CAMAGÜEY .- Aunque en la provincia nunca se ha dejado de dar clases, la provincia necesita más de 1 000 docentes frente a las aulas. A pesar de los esfuerzos, aún resulta insuficiente el número de alumnos que optan por carreras pedagógicas. Sin embargo, el Ministerio de Educación traza estrategias para revertir las consecuencias de ese fenómeno.

Garantizar el futuro del magisterio o lo que es lo mismo, el futuro de la sociedad, se convierte hoy en una prioridad. En este sentido el trabajo de formación que se realiza en la Universidad de Camagüey  Ignacio Agramonte y en la Escuela Pedagógica Nicolás Guillén, del territorio, se torna cada vez más importante.

MAESTROS QUE FORMAN MAESTROS

En la compleja sociedad actual, la tarea formativa de los docentes cobra desafíos mayores cuando los educandos son adolescentes del nivel de secundaria.

Al inicio del curso ingresaron en la “Nicolás Guillén” un total de 1 564 estudiantes. Si bien pareciera una cifra considerable de entradas, al final del ciclo la realidad cambia pues solo se gradúa cerca de un 50 %.

Teniendo en cuenta que las mayores bajas se concentran en la etapa inicial de la carrera, Idalberto Reyes Porro, director de la institución, explicó que se tienen concebidas, y se realizan, una serie de actividades complementarias para asegurar el proceso de reafirmación profesional.

La escuela apuesta por reforzar el claustro de primer año con los guías de más experiencia siempre que lo permita el plan de estudio. Asimismo se enfocan en perfeccionar la formación vocacional en niveles precedentes, aspecto que garantizaría una mayor calidad en el ingreso al centro.

“Aunque estamos conscientes que este proceso ha mejorado con respecto a etapas anteriores, en ocasiones los estudiantes se quejan de no haber recibido el tratamiento requerido y esto hace que se desmotiven”, agregó Reyes Porro.

Y como sembrar en los más jóvenes el amor por el magisterio requiere mucho más que dar charlas y hacer trabajos prácticos sobre grandes maestros, los profesores de allí también se empeñan en despertar el interés desde las propias aulas mediante las novedades en el período.

“A las seis especialidades que teníamos, se le sumaron este curso cuatro relacionadas con la enseñanza artística y una de maestro de Física para Secundaria Básica. En la medida que se amplíen las ofertas, crecerá también la matrícula. Sabemos que todos los esfuerzos están dirigidos en este sentido y hasta ahora se ven los resultados”, dijo Miozotis Marcos Marrero, jefa del departamento de Formación Pedagógica.

Tamara Álvarez Loyola, alumna de primer año de Física, cuenta que cuando se enteró que iban a abrir esa especialidad supo que su futuro sería sin dudas el magisterio. “Transmitir conocimientos, enseñar todo lo que pueda, era mi deseo cuando concluí el noveno grado. Combinar mi amor por los niños con la asignatura que más me gusta, hace que mis expectativas sean muy altas y estudie mucho para ser la mejor”.

Otra de las iniciativas que se lleva a cabo es el desarrollo de puertas abiertas en las escuelas. “Esto permite que el alumno vea y escuche cuál es la función del maestro en la sociedad, qué competencias debe tener y, sobre todo conozca la experiencia de otros adolescentes, para que se motiven”, comentó Rafaela Sánchez Sánchez, directora de la unidad 2.

Además de las puertas abiertas, el colectivo de la Nicolás Guillén, efectúa actividades culturales, deportivas y académicas con estudiantes de la enseñanza secundaria a partir de los intereses específicos obtenidos del proyecto de trabajo educativo.

DE LA MANO DE LA UNIVERSIDAD

Cuando de formar maestros se trata, la Casa de Altos Estudios camagüeyana siempre tiene sus brazos abiertos. Actualmente cuenta con 21 especialidades pedagógicas autorizadas como carreras. No obstante las vinculadas a la mecanización y a la enseñanza agropecuaria parecen ser poco atractivas para los jóvenes pues esta última rama solo tiene cinco estudiantes cursando el tercer año.

Alicia Rodríguez Gregorich, vicerrectora de formación de la UC, explicó que hoy el Ministerio de Educación Superior le da la posibilidad a algunos estudiantes con vocación y que hayan optado por una carrera pedagógica, a realizar en las universidades el preuniversitario completo o parte de él.

“Venimos trabajando hace aproximadamente cuatro cursos en el aula pedagógica. En ese tiempo siempre hemos contado en la sede central con un grupo que oscila entre los 50 y 60 estudiantes de los ocho preuniversitarios del territorio, incluido el centro Mixto Máximo Gómez”, agregó.

Aquí se reúne una selección de todos los grupos de duodécimo grado y en octubre inician sus clases con una orientación profesional hacia la pedagogía. A ellos se les preotorga la carrera y no hacen los exámenes de ingreso, pues solo deben aprobar las pruebas estatales de grado 12.

“Este trabajo se ha perfeccionado y ya logramos en el curso 2017-2018 tener la presencia de todos los municipios de Camagüey. Para poner un ejemplo del aumento en la cifra de ingresos, el año anterior la matrícula fue de 351 alumnos y hoy contamos con 538”, puntualizó Rodríguez Gregorich.

A su vez, los muchachos de 12 grado tienen la posibilidad de escoger una carrera universitaria de cuatro años y salir licenciados como maestros primarios, preescolar o educación especial, siempre en respuesta a la demanda de cada municipio.

PASOS CORTOS, VISTA LARGA

Contar con más o menos alumnos en carreras pedagógicas responde también a la calidad y perfeccionamiento que se logre en la formación vocacional en las edades tempranas. Darles a los círculos de interés de corte pedagógico el protagonismo y la atención que merecen y despertar de una manera creativa la atención hacia esos espacios, debe ser el punto de mira de los dirigentes del sector.

En estos momentos, aunque cortos, se dan pasos firmes para lograr el objetivo final de suplir las carencias docentes en algunas provincias del país, incluida la nuestra. La realización aquí del primer taller nacional de círculos de interés pedagógicos del 16 al 18 de octubre es un ejemplo palpable, digno de replicar.

En la medida que se logre enamorar a los niños para dedicarse  a enseñar y la familia se convierta en un actor indispensable en esta escena, el futuro de Cuba estará garantizado.