FLORIDA, CAMAGÜEY.- Cuando florecen nuevas obras y retoñan instalaciones sociales y económicas con el sudor floridano por la sede del 26, de la decadente finca agropecuaria San Emilio renacen caballos robustos de galope rápido.

Los primeros sementales de pura sangre Quarter Horse (cuarto de milla), están en el centro equino El Renacer, donde Reinel Pérez Hernández, un experimentado vaquero, al frente de 12 “caballeros”, los cuidan con esmero.

Son tres sementales y 11 yeguas procedentes de la finca de María Antonia, en Santiago de Cuba, para la reproducción en las llanuras de esos animales dóciles, ágiles y valientes que tanto necesita la ganadería camagüeyana.

En solo cuatro caballerías se mejoran los pastos con nuevos sembradíos de plantas proteicas  y los sistemas de riego, no solo para el crecimiento de la masa equina referida, sino para la crianza de aves y ejemplares de pura sangre, ovino-caprinos y cerdos…

Así explicó de El Renacer, Pérez Hernández, a un grupo de periodistas de diferentes medios de comunicación de la provincia y el país que en Florida recorrieron planes de la economía, los servicios y obras sociales que también renacerán antes del 26 de Julio venidero.

GARANTIZAR CABALGADURAS Y EXPORTAR CABALLOS

Para Rodolfo Rodríguez Romo, responsable de la técnica y  desarrollo de la Empresa Agropecuaria de Florida, las perspectivas son inmediatas:

“Primero, lograr que este Centro Equino reproduzca sementales mediante la monta directa y posteriormente la inseminación que contribuyan a multiplicar los caballos que necesita la empresa, como ya estamos haciendo en la UEB 9 de Abril, de esta raza y de otras criollas, y después de completar las cabalgaduras que necesita la ganadería local, exportar caballos, venderlos...”.

¿Cuánto podría costar un hermoso animal de pura sangre como estos Quarter Horse, llamados también cuarto de milla por la rapidez con que corren los 400 metros detrás de cualquier vacuno?

“No sé, pero no menos de 50 000 pesos”, aseguró el vaquero empresario.

Y Rodolfo piensa en grande cuando dispongan de 30 cuartones más y puedan multiplicar a los pura sangre mediante la vinculación de 20 yeguas de raza por macho semental y tengan bastante pasto mulato… en fin, piensa en presente y en el futuro cercano 2020.

Y es que la atención de estos cuadrúpedos debe ser, y es exquisita, y lo saben los monteros Víctor García, Jorge Luis Ávalos, José Molina... quienes desde muy temprano atienden los sementales. Los bañan todos los días en horarios menos fríos y  húmedos, les distribuyen nueve libras de pienso a cada animal en raciones de tres per cápita tres veces al día, además de heno a voluntad, miel y agua.

“Las yeguas, por las mañanas, se mantienen en la cuadra y a los caballos los sacamos a caminar entre un kilómetro y kilómetro y medio tomado de la jáquima o montados en ellos”, contó Molina, uno de los peones que llega de madrugada y se va entrada la noche, porque le gusta ver los caballos con el pelo brilloso, alimentados, bien cuidados.