Cuba se puede vanagloriar de haber formado a grandes científicos, eminentes especialistas y catedráticos, y profesionales e investigadores que han sentado pautas en el quehacer de las ciencias a escala nacional e internacional.

En esas filas se ubica alguien que despuntó desde el inicio de la Revolución cubana en las ciencias ortopédicas, el Doctor en Ciencias, Profesor Rodrigo Álvarez Cambras, jefe del Grupo Nacional de Ortopedia y Traumatología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

Hombre afable, sencillo, jovial, alegre y consagrado al trabajo y a la Patria, este 22 de diciembre, Día del Educador, festeja doblemente la fecha porque en esta ocasión arriba al aniversario 82 de su natalicio.

El también Presidente de la Sociedad Cubana de Ortopedia yTraumatología y director fundador del Complejo Científico Ortopédico Frank País, en la capital, lleva más de 50 años consagrados al cuidado y rehabilitación de personas aquejadas de problemas vinculados con los traumas en los huesos.

Además de la asistencia y la investigación, el renombrado galeno, Profesor Titular y de Mérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y Académico de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba, ha formado diversas generaciones de ortopédicos para la nación antillana y el mundo.

En conversación con la Agencia Cubana de Noticias  manifiesta que “ha combinado la asistencia, la investigación y la docencia con mucho trabajo, gran esfuerzo y múltiple cariño y dedicación, con el sentimiento de servirle a mi pueblo, y sobre todo, a la Revolución, siguiendo las ideas y el ejemplo del Comandante en Jefe Fidel Castro”.

En el "Frank País", Centro de Referencia Nacional en esa especialidad, desde 1969 que se fundó y Fidel le encomendó la dirección de la prestigiosa institución, se han preparado casi el 100 por ciento de los ortopédicos cubanos.

Anteriormente Álvarez Cambras formó especialistas de esa rama en Santiago de Cuba y La Habana, y también, centenares de extranjeros, que bajo su lupa y preocupación se prepararon en esa institución”.

Disímiles reconocimientos nacionales y de otros países, ostenta el “Profe”, como lo llama el colectivo que él dirige, entre ellos, uno otorgado por la representación en Cuba de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud por su sobresaliente labor en la colaboración médica cubana.

Este querido galeno participó en las cuatro primeras misiones internacionalistas de salud preparadas por la Isla: las dos iniciales en Chile, una en Perú, y otra en el Congo, y fue como jefe en todas.

También por orden de Fidel Castro, participó en el suministro y la organización de la logística para el grupo que asistió al terremoto de Pakistán, y de inicio, los primeros grupos que salieron y se formaron en ese hospital.

Por idea del líder de la Revolución, en 1971 se creó el Centro de Traumatología del Deporte de Cuba, adscripto al "Frank País" y al Instituto de Medicina Deportiva.

Entre la larga lista de atletas tratados en esa institución se incluyen Teófilo Stevenson, Iván Pedroso, Javier Sotomayor, María Caridad Colón y Mireya Luís, por citar solo algunos.

Álvarez Cambras ostenta diversos reconocimientos: cuatro Honoris Causa, de la Universidad César Vallejo, de Perú, de la Universidad de San Andrés, Santo Domingo, y de la Universidad Andina de Cuzco, de Perú, entre otros.

Le otorgaron, además, el Título de Profesor Auxiliar de la Universidad de París, Doctor en Ciencias de la Universidad de Carlos, en Praga, y en Francia, la Legión de Honor de esa nación, que le entregó el presidente François Mitterrand.

Este brillante cirujano ortopédico ostenta a su vez las Palmas Académicas otorgada por el Ministro de Educación del país galo en aquel momento.

Posee el Collar Olímpico, concedido por el Comité Olímpico Internacional, la Orden de Honor y la Amistad de Rusia, otorgada por el presidente Vladimir Putin durante su visita a la Isla; la de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, impuesta por Fidel, y la Orden del Ejército de Nicaragua, concedida por Daniel Ortega, y otras muchas más.

El eminente científico cubano ha intervenido quirúrgicamente a más de una docena de presidentes de otras naciones como Saddan Hussein, el primer estadista que operó; al mandatario de Perú, General Juan Velasco Alvarado, y al de Ecuador, Rafael Correa, además del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.

Con enorme tristeza por la pérdida física del Comandante en Jefe, el catedrático confiesa que tuvo la oportunidad de ser uno de los médicos de Fidel, a quien calificó de visionario, alguien a quien debemos honrar con el ejemplo, remarcó.

A pesar de sus 82 años de edad, Álvarez Cambras se mantiene en activo, es profesor consultante, asesora y enseña a operar, realiza diagnósticos, consultas externas e investigación e interviene en conferencias, congresos y eventos internacionales.

Confiesa que se hizo ortopédico por pura casualidad, pues su padre quería que fuera ingeniero, pero se enfermó y cuando estaba en tercer año de bachillerato se puso muy grave.

“Mi padre venía de la guerra en España, con una tuberculosis pulmonar, y lo vi morir en unas condiciones terribles, a partir de ese momento cambió la idea de ser ingeniero y fue cuando estudié medicina, con el objetivo de curar lo que le había pasado. En 1952, terminé la carrera de medicina y empecé a trabajar en la sala Gálvez del Hospital Calixto García”, comenta.

“En una manifestación en la que participé me lesionaron y me llevaron a la sala Gálvez, que era de Ortopedia, y allí empecé a trabajar y no he parado hasta hoy”, señala orgulloso de su historial médico.

“El que se embarra con yeso se hace ortopédico”, asevera jocosamente el profesor Álvarez Cambras, quien diseñó los reconocidos internacionalmente fijadores externos RALCA que han beneficiado a miles de pacientes de más de 40 países.