Foto: Orlando Seguí Aguilar/AdelanteFoto: Orlando Seguí Aguilar/AdelanteFLORIDA,CAMAGÜEY.- Nieves López Ruiz es presidenta y fundadora del Consejo Popular Las Parras, en el municipio de Florida. Con cuarenta años al frente de la tarea, aún camina y orienta como el primer día. Esta señora en particular la conocí en uno de esos recorridos donde observas bien de cerca el roce que tienen los dirigentes con su pueblo. Allí pude comprobar, sin que nadie me lo contara, el gran respeto y admiración que sienten sus vecinos hacia ella. Por tal razón la entrevista no se hizo esperar, sobradas razones tiene Nieves para merecerla.

—¿Cómo llegó al cargo que hoy mantiene?

—Soy maestra de profesión, pero llego al cargo cuando en el año 1976 se comenzaron a organizar los órganos del Poder Popular para las elecciones. En ese entonces yo era la secretaria de Educación en Florida y comencé a trabajar en la comisión organizadora. Allí fui conociendo cómo era la labor en el barrio. Vivo donde nací y me crié, en la circunscripción número 30 de Ortigal y donde fui delegada desde el primer mandato en el que me eligieron. Son ya cuarenta años en el mismo lugar y con el mismo pueblo que me escogió para que lo representara.

—¿Considera usted que es muy difícil este trabajo?

—Pienso que sí es difícil, pero lo que hay es que tener amor para realizarlo y ayudar al pueblo, representarlo y convencerlo, para estar siempre al lado de las personas en las buenas, en las malas, en las regulares, y compartir las alegrías y las penas para darle confianza.

—¿Cómo enfrentaron las recientes amenazas del ciclón y luego la fase recuperativa en el barrio?

—Ya hemos pasado varios fenómenos y tenemos alguna experiencia en cómo enfrentar estos eventos. En primer orden, cuidar las vidas humanas, el pueblo tiene que conocer eso, pero también debe ayudarnos, el trabajo debe ser en conjunto. Creamos comisiones para que recorran todos los lugares y nos ayuden, de esa forma creo que pudiéramos enfrentar lo que venga.

—¿Cuál es para usted su principal beneficio en todos estos años de labor?

—No me importan los reconocimientos que por mi centro de trabajo me puedan dar, solo me interesa el pueblo, ese sí me llena. Que cuando llegue a un lado me cuenten todo lo bueno y lo malo, que me tengan en cuenta para cualquier cosa y me quieran como una madre, hermana, amiga, eso es mucho más importante para mí que cualquier otro premio.

—Entonces, ¿por cuánto tiempo contaremos con usted en el barrio?

—No pienso en el tiempo que me pueda quedar de trabajo, solo pienso en las fuerzas para que me alcancen por mucho tiempo. Creo que el día que no pueda cumplir a cabalidad lo que se me asigne, hasta ahí estaré al frente. El pueblo se merece dirigentes preparados y a la altura que piden estos tiempos. Cuando me falte la capacidad, espero poder darme cuenta a tiempo, para entonces darle paso a otras personas más preparadas.

—¿Qué le recomienda a esas nuevas personas que llegan al cargo y al pueblo que los recibe?

—Que no le tengan miedo a los retos y que siempre, a pesar de las circunstancias, se puede hacer un poquito mejor el trabajo. Pasamos por tiempos difíciles, cada día se nos presentan nuevos retos y el pueblo nos exige cada vez más. Les recomiendo que traten de ponerse en el lugar de la gente y que conversen mucho con ellos. Una buena comunicación siempre ayuda, ese es mi mejor consejo.

La charla termina y al momento la están buscando para resolver cuestiones sobre las tareas que realiza. Una breve despedida que cierra cuando me dice: “Así es este trabajo…” y se va con pasos rápidos a resolver las cuestiones. Pareciera como si trabajara con otro tipo de energía diferente a las nuestras. Así es Nieves, así deben ser nuestros dirigentes.