Fotos: Orlando Durán Hernández /AdelanteFotos: Orlando Durán Hernández /AdelanteCAMAGÜEY.- No hay tarea nueva en materia de ingeniería mecánica que Jesús Morffi Pino, especialista principal del departamento de ingeniería de la dirección técnica de la Empresa Militar Industrial Mayor General Ignacio Agramonte, no se vea envuelto con su sabiduría y el deseo de hacer.

Y es de esas personas que no se creen el ombligo del mundo. Reconoce que antes de su estancia en la industria –lleva en ella ocho años- hubo otro compañero, como el director técnico de la empresa, Leonardo Padilla, quien realizó muchos trabajos de cálculos manuales y de ajuste de las máquinas talladoras.

La conversación sobre las ruedas dentadas transcurrió dentro de la amplia nave donde radica la fábrica de piezas de repuesto. Específicamente el diálogo comienza remitiéndose a que uno de los primeros trabajos al que se dedicó, al llegar a ese emporio, fue ejecutar un programa de cálculo para todo lo que fuera diseño geométrico, de manera que cada ingeniero en su computadora dispusiera de esa tecnología para desarrollar las piezas.

Explicó. “Es un software al que se le ingresan los parámetros de cálculos que se necesita y recibe, de forma impresa, todo lo que necesita para las piezas y los planos, más el ajuste de las máquinas, sean talladoras y rectificadoras de ruedas dentadas que tienen utilidad universal en todos los campos de la vida moderna y antigua”.

Tras una breve pausa añade: “Las ruedas dentadas están presentes en relojería, en máquinas herramientas, combinadas cañeras, técnicas de transporte, caja de velocidad de automóviles, juguetería para niños y las hay en la vida cotidiana por la eficiencia y las ventajas en transmitir movimientos”.

DE LAS MÁQUINAS TALLADORAS Y EL PASO DEL TIEMPO

Morffi propició la conversación con dos hombres clave en que las máquinas talladoras que sufren una avería restablezcan el servicio en un tiempo relativamente rápido y no, como sucedía antes, en que la espera era de una semana y ¡cuidado!

Eusebio Molina Borrell lleva 20 años en la empresa que el próximo 27 de noviembre cumplirá treinta años en que Fidel la inaugurara, una joya de la industria mecánica.

Él explicó, en presencia de Iván Herrera, otro de los innovadores de la institución,  que con el sistema de control de la máquina, esta comienza a trabajar hasta llegar el número programado, con la ventaja de que con un clp (control lógico programable) determina la causa de la interrupción.

Herrera,  de los fundadores, es uno de los testigos de las transformaciones en la tecnología y los procesos productivos, que se han ido incrementando “en nuestra institución y mejorando los objetos sociales en los que nos hemos ido abriendo; hoy en día sustituimos importaciones en toda una gama amplia de producciones”.

Tanto él como el resto de los 298 graduados de la enseñanza superior, 454 técnicos de nivel medio y los 619 obreros calificados y la pujante fuerza juvenil, formada dentro de esos números por 575 jóvenes entre 18 y 35 años, saben los aportes que ellos ofrecen a la economía nacional y de manera especial en la sustitución de importaciones.