CAMAGÜEY.- Andrés Pérez probó la efectividad del biogás hace casi seis años. Dice que para renunciar a tal alternativa energética tendrían que volarle en pedazos el biodigestor de 20 metros cúbicos, por los beneficios que reporta esta fuente renovable de energía en su finca El Renacer, enclavada en los predios de la Circunvalación Sur, casi a las puertas de la ciudad de Camagüey, vía Oriente.

De electricista en el Hotel Camagüey prefirió trocar los cables, destornilladores, buscapolos, pelacables y tijeras por el cultivo de la tierra, a raíz de iniciarse el programa de granjas urbanas y suburbanas y no perder la tradición que aprendió desde su niñez de los abuelos, hombres apegados a las labores del campo.

El cooperativista de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) 26 de Julio, del municipio de Jimaguayú, vio los cielos abiertos cuando concretó la construcción del biodigestor para emplear el gas metano en la cocción de alimentos, aunque visualiza otras opciones de empleo en la medida que comprueba sus utilidades en la eliminación de las fuentes contaminantes del medio ambiente y el uso de los desechos como abono para mejorar los suelos.

Las excretas que se emplean para abastecer el biodigestor –la más eficiente proviene de la rama porcina-- salen por una zanja, desde la cochiquera en la que se agrupan 20 cerdos, masa suficiente para el suministro estable a las actuales necesidades energéticas, explicó Andrés, quien se hace acompañar en la atención de la finca de un hijo, un sobrino, un yerno y otras personas.

La inversión se paga con relativa rapidez y es duradera, siempre que se ofrezca el mantenimiento a la instalación, con limpiezas cada dos años.

El Renacer surgió en predios de espesos marabuzales y exhibe hoy una sólida masa ganadera, producción de leche, cerdos, cría de aves, cultivos menores y una mini-industria para procesar lo que se cosecha allí o provenientes del resto de las fincas de la CCS.

Forma parte del proyecto Basal, Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria, patrocinado por la Unión Europea y la Agencia Suiza para el Desarrollo, con la intervención del CITMA y el Ministerio de la Agricultura.

Mediante esta fórmula El Renacer va convirtiéndose más que en un polígono de pruebas de Fuentes Renovables de Energía en una plataforma para acelerar la aplicación de la ciencia y la técnica, de ahí que tengan biodigestor, molino de viento, secadores solares y cercas eléctricas del proyecto Voisin.

Le falta establecer la lombricultura, una microplanta de microorganismos eficientes para cerrar el ciclo “todo lo que entra aquí se queda”, sin descuidarse la producción de posturas para el cultivo tapado del tabaco y de otras especies agrícolas.

Andrés de hotelero a pequeño agricultor.“La excreta de cerdo la hacemos gas, del vacuno la materia orgánica de producir las posturas, el aire impulsa el molino de viento para el agua y el sol lo aprovechamos como un pequeño secador de semillas y algunos condimentos que utilizamos en el proceso de vitanova o algún tipo de salsa.

Ya en la finca El Renacer se está pensando en construir un segundo biodigestor, el hueco está abierto, para aprovechar las excretas vacunas. Con el ejemplo de Andrés y de otros agricultores pequeños, Camagüey, que  llegó a ser una potencia de biogás en vaquerías en los años 80 del pasado siglo recupere esa posición de avanzada.

Él atribuye el retroceso a que la tecnología usada en esa época era de campana de acero y como la excreta es extremadamente corrosiva llegaba el momento que "morían" los biodigestores por la imposibilidad de reponerlos o darles un mantenimiento adecuado.

Con el tiempo se han incorporado nuevas tecnologías como la que allí tienen, de cemento y arena y formatos más sencillos como el polietileno, fácil de hacer. “El que haga un biodigestor no se arrepentirá, va a tener la solución de la energía resuelta dentro de la misma finca”.

Esa certeza de Andrés y la necesidad de las fuentes renovables de energía fueron ratificadas en el V Taller Nacional acerca del tema en noviembre, auspiciado por el Centro Integrado de Tecnología del Agua de Camagüey. El jefe del programa de usuarios de biogás, Doctor en Ciencia José Guardado expresó su confianza de que la provincia avance hacia nuevos escalones en este campo.

OTRA ENERGÍA POSITIVA

Andrés fue uno de los campesinos camagüeyanos seleccionados para sostener un encuentro con Fidel en su casa y compartir con él sobre las experiencias del uso de plantas proteicas, según sus propias palabras, "lo más grato que le pudo suceder en su vida".

“Cuando Fidel preguntó quien tenía experiencia le hablaron de varias personas que teníamos ya algo adelantado y ello originó ese fraternal encuentro, en el que debatimos sobre la producción de leche, la ceba y la oportunidad de apreciar cuanto hizo en La Habana con las instituciones científicas desarrollando felizmente las plantas proteicas”.

Lo vio vivir en una casa sencilla, sentado en su buró, rodeado de papeles y libros. “Me decía: cómo este hombre podrá tener tiempo de leer tantos libros y saber tanto con una mente lúcida y clara. Nos fuimos contentos y felices de trabajar más. Dejó un legado, dijo Andrés, y aquí lo estás viendo".

El secador solar, otra de las modalidades de las fuentes renovables de energía.

Muestra parcial del biodigestor de la finca El Renacer.

Ganado vacuno y aves de corral forman parte de la producción de El Renacer