CAMAGÜEY.- Tener hijos no estaba en su proyecto de vida: “Yo no quería porque tenía miedo de cómo sería para cuidarlos y hasta de que nacieran con la enfermedad, pero ella insistió, y ya ve”.

Aunque Lili es la ama de casa, Baldoino Hernández Plaza es quien lleva y recoge a los niños a la escuela, y antes al círculo. “Desde que a Delenys le dieron el círculo en tercer año de vida la llevaba todos los días. Primero cargada, aunque tenía que parar para descansar un ratico y luego seguía, después me guiaba ella a mí”.

¿No temía algún accidente?

—Me sabía el camino de memoria. Conocía dónde estaba el poste, el hueco, y cuando llegaba a una esquina sí intentaba que alguien me ayudara a cruzar la calle.

La retinosis pigmentaria le hizo perder la visión con apenas 20 años, entonces se preparó para enfrentar la vida y ha creado una linda familia en unión de Liliana Castillo Nápoles, también con discapacidad visual, pero sin temor a la responsabilidad de un bebé, porque siempre estuvo rodeada de ellos y le encantan.

Además de hacer los mandados, cambiar los llavines y las lámparas y ocuparse de otras cuestiones de casa, en la agenda de Baldoino siempre han sido prioridad los niños. “Los hemos criado a los dos solos, con mucho cuidado para que no se enfermen”, me dice, y describe con detalles cómo hacerles las inhalaciones para que mejoren rápido de una gripe y cuánto detalle hay que tener para ante cualquier afección repasar cada paso del día anterior y descubrir qué les pudo haber hecho mal, porque “uno conoce a sus hijos de solo escucharlos, y aunque no vemos, sabemos cuándo están mal y cuándo han mejorado”.

También despertaba a Lili en las madrugadas cada dos o tres horas para que les diera el pecho, cambiaba la sabanita en la cuna y las lavaba después. Ahora les ayuda en las tareas, siempre con el apoyo de las maestras, que han sido muy importantes en el proceso.

“Con la niña pasamos más trabajo, pero con Cristian no, ella misma ayuda a su hermanito, y es quien me acompaña al mercado cada domingo y me dice lo que hay, los precios...”.

Le ha sido difícil asumir ese rol, estar siempre presente aunque solo imaginando lo que otros le cuentan que hacen sus frutos, pero ellos le agradecen sus horas de desvelo, su cariño, su dedicación. Así se lo hacen saber en la dedicatoria que por esta fecha le escribieron: “Felicidades papá por este día tan especial. Gracias por tu amor. Hoy traigo el bolsillo lleno de besos, déjame compartirlos contigo”.


Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteFoto: Leandro Pérez Pérez/Adelante