CAMAGÜEY.- No fue un intercambio más, al que con cierta regularidad nos tiene acostumbrado la vicepresidenta del Consejo de Estado y Contralora General de la República, Gladys Bejerano Portela.

Éste tuvo el sello especial de encontrarse , a teatro lleno, en la sede de la Escuela Provincial del Partido Comunista de Cuba, Cándido González, con los dirigentes administrativos del territorio y con los auditores internos, en lo que para mi constituyó una clase didáctica de cómo ejercer un efectivo control. En momentos apeló a contundentes y aleccionadoras críticas.

Terminado el intercambio, de unas tres horas de duración, efectuado con la presencia de las máximas autoridades políticas y de gobierno en Camagüey, la Contralora accedió a responder a un cuestionario de preguntas muy puntuales.

-¿Los hechos de corrupción, de ilegalidades y de delitos económicos, como tendencia, disminuyen o aumentan?

“Yo te diría que aunque nosotros mantenemos una evaluación y un control sistemático, aseverar que ha disminuido el delito no sería acertado. Todavía las manifestaciones, ni el análisis de los problemas y las causas, nos indican que, a pesar de todos los esfuerzos y aunque existan avances en algún sector, no se ha detenido ese problema.

“Todos tenemos que trabajar con más eficiencia y con mayor combatividad ante situaciones y, sobre todo, más preventivamente, porque muchos de los problemas que suceden cuando usted lo analiza o examina las causas, se percata que podían haberse evitado”.

Reiteré la idea de que la falta de control y confiarse son malas consejeras y sostuvo entonces:

“Una primera razón que nosotros debemos observar está relacionada con algo que Fidel dijo una vez, de que el socialismo es la ciencia del ejemplo; por tanto, del ejemplo de todo el que está de jefe de un grupo, aunque sea de tres personas o de una entidad superior, es fundamental.

“El jefe es el que marca el camino, la ruta y la conducta. Si un jefe es disciplinado, su equipo tiene que ser disciplinado o, sencillamente, la gente rectifica o no está en el equipo. Si un jefe es honesto, modesto, no es autosuficiente todo eso influye en su colectivo.

“La dirección tiene mucho de reflejo y mucho tiene que ver con el control. Yo te diría que una de las primeras cosas que tenemos que lograr, que todos los que tenemos una responsabilidad y dirigimos a cualquier nivel, cada día más tenemos que acogernos a los principios éticos, al concepto de Revolución que ha señalado Fidel, visto en cada uno de nosotros que formamos parte, en su conjunto, de la Revolución; el ejemplo de respeto a la legalidad, a la disciplina, al trabajo.

“El otro tema es tener organización, disciplina y exigencia, síntesis de lo que quiere decir tener un sistema de control interno en un lugar; si las cosas no están organizadas, si no funcionan como tienen que funcionar, en ese lugar puede pasar cualquier cosa.

“Si un centro está organizado, hay disciplina y respeto se hace más difícil que se presenten esos problemas y si se presentaran, se corrigen por el propio colectivo”.

Cuando la Contralora señalaba lo relacionado con la ciencia del ejemplo recordaba que la primera vez que escuché hablar a Fidel de ese concepto, fue durante la celebración en Camagüey del acto nacional por el trigésimo sexto aniversario de los asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

--¿El antídoto al descontrol?

“La conducta, la ética, la transparencia, la honradez, el decir la verdad siempre, en no resolver las cosas con fraude, con mentiras, jamás se pondrán resolver los problemas de esa forma. No se puede rectificar si uno no es capaz de identificar el problema”.

En la actual circunstancia que vive el país elevar la efectividad en el trabajo ¿es esencial?

“Primero, nosotros tenemos capacidad y posibilidad en el país, como nunca antes, de lograr mayor eficiencia, incluso, sacar más provecho de los recursos que tenemos. Trabajar por esa eficiencia es una manera preventiva de evitar desviaciones, delito, corrupción, pero, sobre todo, alcanzar la eficiencia.

“Si la logramos se crea ese ambiente de control que se necesita y un clima favorable en los colectivos laborales. En un colectivo que tenga éxito, que cumpla y aporta a la nación es un colectivo que crece, que la gente se siente bien y comprometida.

“Un colectivo que está derrotado porque no cumple, hay problemas, en estos colectivos se pierden muchas oportunidades. Hay que luchar, en primer lugar, como se ha dicho por nuestro presidente, por la eficiencia económica para lograr un país próspero, desarrollado y que sea sostenible. Eso es lo fundamental.

“No podemos decir que vamos a trabajar hoy por la eficiencia y mañana en la lucha contra el delito; es la misma batalla”.

Por último: ¿Cree que haya que elevar la exigencia para contrarrestar todavía medidas dubitativas que se aplican contra actos de indisciplinas detectadas por las auditorías?

“En general en eso, sí apreciamos avances, de que se van aplicando medidas más en correspondencia con los problemas. Todavía nos quedan casos, donde puede suceder --y ha sucedido-- que las medidas no están en correspondencia. Yo creo que hay que mantener esa línea con un sentido educativo; no es sancionar por sancionar, sobre todo, profundizar en las causas para que no sean solo medidas disciplinarias y se tomen las medidas organizativas, técnicas de control para que el mismo problema no se repita y en pocos meses haya que señalar lo mismo”.