CAMAGÜEY.- Sin ser historiador, Ubaldo Fernández Medina ha devenido como tal; durante sus 47 años de trabajo en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, mucho de su tiempo libre lo ha dedicado a recopilar documentos, fotos, y hasta ser coautor principal de un libro que recoge momentos significativos de la institución durante sus primeros 40 años, que incluye antecedentes históricos, sin que por ello haya dejado de hurgar en los recuerdos de esa etapa y de la década posterior.

Precisamente en la edición impresa de Adelante del 24 de septiembre de 1967 aparece un artículo del escritor (fallecido) Raúl González de Cascorro, La Universidad de Camagüey, una realidad, la que poco menos de dos meses después comienza sus clases en calidad de centro universitario como filial de la Universidad Central de Las Villas, con el profesor Víctor Esnard Torriente como director de la Facultad de Agronomía, y coordinador general, y la Dra. Zoila Ángulo Hernández como directora del “Pedagógico”, entonces de nivel medio.

“El ‘Pedagógico’ estaba en las aulas del actual politécnico ferroviario Cándido González, y Agronomía en el ‘Alvaro Barba’, conocido entonces como ‘de la caña’, con cinco días de diferencia, por eso me parece acertada la decisión de conmemorar la fecha del 6 de noviembre como la del inicio de la Educación Superior en la provincia, sobre todo porque ahora somos una sola Universidad integrada.

Es importante recordar que la carrera de Medicina tiene sus inicios en este territorio el 8 de enero de 1968, con 19 alumnos del 4to. y 5to. años provenientes de la Universidad de La Habana, que radicaban en el hospital provincial Manuel Ascunce Domenech.

Ubaldo, conversador ameno y de una memoria envidiable, recorre en el diálogo con esta periodista días de la sede en la finca San Isidro, donde nos conocimos y establecimos amistad, él como profesor de Dibujo que se incorporaba al claustro de Agronomía, y yo como estudiante del “Pedagógico”; la primera de estas carreras estuvo un tiempo radicada en Ciego de Avila, hasta que finalmente retornó.

“No lo hemos escrito, pero casi todos los de aquella época recordamos que un día pasó por el lugar el Comandante en Jefe, y al leer el cartel que en la entrada anunciaba “Universidad de Camagüey” le pidió a la dirección política de la provincia que lo quitaran y lo colocaran nuevamente cuando la provincia tuviera una universidad verdadera. Creo que aquello fue un reto, y mientras algunas carreras se iban creando de manera dispersa en diferentes lugares, como Ingeniería Mecánica, en Nuevitas; Economía, en la calle Luaces No.158; luego en 1973, ya con el Dr. Danilo Corchado como rector, se suman las ingenierías Eléctrica, Civil, Química y Veterinaria en el ‘74 en el Politécnico Pino Tres; luego las licenciaturas en Derecho, Periodismo, esta última como filial de la Universidad de Oriente… ya para entonces contábamos con las primeras edificaciones de la sede actual, y aledaña la del “Pedagógico”… todo esto con un claustro que en su mayoría se iba superando, desde las licenciaturas y las ingenierías hasta el Doctorado, para consolidar lo que somos hoy y que con mucho orgullo nos gusta decir: la primera Universidad creada por la Revolución, la primera integrada como de las grandes, y la primera certificada después de la integración.

“Venimos trabajando en una cronología de lo que consideramos son los hechos más importantes, sobrepasa el centenar de acontecimientos, incluye visitas de personalidades nacionales y extranjeras, entregas de condecoraciones, los procesos de formación de nuestras organizaciones políticas y de masa, organización de eventos científicos, firma de convenios de intercambio con universidades latinoamericanas, a los que no escapan la presencia del General de Ejército Raúl Castro el 12 de noviembre del 2008 para intercambiar con los evacuados de Santa Cruz del Sur en ocasión del paso por el territorio del huracán Paloma, porque es importante que se conozca que en materia de defensa, tanto en caso de catástrofe, como de otra índole, la sede central juega un papel importante, que involucra a la mayoría de los trabajadores”.

Nuestro entrevistado, uno de esos tantos que llegó un día con la carrera pedagógica a medias, y hoy es profesor auxiliar y Máster en Ciencias de la Educación Superior… y asesor metodológico de la vicerrectoría de Formación, muestra en su vivaracha y chispeante mirada una sombra de tristeza al recordar a muchos que ya no los acompañan, algunos por ley biológica natural; otros cuyas vidas fueron tronchadas inesperadamente por accidentes, enfermedades… y me pide que: “prefiero que no menciones a ninguno en particular porque no son pocos, y quiero que este espacio sirva de tributo para todos”.

Mucho le queda a él por decir, y otro tanto a nosotros por escribir; por suerte, este medio siglo de festividad universitaria depara otros espacios en Adelante Digital, a modo de congratulación del pueblo camagüeyano, que tiene entre sus familias agradecimiento en cuanto se refiere a vínculos directos o indirectos y de formación profesional.

“Para mí, —dice Ubaldo— uno de los principales logros de la Universidad de Camagüey es haber servido a la Revolución como fruto que es de ella, haberse mantenido erguida frente a muchas dificultades, como las del período especial, y continuar adelante, siempre con el apoyo del Partido, del Gobierno y, sobre todo, con el reconocimiento de los agramontinos, eso nos enorgullece, nos estimula para continuar avanzando en la conquista de la excelencia, y así seguir haciendo nuestra propia historia”.