PALMA CITY, ESMERALDA, CAMAGÜEY.- No es el Palma City que conocí hace más de un mes. Ahora no reina aquel intenso silencio, ni la contagiosa pena en los rostros lugareños. Se levantan de nuevo los inmuebles allí donde aquella vez encontramos lomas de escombros.

Martillo en mano, Ciro celebra sus 60. Viene desde Vertientes y es uno entre muchos trabajadores de la agricultura que “tienen” una casa en este poblado.

Gracias a ellos Graciela Taboada Martínez ya encontró su voz. Se había ido con Irma, con el dolor de ver desmoronadas las paredes y perdido el techo. Esa vez sí puede hablar con Adelante Digital. Nos cuenta la alegría de saber que otros hicieron suyo su problema y en unos días volverá a su morada.

“Ser útiles. Sea sembrando en el campo o ayudando a estos hermanos. Eso es lo que nos inspira, lo que se nos ha enseñado y una de las cualidades de los cubanos”, dice Reynaldo Pacheco, de la UBPC El Cenizo, y confiesa que sin pretenderlo han ganado allí amistades para toda la vida.

Codo a codo con los “forasteros”, los locales participan en la renovación. Ismael Reyes es uno de ellos. “Dicen que hay lugares en que los damnificados se sientan a esperar que les resuelvan su situación. No solo son malcriados, son ingratos”, sentencia, y descarga materiales con sus “compañeros de brigada”, otros vecinos de la comunidad.

Mientras terminan el piso de su cuarto, Taidielis juega con una muñeca nueva. Se la regaló Mayelín, una de las cooperativistas de la “Miguel Peña”. “No ha faltado gente buena, y no hemos estado solos. Aquí han venido del Partido Comunista, del Gobierno… todo el mundo atento. En los peores momentos, eso nos tranquilizó”, cuentan Addiel y Taiyane, los padres de la nena.

Más de 100 casas están enumeradas, asignadas a una o dos unidades productivas que con rigor y premura ejecutan la reconstrucción. Aseguran que solo la falta de algunos materiales los ha detenido momentáneamente. Lo cierto es Irma no se llevó las ganas ni la solidaridad, y lejos de sus surcos, en Palma City, agricultores de toda la provincia cosechan sueños, amistad y nuevos hogares que siempre estarán abiertos para ellos.