía del país”.

 Como él piensan muchos trabajadores de Planta Mecánica, lo secundan en eso de que en la vida lo que más vale es lo que tú des. Es feliz porque en cada plano y cada proceso tecnológico y galvánico aparece su firma y fecha, y lo hizo no para que vieran su apellido, sino para hacerse más responsable de lo que había puesto al traducir.

Treinta años no fueron por gusto, han pasado tan rápido y se nota cuando son vistos los resultados en que se pusieron esfuerzos y empeños, bajo la máxima de Fidel: “Qué no podrá hacerse en esta planta, qué no podrá salir de esta planta con el transcurso de los años en la medida que ustedes adquieran más y más experiencia”.

Fotos: Leandro Pérez Pérez/AdelanteFotos: Leandro Pérez Pérez/Adelante

Actualmente laboran en la industria 298 graduados de nivel superior, 454 técnicos de nivel medio, 301 obreros calificados y 619 con un nivel cultural que oscila entre noveno y doce grados. El salario medio se encuentra en el rango de entre 1 900 y 2 000 pesos. El poderío está avalado porque tiene tecnología, incluso hoy en día renovada, pequeñas inversiones y sobre todo un caudal de conocimientos acumulados y de experiencias productivas grandes, no tanto en la esfera militar sino en las propias producciones mecánicas.

 De ahí salen medios para la agricultura, el turismo, la construcción y genera esas riquezas de que tanto hablamos para que se reviertan en las mejores condiciones de vida, el incremento de empleo y se mantiene la dinámica de crecimiento.

El plan de venta de este año es de 82 millones, pero la aspiración es superar los 85 millones en renglones como artículos de madera y metal, compuestos plásticos, muebles de oficina y camas y piezas de repuesto.