“Si hubiera sido humorista, hubiese tenido el mismo éxito”, afirman sus colegas al referirse a Luis Florencio Rodríguez Peláez, una de las voces emblemáticas de la emisora provincial Radio Cadena Agramonte, con quien compartimos esta entrevista para acercarnos un poco más a su trayectoria laboral.

Luis Florencio, ¿Cuándo surge su pasión por los deportes?

Siempre fui practicante de deportes. Desde niño en Minas, de donde soy natural, se jugaba mucho futbol y beisbol. En este ultimo entré a la EIDE y participé en juegos nacionales escolares y juveniles. De ahí pasé al Fajardo, donde me gradué como profesor de Educación Física en el año 1880, especialista en beisbol, y cumplí el servicio social en la pre-EIDE de Guáimaro. La pasión que sentía por los deportes me abrió las puertas para llegar a la radio.

En ese entonces, ¿cómo se vincula a la radio?

Cuando era alumno del Fajardo tenía mi periódico a mano para hablar de deportes. Desde mi litera en el tercer piso narraba las actividades que se efectuaban en las instalaciones deportivas, y a la gente le gustaba. Un día, me percaté que en la emisora de Guáimaro, para aquel entonces Radio Rectángulo (CMJJ) no había programa deportivo, entonces me acerqué a un compañero que trabajaba en el Inder y pregunté por qué una estación como esa no contaba con un espacio de este tipo. Me respondió que no tenía quien lo hiciera, y yo me ofrecí. En la primera prueba que me hicieron me aceptaron.

La narración deportiva es una de sus pasiones, ¿cómo se inicia en este apasionante mundo?

Empecé voluntario en un noticiario de 10 minutos. También hacía otras cosas que no tenían nada que ver con el deporte, pero eso me permitió lograr un día la evaluación como locutor y entonces me propuse transmitir juegos de las series provinciales y municipales de beisbol; así me fui insertando en el mundo de la narración deportiva. En Camagüey existió un bache en un momento determinado por enfermedad de uno de los narradores y Carlos Del Canto, a quien le agradezco muchísimo, un narrador emblemático de la radio en la provincia y en Cuba, me invitó a hacer suplencia. Eso fue por allá por la serie número 29, me quedé fijo en Cadena Agramonte desde la serie 37 y con el transcurso de los años logramos alcanzar el primer lugar en la evaluación que se hizo recientemente en la provincia de Holguín.

El primer nivel en locución es el grado máximo para los profesionales de la palabra, ¿qué ha significado para usted alcanzarlo en la narración deportiva?

Es algo importante para mí. Pienso es un reconocimiento a lo que has entregado y a todo el esfuerzo realizado para que tu trabajo, desde el punto de vista de la narración de eventos deportivos, salga con un nivel que satisfaga al oyente. Esa evaluación, además de reconocer ese esfuerzo, entraña un tremendo compromiso de seguir haciendo las cosas cada vez mejor, tratar de superarte, ganar en conocimientos, aportarle a la transmisión elementos que sean novedosos, que le permitan mantener la dinámica y el interés a los que están escuchando la radio.

¿En qué otros espacios de Radio Cadena Agramonte ha participado?

Estuve un tiempo compartiendo la locución de Meridiano con Adelfa Valdés. Esporádicamente participé en algunos otros programas, aunque ha sido poco realmente fuera de la programación deportiva.

En este momento es una de las voces principales del Noticiero Provincial de Radio, ¿le resulta difícil desdoblar su voz y adaptarla a la dinámica de un espacio informativo?

Yo tengo la experiencia de las plantas municipales, allí había que hacer de todo: hacíamos la tira completa de la programación, las discotecas, los programas de participación, informativos... Esa es una experiencia que acumulé y que de mucho me ha servido en el trabajo frente al micrófono. El Noticiero Provincial de Radio es algo que tengo que confesar que me gusta. Me gustan todos los espacios informativos.

Si lo pusieran a elegir… ¿se quedaría con los espacios deportivos o con los informativos?

Si me pudiera quedar con los dos lo hacía, pero si me presionan me quedo con la programación deportiva.

  Acompañado  por miembros del equipo técnico de Televisión Camagüey, durante las trasmisiones de eventos deportivos. Acompañado por miembros del equipo técnico de Televisión Camagüey, durante las trasmisiones de eventos deportivos.La radio necesita ser muy dinámica para captar la atención del oyente, ¿cómo logra atraerlos?

Hay una cosa que es clave, se necesita mucha concentración. El narrador deportivo es el vínculo entre el escenario de la competencia y el que te está escuchando, tienes que sacar dotes de actor para poder llevar con dramatismo el momento de la acción. Se necesita mucha concentración para poner los pies sobre la tierra y decir “este es el momento en que le tienes que poner el máximo, este es el momento en que no te puedes equivocar, porque este es el momento que puede hacer que trascienda la transmisión que estás haciendo”.

¿Qué opina de Cadena Agramonte a partir de los años que lleva trabajando en ella?

Cadena Agramonte ha sido una escuela de radialistas, una de las plantas más reconocidas en el país, para mí es un orgullo y una satisfacción ser parte de su colectivo. Ahora hay mucha juventud y le falta, lógicamente, la experiencia, pero tuve la oportunidad de convivir y desempeñarme cuando todavía verdaderos íconos de la radio provincial formaban parte de su plantilla, mucho que aprendí de ellos y mucho que les debo.

Para concluir, ¿qué ha significado para usted el trabajo en la radio?

Trabajar en la radio ha significado mucho para mí, le he dedicado la mayor parte de mi vida, me ha aportado mucho desde el punto de vista cultural. El trabajo que yo realizo como locutor, como narrador, como comentarista deportivo, me obliga a estar constantemente en busca de conocimientos, tratando de apoderarme de una fuente de información que me permita tener un bagaje que responda a las expectativas que tiene la gente para el trabajo que uno realiza. La radio ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.

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